Pandemias en la historia
de la humanidad
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Desde que la Organización Mundial de la Salud determinó
considerar pandemia a la situación generada por el coronavirus, que ya se
extiende por más de 130 países, muchos lectores ahondan en la búsqueda de las
principales enfermedades que asolaron a la especie humana, muchas de las cuales
pasaron inadvertidas para habitantes de regiones distantes, de donde se
desarrollaron por las dificultades de entonces con la comunicación.
La vida humana estuvo expuesta desde el origen de los
tiempos a plagas, pestes, gripes y un
sinfín de enfermedades que provocaron la muerte de millones de personas, sin
que se conocieran inclusos las causas.
Las comunidades se encomendaban a sus dioses y les ofrecían ofrendas y
sacrificios. Analizaremos algunas de ellas.
En su libro El Decamerón, el italiano Giovanni Boccaccio
(16/06/1313 – 21/12/1375) cuenta cómo vivió Florencia la llamada peste negra,
el mal que asoló a la entonces próspera urbe, en la cual solo sobrevivieron uno
de cada cinco habitantes.
Boccaccio relata referencias del mal que no solo afectó a
Italia, sino a otros países de Eurasia y cuyo origen ubicaba en Asia, posiblemente en China, aunque comenzó a hacer
estragos por la ciudad de Mesina. El mal tuvo su pico de 1347 a 1353, y según
los estudiosos del tema, fue provocado por la bacteria Yersinia pestis.
Los judíos fueron culpados en muchos lugares por la
propagación de la enfermedad, lo cual generó persecución y muerte, aunque los
estudiosos aseguran que el comercio entre Asia y Europa fue la fuente principal
de contagio, sobre todo a través de los marineros.
El mal se extendió por todos los países de la región, llegó
incluso al norte de África y solo Finlandia e Islandia, entre los países europeos,
quedaron al margen. La medicina de entonces no permitía investigar la
enfermedad y tampoco encontrar la cura necesaria, por lo cual cientos de miles
de personas quedaron abandonadas a su suerte, muchas de ellas expulsadas de sus
casas por los propios familiares.
Al aparecer los primeros síntomas: fiebre alta, tos, y
esputos sanguinolentos, sangrado, mucha sed y manchas en la piel, entre muchos
otros, los enfermos eran apartados al momento y los considerados sanos huían de
ellos sin saber que poco después podían verse en la misma situación.
La viruela
La viruela, causada por el virus variola, se
conocía desde 10.000 años antes de Cristo. Y durante mucho tiempo las epidemias,
se sucedían unas tras otra diezmando poblaciones enteras, al extremo de que
algunas culturas preferían esperar a que los hijos contrajeran la enfermedad y
sobrevivieran para luego ponerles un nombre.
De los enfermos, un tercio moría. En la India pensaban que la
solución era la bendición de una deidad, lo cual posibilitó que contagiara a
muchas personas que acudían a adorarla, durante el siglo XVIII, mató y desfiguró
a millones de personas.
En América llegó de la mano de los conquistadores y fue
factor importante en la derrota del imperio Inca y la caída del Tahuantinsuyo.
Antes, en 1520, afectó a los aztecas que defendían
Tenochtitlán y provocó, incluso, la muerte de uno de sus líderes, Cuitláhuac.
Sin embargo, se ensañó en el territorio del imperio Inca, donde antes de llegar
los españoles vivían unos 14 millones de personas, y para el siglo XVIII apenas
estaba poblado por un millón y medio. La viruela no perdonó al emperador Huayna
Capac, cuyo deceso generó una guerra civil, bien aprovechada por los
conquistadores.
FOTO Rahima Banu Begum de es la última persona registrada en ser
infectada de forma natural por el Variola virus, desarrollando la enfermedad de
la viruela mayor, la variedad más mortífera de la enfermedad.
El caso ocurrió el 16 de octubre de 1975, cuando la niña de
dos años de edad vivía en un del estado de Bangladés. El desarrollo de los
primeros síntomas de la enfermedad fue
alertado por Bilkisunnessa, una niña de ocho años de edad.
La aparición del caso fue alertada por vía telegráfica a
Donald Henderson, quién trabajaba en la campaña de la Organización Mundial de
la Salud para la erradicación de la enfermedad. Un equipo de la OMS se desplazó
al lugar y cuidó de Banu, que se recuperó completamente.
Dos personas más desarrollaron la viruela con posterioridad
a Rahima Banu, Ali Maow Maalin y Janet Parker. Sin embargo, Ali contrajo la
Viruela menor, mucho más leve que la de Rahima; y Janet tuvo la desgracia de
contraer la Viruela no naturalmente, sino por culpa de un accidente en un
laboratorio británico. Janet fue la última persona que se registra fallecida a
causa de la Viruela
La gripe española de 1918
La pandemia de gripe, o gripe española,
volvió locos a los estudiosos, porque en lugar de ensañarse en los niños y los
ancianos, escogió a los jóvenes y adultos saludables, además de los animales,
sobre todo a los perros y gatos domésticos, entre los cuales causo estragos. Se
supone que fue esparcida por los soldados que retornaban al final de la guerra.
Para muchos estudiosos, constituye la pandemia más
devastadora de la historia humana, con una cifra de muertos que oscila entre los
40 y los 100 millones de personas, en dependencia de las fuentes y los autores
que se consulten.
El nombre de española se debe a la importancia que le
prestó la prensa del país ibérico, pero la mayor cantidad de muertos ocurrió en
China, donde unos 30 millones de personas perdieron la vida, entre ellos el 35%
de los militares que se enfermaron. En Estados Unidos murió más de medio millón
de personas y en España un cuarto de millón. También afectó en menor medida a América
Latina y los demás continentes.
Desde la
Organización Mundial de la Salud aseguran que una lista de esas enfermedades
puede ser interminable, pero incluiría, seguramente, el paludismo, que aún se
cobra miles vidas cada año; la lepra, la fiebre amarilla, el dengue, la
tuberculosis, la sífilis, el sarampión, o las gripes de los últimos años,
generadas por los SARS.
Las pandemias aparecieron con la aglomeración de las
personas en grandes ciudades, y nombres como la peste negra, la viruela o la
peste bubónica causaban pavor solo de mencionarlas, aunque la humanidad vivió
otras causas de muerte, como las guerras o las conquistas, sobre todo la de
América y las costas del Mar de la China, donde la llegada de los
conquistadores y mercaderes sirvió para esparcir enfermedades desconocidas, que
provocaron decenas de millones de muertes.
FUENTE – Sputnik Moscú
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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