El Paraná sigue en bajante y ayer llegó a 1,19 metro, su
menor marca en 50 años
Se mantiene la tendencia en las costas de la ciudad y el
registro se convirtió en el más bajo desde 1971. Especialistas explicaron que
se debe al escaso caudal de sus afluentes. Esperan que la situación se comience
a normalizar antes de mediados de año.
Altura. El escaso caudal del Paraná deja al descubierto piedras que
habitualmente se encuentran sumergidas.
Navegación. Embarcaciones que se encuentran en cercanías del
puerto están prácticamente sobre la arena por la bajante.
Tal como viene sucediendo desde mediados del año pasado, la
altura del Paraná sigue bajando y se encuentra ya en niveles históricos. La
marca de ayer fue de 1,19 metro, incluso por debajo de la cifra dada hace a
fines de la semana pasada por la Prefectura Naval Argentina.
De esta manera, la tendencia se mantiene por diferentes factores que influyen, aunque podría cambiar en el corto plazo según señalaron ciertos especialistas.
Lo cierto es que la marca de 1,19 metro no sólo es la más baja desde que comenzó a descender en 2019, sino que se trata de la bajante más pronunciada de los últimos 50 años. Además, la tendencia es histórica, no sólo por el escaso caudal sino también por la duración que lleva ya casi diez meses.
Sobre esta cuestión, Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (INA) señaló que “en Corrientes, el río tiene una altura que no se daba desde diciembre de 1971, una bajante que se puede dar si se confluyen un montón de datos y situaciones que son las que se dan ahora”. Asimismo, el especialista agregó que “todas las cuencas de aporte al río Paraná están en situación de aguas bajas, aportes sumamente reducidos”.
Con respecto a las previsiones, aseguran que la tendencia podría cambiar en el corto plazo. En este sentido, Borus dijo que “podría ser en dos semanas, no vamos más allá por la variabilidad climática”, y recordó además que “en el 2009, en el primer semestre hubo niveles de bajante y en el segundo niveles de inundación, así que nadie puede descartar que este año pase lo mismo”, opinó.
De esta manera, al menos otros 15 días el Paraná mantendrá su escaso caudal en las costas de la ciudad, mientras que podría tener un repunte luego. Otros especialistas habían señalado hace un tiempo que el nivel del río se normalizaría recién en junio, alcanzando una altura medianamente habitual.
Mientras tanto, y más allá de las restricciones por la emergencia sanitaria, mantienen los controles en el río para prevenir accidentes. Entre otras cuestiones, evitando el uso de vehículos acuáticos, ya que pueden resultar peligrosos por la cercanía de los bancos de arena con la superficie del agua.
Del mismo modo, vale recordar que la histórica bajante obligó al área de Recursos Naturales a implementar una veda excepcional hace algunas meses, justamente para proteger a los peces, especialmente a algunas especies como el surubí.
Con respecto a lo climático, desde el Instituto Nacional del Agua señalaron que serán habituales las variaciones pronunciadas en cuanto a las precipitaciones.
Así, en el corto y mediano plazo podrían darse de manera alternada periodos de sequía seguidos por otros de abundantes lluvias en esta parte del país y en todas las regiones en general. (DS)// tomado de el litoral de ctes ar
De esta manera, la tendencia se mantiene por diferentes factores que influyen, aunque podría cambiar en el corto plazo según señalaron ciertos especialistas.
Lo cierto es que la marca de 1,19 metro no sólo es la más baja desde que comenzó a descender en 2019, sino que se trata de la bajante más pronunciada de los últimos 50 años. Además, la tendencia es histórica, no sólo por el escaso caudal sino también por la duración que lleva ya casi diez meses.
Sobre esta cuestión, Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (INA) señaló que “en Corrientes, el río tiene una altura que no se daba desde diciembre de 1971, una bajante que se puede dar si se confluyen un montón de datos y situaciones que son las que se dan ahora”. Asimismo, el especialista agregó que “todas las cuencas de aporte al río Paraná están en situación de aguas bajas, aportes sumamente reducidos”.
Con respecto a las previsiones, aseguran que la tendencia podría cambiar en el corto plazo. En este sentido, Borus dijo que “podría ser en dos semanas, no vamos más allá por la variabilidad climática”, y recordó además que “en el 2009, en el primer semestre hubo niveles de bajante y en el segundo niveles de inundación, así que nadie puede descartar que este año pase lo mismo”, opinó.
De esta manera, al menos otros 15 días el Paraná mantendrá su escaso caudal en las costas de la ciudad, mientras que podría tener un repunte luego. Otros especialistas habían señalado hace un tiempo que el nivel del río se normalizaría recién en junio, alcanzando una altura medianamente habitual.
Mientras tanto, y más allá de las restricciones por la emergencia sanitaria, mantienen los controles en el río para prevenir accidentes. Entre otras cuestiones, evitando el uso de vehículos acuáticos, ya que pueden resultar peligrosos por la cercanía de los bancos de arena con la superficie del agua.
Del mismo modo, vale recordar que la histórica bajante obligó al área de Recursos Naturales a implementar una veda excepcional hace algunas meses, justamente para proteger a los peces, especialmente a algunas especies como el surubí.
Con respecto a lo climático, desde el Instituto Nacional del Agua señalaron que serán habituales las variaciones pronunciadas en cuanto a las precipitaciones.
Así, en el corto y mediano plazo podrían darse de manera alternada periodos de sequía seguidos por otros de abundantes lluvias en esta parte del país y en todas las regiones en general. (DS)// tomado de el litoral de ctes ar
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