El Ministerio de Desarrollo Social implementará un plan piloto que subsidiará el consumo de energía y supergás en hogares de extrema pobreza.
La Tarjeta Mides llegará a todos los hogares en condiciones de indigencia y vulnerabilidad, sin importar que tengan menores a su cargo. Esto implica un cambio en la estrategia ya que hasta ahora solo eran beneficiarios quienes tuvieran menores bajo su cuidado. El cambio apunta a erradicar la pobreza extrema.
Además del componente alimentario, la tarjeta incluirá una Canasta de Servicios. El plan piloto que se desarrollará en Montevideo y el Interior comenzará este año. UTE y el Ministerio de Industria y Energía diseñarán políticas destinadas a educar en el consumo eficiente de energía, en virtud de que estos hogares, debido a que están “colgados” del tendido eléctrico, consumen electricidad incluso en niveles superiores a los de un hogar promedio.
Se proyecta regularizar la conexión a la red eléctrica y subsidiar la factura de UTE.
Sebastián Pereyra, director de Integración Social, explicó que los beneficiarios van a recibir una factura común, con una tarifa subsidiada en base a una categoría que se creará para tales efectos. El costo será sensiblemente inferior. El subsidio de la energía eléctrica será en su funcionamiento similar al que ya existe para el consumo de agua. Un convenio firmado con OSE ha establecido una tarifa subsidiada para los 15 metros cúbicos, que ronda en los 60 pesos.
También se implementará un plan para sustituir aquellos electrodomésticos ineficientes en hogares indigentes por gasodomésticos. “Vemos que con la Tarjeta cada uno va a un comercio y compra alimentos, pero después muchas veces en el hogar no hay condiciones adecuadas para cocinarlos y refrigerarlos. El objetivo es que para cocinar y calefaccionar sea a gas, y para refrigerar los alimentos o calentar agua para bañarse sea por energía eléctrica. A la par, hay equipos sociales y capacitaciones de eficiencia energética. Sobre todo en qué tipo de mejoras hacer para consumir de manera adecuada”, señaló Pereyra.
Para cumplir con ese objetivo, otro componente que se sumará a la tarjeta será el supergás de Ancap. “Se dividió el año -en términos de consumo- en meses de invierno y meses de verano. A cada hogar que esté en el programa, se le proporcionará durante los meses de invierno una garrafa por mes y durante los meses de verano una cada dos meses”.
“La idea de este plan piloto es evaluar durante el correr de un año entero, analizando qué sucede en los diferentes períodos del mismo, para ver qué resultados da y qué modificaciones hacer. En esto trabajamos en conjunto con la Dirección de Evaluación y Monitoreo del Mides”, indicó Pereyra.
El Mides también estudia, junto a la Intendencia de Montevideo, la posibilidad de instrumentar otro plan piloto que permita a los beneficiarios de la tarjeta comprar en ferias vecinales, donde las frutas y verduras son más baratas que en los comercios.
Dato
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, dijo ayer que no hubo “ni veto ni bajada de pulgar” para un informe del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) sobre el consumo de los beneficiarios de la Tarjeta Mides. El ministro reconoció discrepancias sobre el enfoque del informe, para lo cual se elaboró un documento conjunto con una visión global común que será publicado dentro de 15 días. Recordó que la Tarjeta Uruguay Social es un instrumento de inclusión social que se creó para “que la gente coma”.
Olesker expresó que uno de los objetivos del Mides este año está centrado en mejorar la focalización de la tarjeta, que en la actualidad llega a 71 mil personas, de las cuales 15 mil la tienen con un valor doble y se aspira a que en el correr de 2012 llegue con esa duplicación en el valor a otras 15 mil personas más.
Olesker señaló que este apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad es un esfuerzo para atender aquellas personas que viven en situación de pobreza extrema, las que fueron dejadas de lado en la década de los 90 por las políticas neoliberales aplicadas en la época.
En tal sentido, enfatizó que esas políticas dejaron a muchas personas fueras del circuito social, por ello dijo, la Tarjeta no tiene alimentos recomendados, sino que incluye alimentos que la gente quiere consumir para salir de la extrema pobreza. Olesker dijo que no es posible realizar un análisis del componente alimentario que consume una familia que vive en condiciones de extrema pobreza tomando únicamente lo que gasta con la Tarjeta. Olesker recordó que el gasto que realiza con el uso de la Tarjeta representa entre el 15 o 20% de los ingresos de esas familias.
Agregó que estas familias reciben además ingresos por otras vías, como el dinero que perciben a través de asignaciones familiares o por actividades laborales de corta duración, por lo cual resulta difícil medir el componente del gasto de estos núcleos familiares.
Olesker señaló que el 95% del gasto que se realiza con la tarjeta es para alimentos y artículos de limpieza, el 5 % restante es para gastos “no deseados”, en este caso es un gasto marginal de 40 pesos por mes y por hogar.
TOMADO DE La República de Uruguay
La Tarjeta Mides llegará a todos los hogares en condiciones de indigencia y vulnerabilidad, sin importar que tengan menores a su cargo. Esto implica un cambio en la estrategia ya que hasta ahora solo eran beneficiarios quienes tuvieran menores bajo su cuidado. El cambio apunta a erradicar la pobreza extrema.
Además del componente alimentario, la tarjeta incluirá una Canasta de Servicios. El plan piloto que se desarrollará en Montevideo y el Interior comenzará este año. UTE y el Ministerio de Industria y Energía diseñarán políticas destinadas a educar en el consumo eficiente de energía, en virtud de que estos hogares, debido a que están “colgados” del tendido eléctrico, consumen electricidad incluso en niveles superiores a los de un hogar promedio.
Se proyecta regularizar la conexión a la red eléctrica y subsidiar la factura de UTE.
Sebastián Pereyra, director de Integración Social, explicó que los beneficiarios van a recibir una factura común, con una tarifa subsidiada en base a una categoría que se creará para tales efectos. El costo será sensiblemente inferior. El subsidio de la energía eléctrica será en su funcionamiento similar al que ya existe para el consumo de agua. Un convenio firmado con OSE ha establecido una tarifa subsidiada para los 15 metros cúbicos, que ronda en los 60 pesos.
También se implementará un plan para sustituir aquellos electrodomésticos ineficientes en hogares indigentes por gasodomésticos. “Vemos que con la Tarjeta cada uno va a un comercio y compra alimentos, pero después muchas veces en el hogar no hay condiciones adecuadas para cocinarlos y refrigerarlos. El objetivo es que para cocinar y calefaccionar sea a gas, y para refrigerar los alimentos o calentar agua para bañarse sea por energía eléctrica. A la par, hay equipos sociales y capacitaciones de eficiencia energética. Sobre todo en qué tipo de mejoras hacer para consumir de manera adecuada”, señaló Pereyra.
Para cumplir con ese objetivo, otro componente que se sumará a la tarjeta será el supergás de Ancap. “Se dividió el año -en términos de consumo- en meses de invierno y meses de verano. A cada hogar que esté en el programa, se le proporcionará durante los meses de invierno una garrafa por mes y durante los meses de verano una cada dos meses”.
“La idea de este plan piloto es evaluar durante el correr de un año entero, analizando qué sucede en los diferentes períodos del mismo, para ver qué resultados da y qué modificaciones hacer. En esto trabajamos en conjunto con la Dirección de Evaluación y Monitoreo del Mides”, indicó Pereyra.
El Mides también estudia, junto a la Intendencia de Montevideo, la posibilidad de instrumentar otro plan piloto que permita a los beneficiarios de la tarjeta comprar en ferias vecinales, donde las frutas y verduras son más baratas que en los comercios.
Dato
La Tarjeta Uruguay Social (más conocida como Tarjeta Mides) comenzó como un programa en 2006 dentro del Plan de Emergencia. Cuando se instaló el Plan de Equidad en el año 2008 lo que se hizo fue pasar a toda la población que tenía la Canasta de Víveres Secos que otorgaba el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) para la población de riesgo social, al Mides. Ahí empezó a conformarse lo que es hoy el Programa Tarjeta Uruguay Social del Ministerio.
Olesker: “Ni veto ni bajada de pulgar”El ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, dijo ayer que no hubo “ni veto ni bajada de pulgar” para un informe del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) sobre el consumo de los beneficiarios de la Tarjeta Mides. El ministro reconoció discrepancias sobre el enfoque del informe, para lo cual se elaboró un documento conjunto con una visión global común que será publicado dentro de 15 días. Recordó que la Tarjeta Uruguay Social es un instrumento de inclusión social que se creó para “que la gente coma”.
Olesker expresó que uno de los objetivos del Mides este año está centrado en mejorar la focalización de la tarjeta, que en la actualidad llega a 71 mil personas, de las cuales 15 mil la tienen con un valor doble y se aspira a que en el correr de 2012 llegue con esa duplicación en el valor a otras 15 mil personas más.
Olesker señaló que este apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad es un esfuerzo para atender aquellas personas que viven en situación de pobreza extrema, las que fueron dejadas de lado en la década de los 90 por las políticas neoliberales aplicadas en la época.
En tal sentido, enfatizó que esas políticas dejaron a muchas personas fueras del circuito social, por ello dijo, la Tarjeta no tiene alimentos recomendados, sino que incluye alimentos que la gente quiere consumir para salir de la extrema pobreza. Olesker dijo que no es posible realizar un análisis del componente alimentario que consume una familia que vive en condiciones de extrema pobreza tomando únicamente lo que gasta con la Tarjeta. Olesker recordó que el gasto que realiza con el uso de la Tarjeta representa entre el 15 o 20% de los ingresos de esas familias.
Agregó que estas familias reciben además ingresos por otras vías, como el dinero que perciben a través de asignaciones familiares o por actividades laborales de corta duración, por lo cual resulta difícil medir el componente del gasto de estos núcleos familiares.
Olesker señaló que el 95% del gasto que se realiza con la tarjeta es para alimentos y artículos de limpieza, el 5 % restante es para gastos “no deseados”, en este caso es un gasto marginal de 40 pesos por mes y por hogar.
TOMADO DE La República de Uruguay
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