El Acuerdo de París
no es suficiente para hacer frente a la crisis climática que enfrentan las
comunidades de Centroamérica
Las organizaciones, movimientos y redes que conformamos el
Foro Centroamérica Vulnerable ¡Unida por la Vida!, vemos que el acuerdo climático
alcanzado en Paris este Sábado 12. De Diciembre no es lo suficientemente
ambicioso para poder hacer frente a la crisis climática que enfrentan las
comunidades de Centroamérica. Estamos convencidos(as) que mientras en el nivel
global se sigan retrasando las decisiones fuertes y ambiciosas, no habrán
soluciones suficientes para las comunidades que sufren los efectos negativos de
esta crisis.
Nuestras demandas ante la COP 21 han sido: (1) que el
acuerdo de París sea legalmente vinculante para los gobiernos; (2) que
Centroamérica sea declarada como una región altamente vulnerable a los efectos
negativos del cambio climático; (3) limitar el incremento de la temperatura
global del planeta en 1.5°C con respecto a los niveles preindustriales; (4) que
la adaptación al cambio climático tenga el mismo peso que la reducción en la
emisión de gases de efecto invernadero en el acuerdo y que exista
financiamiento para la adaptación; (5) que el tema de pérdidas y daños sea
parte integral del acuerdo y que éste considere la compensación económica por
los desastres que provoca el cambio climático; y (6) reducciones obligatorias
de emisiones por parte de países desarrollados y economías emergentes.
El día 12 de diciembre, tras cuatro años de negociaciones
bajo la Plataforma de Durban para la Acción Reforzada (ADP por sus siglas en
inglés), en la Conferencia de las Partes (COP21) se aprobó casi de manera
unánime el nuevo acuerdo climático, el Acuerdo de París.
Una vez concluida la
COP 21, las organizaciones, redes y movimientos del FCV-UV evaluamos que:
El acuerdo es legalmente vinculante pero no así, los
compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
establecidos en el mismo. El acuerdo entrará en vigencia a partir del 2020,
después que al menos 55 partes, que representen al menos 55% de las emisiones
globales, presenten los instrumentos que lo ratifican.
Si bien Centro América no logró ser reconocida
explícitamente como región altamente vulnerable, en el preámbulo del acuerdo se
reconocen las necesidades y circunstancias especiales de los países en
desarrollo, especialmente aquellos “particularmente vulnerables[1]”. Los
gobiernos y sociedad centroamericana tendrán que seguir trabajando en el
reconocimiento de la vulnerabilidad y necesidades de la región.
Si bien, se menciona que se aspira a limitar el incremento
de la temperatura global a 1.5°C, la meta global acordada sigue siendo los 2°C,
que estaba acordada desde la COP16. A pesar de esta meta, los compromisos
voluntarios de los países, anunciados hasta el momento, llevarían al planeta a
un incremento promedio de 3.7°C y mayor para los trópicos, lo cual es
inaceptable y sería catastrófico para el planeta.
En la sección de adaptación, se establece un “objetivo
mundial relativo a la adaptación“. Este objetivo, relacionado con la capacidad
de adaptación, el fortalecimiento de la resiliencia y la reducción de la
vulnerabilidad se identifica como un componente clave y hace una contribución a
la respuesta mundial de largo plazo para proteger a las personas, los medios de
vida y los ecosistemas ante los impactos del cambio climático. Además, se
establece el reconocimiento de que la necesidad de adaptación está directamente
relacionada a los esfuerzos de mitigación.
En cuanto a las pérdidas y daños, el hecho que el Acuerdo
contemple un artículo exclusivo sobre el tema representa un avance. El
Mecanismo Internacional de Varsovia (WIM) sobre pérdidas y daños se integra en
el Acuerdo de París y en las decisiones de la COP, con lo que se asegura el
seguimiento del trabajo de este mecanismo.
La exclusión específica de “obligaciones o compensación” por
pérdidas y daños resultado de efectos adversos del cambio climático,
establecidas en las decisiones de la COP 21 es un vacío importante ya que esto
era una demanda central de la región centroamericana y otros países en
desarrollo, para avanzar en la demanda por justicia climática.
Por todo lo anterior el FCAV-UV considera que en este
momento, el acuerdo alcanzado si bien mantiene el sistema de negociaciones
multilaterales, no es lo suficientemente ambicioso para poder hacer frente a la
crisis climática. Estamos convencidos que mientras que a nivel global se sigan
retrasando las decisiones fuertes y ambiciosas, en el nivel local las
comunidades están en la búsqueda de soluciones innovadoras ante la crisis.
Seguiremos comprometidos a trabajar con las comunidades vulnerables y al nivel
nacional y local, a proponer políticas que apoyen a la adaptación local. París
no es el fin último de nuestro actuar.
El Foro Centroamérica Vulnerable ¡Unida por la Vida! es una
red de organizaciones de la región que tiene como misión de luchar frente a los
impactos negativos del cambio climático en el marco de una agenda de desarrollo
sustentable y contribuir a la
construcción de un modelo que transita hacia el buen vivir. Está conformada por
la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR), el Consejo Indígena
Centroamericano (CICA), la Campaña Mesoamericana de Justicia Climática, la Red
SUSWATCH, la Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático y la Alianza
Hondureña ante el Cambio Climático.
[1]La CMNUCC, define como particularmente vulnerables “a
países de baja altitud y otros países insulares pequeños, los países con zonas
costeras bajas, zonas áridas y semiáridas, o zonas expuestas a inundaciones,
sequía y desertificación, y los países en desarrollo con ecosistemas montañosos
frágiles, son particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio
climático”.
tomado de envio en red foroba
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