- Los recientes
eventos hidrometereológicos extremos, como huracanes y monzones, urgen a los
países y a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes y contundentes
para atender el cambio climático, pues científicos afirman que el incremento de
la temperatura planetaria incrementa en número e intensidad estos fenómenos
- Los catastróficos impactos de estos eventos sobre las
poblaciones, los territorios y las economías de los países afectados muestran
la necesidad de políticas y mecanismos de financiamiento efectivos para hacer
frente a los efectos del calentamiento global.
India, Bangladesh y Nepal han vivido en los pasados días
severas inundaciones debido a los fuertes monzones que hasta hoy han cobrado
más de 1,200 vidas y dejado millones de personas sin hogar[1]. Mientras tanto,
en América, la presencia de los huracanes Franklin, Harvey, Irma, Katia y José
en el Océano Pacífico y en el Atlántico en las últimas semanas y días, ha puesto
en evidencia una vez más el riesgo y la vulnerabilidad de las poblaciones en
países del Caribe, de México y de Estados Unidos, cuyos territorios han sido
afectados por estos eventos hidrometeorológicos extremos.
Algunas cifras documentadas sobre los daños causados hasta
el momento por estos fenómenos:
El huracán Franklin que afectó a México en agosto causó
daños materiales en los estados de Veracruz, Puebla, Tamaulipas, Hidalgo y
Oaxaca, donde decenas de personas tuvieron que ser evacuadas.
Harvey, cuyo mayor impacto fue en el estado de Texas en
EEUU, dejó 70 muertes y varias personas desaparecidas, y daños materiales que
se estiman en más de 150 mil millones de dólares.
Irma, uno de los huracanes más poderosos de los que se tiene
registro, destruyó 90% de las edificaciones en Barbuda y 50% de la población se
encuentra sin hogar. En Antigua y Barbuda los daños superan los 100 mil
millones de dólares.
En las islas del Caribe, San Martin, San Bartolomé, Santo
Tomás, Antigua y Barbuda, Puerto Rico y Anguilla, entre otras, se
contabilizaron al menos 24 personas fallecidas y cientos de heridos. Miles de
personas se encuentran sin agua ni electricidad.
En Cuba se han registrado 10 pérdidas humanas, además de que
las inundaciones y fuertes vientos causaron grandes daños en todo el litoral
norte del occidente de la isla y más de un millón de personas fueron evacuadas.
Aunque aún es pronto para evaluar los daños causados por
Irma en estado de La Florida, EEUU, alrededor de 6.5 millones de personas
fueron advertidas de que debían evacuar el sur del estado. Al menos, 6 millones
de casas y empresas no tienen energía eléctrica. Según estimaciones
preliminares, los daños se calculan en miles de millones de dólares.
Daños en Cuba, Isla de San Martín, Islas Vírgenes, y
República Dominicana.
Fuente: https://elpais.com/ elpais/2017/09/10/album/
1505063195_935832.html# 1505063195_935832_1505063266; http://bucket2.glanacion.com/
anexos/fotos/14/huracan-irma- 2528114w620.jpg
Estos eventos hidrometereológicos extremos representan una
clara señal de alerta acerca de lo referido por parte de la comunidad
científica: el calentamiento global es un factor que está influyendo en la
intensidad de los fenómenos de origen hidrometeorológico, tales como huracanes
y tormentas tropicales[2]. El huracán Irma ha sido catalogado como uno de los
más poderosos de la historia, mientras que Katia es la cuarta tormenta tropical
producida en menos de dos semanas.
Por su parte, el incremento en los impactos sociales
causados por ciclones tropicales o huracanes, también está influenciado por el
aumento de la población e infraestructura en regiones costeras altamente
vulnerables.
La transición hacia un desarrollo bajo en carbono y
resiliente al clima es hoy una necesidad y una obligación moral de los países
con sus poblaciones y territorios. En este sentido, es urgente que la agenda
climática vuelva a cobrar la relevancia necesaria en la política global y
estadounidense de tal forma que se implementen las medidas para alcanzar las
metas establecidas en el Acuerdo de París, de mantener el aumento de la
temperatura en 1.5°C en el ideal y 2°C como máximo.
Entre las acciones que los Estados deben implementar de
manera urgente en América Latina, se encuentran al menos las siguientes 5:
Incrementar la ambición de contribuciones nacionales en
materia de mitigación y adaptación.
Crear estrategias nacionales de implementación de
contribuciones nacionales, y en particular, Estrategias Nacionales de
Financiamiento para actividades en materia de cambio climático.
Reducir de forma drástica la extracción de hidrocarburos y
su dependencia de los combustibles fósiles. Un paso para ello, deber ser prohibir
de manera inmediata la extracción de gas y petróleo no convencional mediante
fractura hidráulica y la entrega de nuevos proyectos en aguas profundas.
Implementar medidas públicas para reducir el uso de energía
y mejorar la eficiencia energética. Además de transitar hacia el
aprovechamiento de energías renovables, a partir de proyectos de pequeña
escala, descentralizados y democratizados, en pleno respeto de los derechos
humanos de comunidades indígenas y campesinas.
Orientar las políticas y el financiamiento públicos para
atender las causas estructurales que generan una mayor vulnerabilidad de las
poblaciones y los territorios a los efectos del cambio climático. En este
sentido, es necesario mejorar las medidas de adaptación y fortalecer las
políticas y acciones de prevención y atención de riesgos ante desastres.
La acción climática es urgente y es una responsabilidad
moral de los estados y su ciudadanía en toda la región y el mundo.
[ Floods in India,
Bangladesh and Nepal kill 1,200 and leave millions homeless. http://www.independent.co.uk/
news/world/asia/india-floods- bangladesh-nepal-deaths-
millions-homeless-latest-news- updates-a7919006.html
2] NOAA, disponible en http://www.aoml.noaa.gov/hrd/
tcfaq/TCFAQ_G_esp.txt
Contacto:
Sandra Guzmán, sguzman@gflac.org
Mariana Castillo, mcastillo@gflac.org
tomado de envio de red foroba
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