Expertos de la ONU aclaran que “algunos regímenes
alimentarios necesitan más suelo y agua, y producen mayores emisiones que
otros”. FOTO :SHUTTERSTOCK.
AFP |
El informe de expertos de la ONU sobre el cambio
climático, publicado esta semana, ofrece pistas sobre cómo cambiar
los hábitos de alimentación sin necesariamente convertirse en
vegetariano, para luchar contra el calentamiento global.
¿Qué dice el IPCC sobre los regímenes alimentarios?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC, por su sigla en inglés) señala que cambiar los hábitos de
consumo y de producción alimentarios es una de las claves para combatir el
calentamiento.
“Algunos regímenes alimentarios necesitan más suelo y
agua, y producen mayores emisiones que otros”, resumió uno de sus
copresidentes, Jim Skea, al presentar la síntesis del informe.
Una frase en particular del texto destaca este punto:
“Dietas equilibradas a base de alimentos de origen vegetal,
como aquellas basadas en cereales secundarios (que no son los principales como
el arroz o el trigo), legumbres, frutas y verduras, los frutos secos y
las semillas, y alimentos de origen animal producidos en sistemas
resistentes, sostenibles y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero,
presentan grandes oportunidades”.
Esta perspectiva evolucionó a lo largo de las diferentes
versiones redactadas en los últimos meses. La versión final es fruto de
un consenso político, después de que los Estados analicen el texto.
¿El IPCC recomienda una dieta en particular?
Este grupo de científicos, bajo el auspicio de la ONU, se
encarga de guiar las decisiones que los Estados adoptan sobre la cuestión
climática.
“El IPCC no formula recomendaciones sobre los regímenes
alimentarios”, especificó Skea. “Lo que hemos señalado, con base en
pruebas científicas, es que algunos (...) dejan una menor huella de carbono”.
El grupo no recomienda adoptar una dieta vegetariana
(sin carne ni pescado) y menos aún vegana (sin ninguna proteína animal).
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¿La carne es una cuestión central?
Investigaciones científicas precedentes concluyen que la producción
de carne, mediante la ganadería intensiva, tiene más impacto medioambiental
que la de otros alimentos.
“Es evidente que reducir la demanda de carne es una
forma importante de disminuir el impacto medioambiental del sistema alimentario”,
recordó este jueves el especialista británico Alan Dangour, en reacción a un
estudio simultáneo al informe del IPCC.
Pero el informe del Grupo de Expertos de la ONU sobre la
Biodiversidad (IPBES), publicado a principios de mayo, no pedía directamente
comer menos carne. La formulación se suavizó con respecto a la versión
preliminar, probable muestra de la hostilidad de algunos países productores de
carne.
¿Cómo alimentarse en el futuro?
El IPCC sigue la senda de recientes recomendaciones
al hablar de cereales, verduras y frutos secos.
En enero, un informe realizado conjuntamente por la revista
médica The Lancet y la oenegé Fondation EAT recomendaba una “transformación
radical”: reducir a la mitad el consumo mundial de carne roja y de
azúcar, y multiplicar por dos las frutas, las verduras y los frutos
secos.
Según estos especialistas, la dieta diaria ideal serían
300 gramos de verduras, 200 de frutas, 200 de cereales integrales, 250 de leche
entera, y solamente 14 gramos de carne roja, es decir, diez veces menos
que un filete tradicional. Las proteínas se obtendrían de la carne
de ave, el pescado, los huevos o los frutos secos.
¿Cómo adaptarse a cada país?
Estos cambios variarían en función del país.
El aporte en proteínas animales a veces es
insuficiente en los países pobres, pero demasiado abundante en los países
ricos de Europa y América. Además, los hábitos de alimentación también
difieren.
“Las prácticas de producción locales y las costumbres
culturales influyen a la hora de elegir alimentos”, recordó Jim Skea.
El informe de The Lancet tuvo en cuenta este parámetro y
estableció “rangos de ingestión recomendados por grupos de alimentos” para un aporte
diario total de 2.500 calorías, a adaptar localmente según “la cultura, la
geografía y la demografía”. // tomado de
el colombiano
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