¿Emergencias? recurra al arte de la simulación
Juan David Montoya | Medellín |
Sebastián, tendido sobre la camilla, tiene apenas cinco años. Acaba de recibir un fuerte golpe como consecuencia de una caída desde un sitio elevado. Sus padres lo rodean mientras angustiados le preguntan por su salud a la médica que lo atiende.
Al menos así sucede en la historia que teje Jorge Granada y a partir de la cual sus estudiantes proponen preguntas que se le deben formular al paciente, procedimientos de emergencia, dosis de medicamentos.
-Este se cayó de una terraza -señala- ¿Qué tiene?- Tec -responden en coro sus estudiantes refiriéndose a que sufrió un golpe en la cabeza.
- ¿Está respirando? -pregunta la residente.
Jorge Granada le responde señalando al paciente que contrae su cavidad torácica a pesar de que es de látex. Además de reproducir la respiración de un niño y su fisonomía, el modelo computarizado imita la frecuencia cardiaca y otros signos vitales.
"El oxígeno es el mejor medicamento para frecuencia cardiaca en trauma", afirma Granada. A medida que el docente cambia las variables neurológicas, motoras, oculares, los estudiantes proponen soluciones que salvarían la vida del paciente, si Sebastián no fuera un muñeco.
Como si fuera real
A unos cuantos metros, en la sala de hospitalización del Centro de Entrenamiento Médico y Paramédico con Simuladores del CES, el doctor Mario Andrés Agudelo le enseña a sus estudiantes cómo intubar niños.
Los "voluntarios" son maniquíes que asemejan la constitución física de bebés, niños en la flor de la primera infancia y preadolescentes. Uno de ellos evidencia lesiones sangrantes, una fractura abierta en el fémur y otra más en la tibia. De acuerdo con los expertos, además de las similitudes físicas la teatralidad es un componente importante de la simulación médica.
A la sala de hospitalización del CES jamás llegan abaleados o infartados. Sin embargo, tiene los elementos básicos de un centro de atención: camilla, suero y en las paredes el color blanco característico de los hospitales.
Con un "¡lo mataste!", el profesor regresa a varios de sus estudiantes a una dura realidad con la cual se convive en los hospitales.
Mejores profesionales
"En 2009, con unos residentes de pediatría hicimos una investigación en varios centros de urgencias de la ciudad. Le preguntamos a los médicos qué tanto sabían de trauma de cráneo (TEC). El 60 por ciento no conocían guías de manejo ni protocolos", indica Mauricio Fernández.
Es por baches como éste que este profesor de pediatría considera la simulación como una herramienta fundamental. "A muchos nos tocó estar parados en urgencias esperando que llegue un trauma de cráneo y ver qué hacían con el paciente. Hoy en día simulamos primero antes de siquiera tocarlos", complementa.
Capacitación ambulante
¿Le confiaría su vida a un médico que se entrenó en juegos de rol? El consejo de expertos como Jorge Iván López, es que prefiera éstos a los que nunca lo hicieron.
En tres tráilers de tractomula, la Facultad de Medicina instaló un centro de formación rodante que a partir de la simulación enseña, incluso, a saltar de un helicóptero.
Hasta la Policía y el Ejército han incorporado este entrenamiento. Ellos, al igual que médicos, rescatistas y especialistas en atención prehospitalaria, son mejores profesionales gracias a este arte llamado simulación que ha encontrado el mejor de los espacios en los centros de formación de la ciudad.
Tomado de El Colombiano de Colombia
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