Ignacio López-Goñi es catedrático de Microbiología de la
Universidad de Navarra, en España Crédito: CORTESÍA: IGNACIO LÓPEZ-GOÑI
El sábado 29 de febrero, el microbiólogo español Ignacio
López-Goñi asumió tres retos , aunque del tercero no fue
consciente hasta varios días después.
El primero era conseguir información "animante"
sobre un virus emergente que estaba causando dolor y muerte en China.
El segundo era escribir un texto que, con evidencia científica,
invitara a la gente a no sentir miedo por ese coronavirus, altamente
contagioso, que ya estaba llegando a varios continentes.
Y el tercero, del cual no era consciente, era lograr
que un artículo con noticias buenas se volviera viral .
Y es que varios estudios demuestran que, como lectores,
tendemos a escoger y recordar más las malas noticias.
El catedrático de la Universidad de Navarra tituló su
artículo: "Diez
buenas noticias sobre el coronavirus" y salió publicado en la
plataforma The Conversation el 1 de marzo.
Actualmente, el artículo ha sido leído, según le cuenta el
autor a BBC Mundo, por más de 21 millones de personas y se ha traducido
a diferentes idiomas : inglés, francés, portugués, italiano, coreano,
indonesio.
"Lo primero que te produce es un poco de vértigo. Jamás
pensé que algo que iba a escribir le iba a dar la vuelta al mundo", dice.
"Mi defecto de ser optimista"
Al principio, López-Goñi no tenía muy claro el contenido de
su artículo. Pero sabía que sería una lista y que tendría el número 10.
Ese peculiar sábado (por ser año bisiesto), estaba en su
casa cuando escribió el título con un bolígrafo.
Así empezó el proceso de sacar una a una las razones por las
cuales el panorama frente al coronavirus no era tan oscuro como
muchos lo percibían.
"Estaba preocupado por todas las noticias que estaban
llegando del coronavirus. Todas eran malas y quizás por mi defecto de ser
optimista, ese fin de semana me dije: 'Voy a ver si soy capaz de poner en un
papel diez noticias animantes sobre este problema del coronavirus'".
"Es que puedes ver la botella medio llena o medio
vacía. Se trataba de verla medio llena (.). Ha habido gente que me ha dicho que
es banalizar el tema, pero esa no era la intención, ni mucho menos", dice.
Su motivación, insiste, es que en momentos de crisis, "todos
necesitamos ver la luz al final del túnel" .
"Necesitamos un motivo de esperanza para pensar: 'de
aquí se puede salir'. Por eso ha tenido tanto éxito y por eso tanta gente lo ha
leído".
"Las buenas noticias, a veces, se pueden hacer
virales".
Matices
Al reflexionar sobre otras pandemias, el investigador
asegura que la comunidad científica ha reaccionado a esta con una
"velocidad altísima" y eso, en sí mismo, sigue siendo "una buena
noticia".
"Todo esto va a tanta velocidad que leer ese artículo
dos meses después de que se escribiera, puede tener matices que son
distintos".
"Es verdad que cuando lo escribí, la situación es
España no era como la de ahora y que prácticamente 98% de los casos se estaban
dando en China".
Pero, si bien señaló en el texto que los casos en la nación
asiática se estaban reduciendo, reconoce que después "se han
extendido por todo el planeta con una fuerza inusitada" .
"Es mucho más grave de lo que pensábamos cuando escribí
el artículo", reflexiona.
Y es que el coronavirus está dejando desolación por muchos
de los lugares a donde ha llegado. Más de 95.000 personas han muerto y ya hay
más de 1 millón y medio de contagiados.
El primer texto que López-Goñi redactó sobre este tema fue
el 10 de enero y salió publicado en la revista Investigación y Ciencia.
"En ese momento no era consciente de todo lo que se nos
venía encima", señala.
Y es que la mayor parte de información con la que contaba la
comunidad internacional, en esa momento, provenía de China.
"China había adoptado medidas draconianas que pensamos
que jamás llegarían a nuestros países. Yo realmente pensé que iba a ser un
problema contenido en China, como había ocurrido con otros coronavirus, como el
SARS, y con el MERS en el Oriente Medio".
"Creo que todo el mundo, yo primero, éramos un poco
incrédulos y hemos pecado de incrédulos, lo reconozco".
Sin embargo, "las buenas noticias siguen siendo tan
necesarias o incluso más que hace mes y pico cuando las escribí".
El secreto: la perspectiva
"No fue difícil escribirlo", me cuenta. "El
número de artículos científicos que se habían escrito (hasta el 29 de febrero)
sobre el tema era 164 y eso ya me había impresionado. Al día de hoy son más de
2.800".
Uno de los primeros aspectos que el investigador aclaraba en
el texto es que una pandemia "no es sinónimo de muerte" y que
independientemente de la clasificación que se le diese al nuevo virus, el tema
era serio y había que darle importancia.
Pocos días después, la Organización Mundial de la Salud
declaraba la pandemia de la covid 19.
"Uno pudiese decir: '¡Qué poco sabemos del
coronavirus!', pero si lo ves en perspectiva te tienes que detener a pensar que
sí, es un virus que desconocíamos, pero hemos aprendido de él muchísimo más en
dos, tres meses que lo que sabíamos del sida en no sé cuántos años".
Por ejemplo, ya se cuenta con el genoma y con métodos de
diagnóstico.
"Este partido lo vamos a ganar"
El académico ha escrito otras piezas en las que ha
profundizado en tres de las buenas noticias sobre el coronavirus: el aumento
sustancial de artículos científicos sobre el tema, el desarrollo de prototipos
de vacunas y los ensayos clínicos con antivirales y otras combinaciones de
terapias que se están empleando para curar los casos más graves.
"Jamás la ciencia ha estado mejor preparada como ahora
para combatir un problema como este".
López-Goñi tiene muy claro a qué tenerle fe: "De
esto nos va a sacar la ciencia" .
De todos los esfuerzos internacionales que hay en marcha, lo
cual es algo histórico, el profesor está convencido de que "algo positivo
saldrá", no solo a nivel de tratamiento sino de prevención.
"Este partido lo vamos a ganar", dice con
entusiasmo.
Reparar el avión mientras vuela
La emergencia internacional que ha desatado el coronavirus
ha demostrado que muchas veces "la sociedad pide a la ciencia certezas y
la ciencia no las tiene", reflexiona López-Goñi.
"La ciencia avanza con las incertidumbres, con las
preguntas", acota.
Algunas de las preguntas que "la sociedad le ha hecho a
la ciencia durante estos meses no las hemos sabido contestar simplemente porque
no sabíamos las respuestas".
Y para ilustrar este punto, el docente da un ejemplo:
imagínese que está al mando de un avión y le dicen: el avión se ha averiado y
lo tiene que arreglar mientras vuela porque no puede aterrizar.
"Estamos en una situación muy similar", añade: los
científicos no pueden "parar" y tienen que seguir procesando los
datos que les llegan de diferentes partes del mundo.
Se está haciendo una "ciencia exprés", añade.
Y es importante recordar, según el académico, que la ciencia
requiere de "un poquito de reposo, la ciencia tiene sus tiempos, necesita
que otro te evalúe, que repita los experimentos y los confirme".
El miedo paraliza
López-Goñi reflexiona sobre cuánto daño hace la información
falsa que ha circulado sobre el coronavirus en las redes sociales y en Internet.
Y si eso se suma a una sobreexposición
informativa , se está generando "una ansiedad enorme" en
muchas personas.
Además, acota, "el miedo lo único que hace es
paralizarnos".
"Es importante que uno se fije en la noticias
buenas" y en las manifestaciones de solidaridad que se están dando en todo
el mundo. "Esto está sacando lo mejor de mucha gente", reflexiona.
"Todo esto va a generar un cambio de paradigma de
nuestro modelo mundial".
Y, en su opinión, será para "mejor".
"La vacuna eres tú"
Por eso insiste en que "la solución está en las manos
de todos" y en que "la vacuna eres tú".
Me explica que en nuestro enfrentamiento contra este nuevo
virus -para el cual la gente no está inmunizada y, por lo tanto, todos somos
susceptibles- la única manera de cortar la transmisión es a través de las medidas
de distanciamiento social y de higiene .
Y eso ayudará a proteger a las personas más vulnerables: los
adultos mayores y quienes sufren ciertas patologías.
De acuerdo con el experto, es fundamental evitar que
los sistemas sanitarios colapsen y "eso es lo que está pasando en
muchos países".
Lo que viene
De acuerdo con el especialista, "las epidemias suben,
bajan y se acaban, no es como una guerra que no sabemos cuándo empezará ni
cuándo acabará".
Sin embargo, el impacto de la pandemia a nivel social y
económico es lo que "más vértigo" le provoca.
Y es que las consecuencias ya se han empezado a sentir en
muchos sectores de la economía mundial.
Pese a eso, quiere seguir apelando al optimismo y a
la importancia de pensar en la ciencia , no como un gasto sino como
una inversión.
"Aquí en España lo hemos padecido: ahora miramos a la
ciencia pero la hemos tenido estrangulada económicamente durante más de un
decenio"
Y vuelve a poner un ejemplo muy ilustrativo:
"Imagínese que hace cuatro meses le hubiesen preguntado
a la ciudadanía: usted quiere que con el dinero de sus impuestos se pague, se
subvencione, una investigación de unos señores que están buscando virus en
murciélagos. Pues todo el mundo hubiese dicho que no, que no hay interés en
dedicar dinero a buscar virus en murciélagos. Pero no nos damos cuenta de la
importancia de ese tipo de investigación, muchas veces básica".
Y es que el origen del SARS Cov-2 se ha asociado con virus
en murciélagos.
Por eso, ese cambio de paradigma del cual habla López-Goñi,
debe incluir también inversiones en la sanidad y la educación.
"No podemos bajar la guardia".
Y si lo conseguimos seguramente habrán más buenas noticias
que contar.
Por Margarita Rodríguez
BBC News Mundo
Tomado de la nación de ar
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