lunes, 1 de diciembre de 2014

AYOTZINAPA 43 DESAPARECIDOS que renuncie Peña Nieto


 Ayotzinapa, la nueva revolución Millones de personas, mexicanos y extranjeros, salieron a las calles el
jueves pasado para exigir el esclarecimiento Millones de personas, mexicanos y extranjeros, salieron a las calles el jueves pasado para exigir el esclarecimiento del paradero de los 43 normalistas desaparecidos; durante la protesta, piden renuncia del presidente Enrique Peña Nieto
 TABASCO HOY Decenas de miles de personas, una multitud variopinta, marchó el jueves pasado --fecha en la que se conmemoró el 104 aniversario de la Revolución Mexicana--, por las principales avenidas de la Ciudad de México y se encontraron en las calles del Centro Histórico en reclamo de la presentación de los 43 normalistas desaparecidos.
Caminaron juntos tanto estudiantes de la UNAM como de la Ibero; de La Salle y del Politécnico; miembros de Iglesias por la paz y la justicia y diferentes grupos artísticos y musicales; monjas y también feministas; krishnas y concheros; budistas y agnósticos; personal del CIDE y del Frente Francisco Villa; indígenas triquis y estudiantes del Tec de Monterrey.
Pero sobre todo, marcharon ciudadanos con familias e hijos, muchos vestidos de negro, que confluyeron en el Zócalo luego de caminar en tres marchas diferentes. Una partió del Ángel, otra del Monumento a la Revolución y la tercera de Tlatelolco.
Las dos primeras salieron a las 17:00 horas y la última a las 18:00 horas. Cuando el primero de los tres contingentes arribó al Zócalo, la plancha ya estaba ocupada en una cuarta parte.
En el mitin, los oradores fueron cuatro padres de normalistas y dos estudiantes de Ayotzinapa. Exigieron justicia y presentación con vida de los muchachos desaparecidos.
Sobre un templete que fue colocado frente a Palacio Nacional, una de las madres dijo: “Al menos para mí, mi hijo no está desaparecido. El Gobierno sabe dónde están. Si no pueden con esto, y esto está claro, que se vaya con todo su gabinete”, sentenció.
Su intervención enardeció a la multitud y miles de voces se alzaron con una consigna que retumbó en el Zócalo: “¡Fuera Peña! ¡Fuera Peña!”.
Y es que la marcha adquirió un cariz esencialmente político donde la exigencia principal fue la renuncia del presidente de la República.
En una veintena de estados hubo manifestaciones y en diversos países también hubo protestas. La más significativa ocurrió frente a la Casa Blanca, en Washington, donde centenas de personas exigieron "verdad y justicia".
Contienen a anarquistas
Fuerzas federales y capitalinas contuvieron los actos vandálicos registrados en la Ciudad de México, como parte de las movilizaciones por Ayotzinapa. Al final de la concentración en el Zócalo, grupos de anarquistas lanzaron piedras, petardos y bombas molotov que buscaban alcanzar Palacio Nacional, y otros intentaron cruzar las vallas instaladas para resguardarlo. “El alivio al dolor es la paz”
Pertrechado en el campo militar Marte, en la Ciudad de México, horas antes de que se manifestaran los primeros brotes de la violenta jornada del jueves pasado, el presidente Enrique Peña Nieto fustigó a los que atentan contra las instituciones y advirtió que en un estado democrático no cabe la violencia.
Sin hacer mención de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Peña Nieto reconoció que México "está dolido", pero, con ese diagnóstico de por medio, dijo que para aliviar ese dolor, lo que queda es transitar por senderos de paz y justicia.
“Atentar contras las instituciones es atentar contra los mexicanos. México, es cierto, está dolido, pero el único camino para aliviar este dolor es el de la paz y la justicia. Lo que los mexicanos demandan es que la Ley se cumpla, que prevalezca el orden y que avancemos juntos hacia mayores condiciones de prosperidad”, dijo.
 NUMERALIA
26 estados de México participaron
300 personas se manifestaron frente a la Casa Blanca
60 ciudades de 33 países alrededor del mundo se sumaron a la protesta TOMADO DE LA VOZ DE QUINTANA ROO MEXICO 

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