Contaminados, una
radiografía de la Argentina
por Laura Flores,
ibuprofeno; comidas en Il Gatto y el Restaurante Sorrento; gran cantidad de
tickets de vuelo para ella y su familia y un importante número de vuelos
privados son algunos de los gastos que no pudo justificar la ex secretaria de
Ambiente, Romina Picolotti y por los que quedó procesada y con un embargo de
450.000 pesos. Picolotti está dentro del mundo casi surrealista que es la causa
por el saneamiento del Riachuelo. Precisamente hace dos semanas llegó a las
librerías Contaminados, de Marina Aizen, quien describe descarnadamente cómo
funciona la lógica frente al río. Se trata, tal como lo cuenta, de una lógica
que no es nueva y que guarda una íntima relación con nuestro ser nacional:
industriales que se admiten que contaminan pero no tanto; jueces que de la
noche a la mañana pasan de ser héroes nacionales a delincuentes; víctimas de la
contaminación que siguen esperando soluciones y los vericuetos por los cuales
empresas y municipios se funden en el peor de los negocios. Con un lenguaje
llano y en primera persona Aizen introduce personajes (que son personas reales)
con los que intenta desgranar la compleja causa del contaminado río y con el
que logra una verdadera radiografía del país. Les dejo un fragmento que me
gustó mucho: “Severo observa. Severo
vigila. Lobo solitario james Bond del Dock Sud… Severo mira el paisaje que está
frente a su ventana: cortaderas y totorales, la vegetación dominante de los
humedales, que peinan las constantes brisas del Río de Ia Plata, y el combo
socio-económico-ambiental más complicado del país. Ahí, metido en el medio.
Industria de alto riesgo conviviendo con ia miseria y la contaminación, en una
relación tan íntima como promiscua.
Eso mira Severo. Mira, por supuesto el polo petroquímico de
Dock Sud y su zona urbana lindante. Villa Inflamable.
Este rincón de Avellaneda, que alguna vez fue territorio de
quintas donde florecían frutales que plantaron con ingenio inmigrantes
italianos, es el típico producto histórico del desarrollo no planificado de la
zona metropolitana, llevado al paroxismo. Y, por eso, es un desastre en el que
se mezclan todos los mundos posibles: chicos con la piel rota y plomo en
sangre, tanques de combustible o de sustancias químicas y orgánicas, caños,
muchos caños, pilas de azufre al aire libre, chimeneas, plantas de generación
eléctrica, viviendas levantadas en el agua sobre palafitos o sobre rellenos
industriales de cualquier origen y peligrosidad, animales silvestres y de
granja, caca, basurales clandestinos y rellenos sanitarios. Todo en un espacio
confinado entre las costas del Riachuelo y del Río de la Plata, el canal
Sarandí y el canal Dock Sud, que es el puerto a través del que se irradió este
esquema territorial tan intrincado. Aquí empezó, con o sin razón, la causa
judicial del Riachuelo. Y esto es toda una paradoja, porque hidrológicamente
hablando, este sitio está fuera de la cuenca. Sin embargo, está unido al
Riachuelo por su historia y por el canal Dock Sud. Su conexión con la
desembocadura, en un sitio que se llama Cuatro Bocas, no explica de ninguna
manera la contaminación del Riachuelo aguas arriba. Sin embargo, el polo y sus
alrededores son Ia expresión perfecta de la improvisación con la que creció la
mancha urbana de Buenos Aires, que es la madre de todos sus desastres ambientales”.
¿Se quedaron con ganas de más? Los invito a conseguirlo. Vale la pena. TOMADO
DE LA NACION DE AR
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