El mundo produce alimentos suficientes, pero a mayores precios
Cira Rodríguez César
LA HABANA (PL).— La Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce a Cuba como uno de sus miembros
más activos y dedicados.
Durante años ha sido permanente la cooperación mutua, traducida en más
de 190 proyectos con la movilización de un monto financiero de 63,4 millones de
dólares.
Al respecto. las autoridades y sobre todo por los productores en la
isla reconocen la labor del representante de la FAO, Marcio Porto, quien
concluye su misión de cinco años en Cuba, con una destacada contribución al
desarrollo alimentario del país.
Entrevistado por Prensa Latina, este hombre fascinado por la seguridad
alimentaria y la urgencia de brindar sustento a millones de personas en un
mundo globalizado, asegura que la producción es la base de la independencia
alimentaria.
Al argumentar sobre la situación de los precios internacionales de los
alimentos ratificó que "hay suficiente comida en el planeta para todos, por
eso la actual no se trata de una crisis de alimentos sino una crisis en los
precios, algo muy diferente".
"De escasear los alimentos significaría que el mundo está
produciendo menos y no es así; aun con las secuelas de fuertes fenómenos
climatológicos, los volúmenes que se obtienen alcanzan, solo que cuestan más y
el acceso para algunos es muy difícil, sobre todo para los pobres",
comentó.
Porto explicó que cuando los precios elevados se combinan con una
crisis económica, altos niveles de desempleo, las tensiones y conflictos en el
Medio Oriente, el alza del petróleo, y con un entorno de especulación financiera
los commodities (productos básicos) agrícolas se hacen más difíciles y
preocupan a gobiernos y pueblos.
Al referirse a los datos más recientes, recordó que en julio y agosto
el índice de la FAO para los precios de los alimentos se mantuvo estable, lo cual
confirma que no hay una crisis alimentaria mundial, pero la comunidad
internacional -añadió- puede y debe moverse para calmar las tensiones.
El representante de la FAO en Cuba precisó que ese indicador se disparó
el seis por ciento en julio, después de tres meses de descensos, mientras que
en agosto las cotizaciones de cereales, aceites y grasas apenas variaron,
aunque los del azúcar cayeron bruscamente.
Todo esto motivado, principalmente, por las afectaciones de la sequía
más grave de los Estados Unidos en los últimos 55 años, que pone en crisis el
80 por ciento de la producción de maíz, sin dejar de mencionar las de Rusia y
Ucrania con daños en el cultivo y la cosecha de cereales.
El funcionario de la FAO aseguró que este fue el gatillo que detonó la
actual situación, aunque se suman también "la especulación y el negocio,
cuyos resultados se verán en los precios futuros del mercado".
Por su amplia experiencia en varios países, Porto aseguró con certeza
que esta situación puede provocar un aumento en el número de personas
hambrientas, porque se dificulta el acceso a los alimentos. "Lo importante
hoy son los obstáculos en la distribución".
Insistió en que la perspectiva es mayor número de pobres en el planeta,
es una realidad previsible, porque, "un dólar que aumenten los alimentos,
para unos puede ser nada, pero para otros puede ser el sustento diario, el
trabajo, la vida".
Otro aspecto impresionante mencionado por el especialista es que la
tercera parte de la comida producida se pierde o desperdicia, ascendente a más
de cuatro mil millones de toneladas.
En las naciones pobres, por plagas, sequías y falta de recursos y
tecnologías para sembrar y cosechar adecuadamente, y en las industrializas, por
los elevados hábitos de consumo.
"Si se recuperara apenas la mitad sería suficiente para alimentar
a una gran cantidad de hambrientos", sentenció.
Consciente de la gravedad de esa situación convocó a solucionarla
mediante la educación y la formación de conciencia, en particular en los países
desarrollados, donde tanta comida va a la basura.
No obstante, aseguró que "es más fácil enseñar a los productores a
desperdiciar menos que a los consumidores a botar menos".
"El mundo necesita, urgentemente, de una seguridad alimentaria
sustentable: el acceso universal a los alimentos que cada uno necesita para
tener una vida saludable".
"En un mundo donde se dificultan la producción de alimentos y el
acceso a ellos, donde convergen los cambios en las condiciones climáticas, los
desastres naturales, la negligencia en la producción y el agravamiento de la ya
enorme brecha existente entre ricos y pobres, esto es cada vez más
difícil".
Sobre ese tema ratificó que "la seguridad alimentaria sustentable
se logra con la independencia en la producción de alimentos".
Identificado con los procesos sociales que vive América Latina, Porto
significó que son cambios tendientes cada vez más a la unidad, aspecto que
mucho puede contribuir a la seguridad alimentaria y la disminución del hambre
en la región.
"Es urgente impulsar la regionalización, trabajar, producir y
distribuir todos juntos para alimentar a los pueblos y no importar, sembrar
conciencia para un mercado común de alimentos, y así evitar las crisis en
países como los de Centroamérica".
"La integración no blindaría a la región, pero si la fortalecería
en cuanto a la disponibilidad de alimentos para todos", acotó.
CUBA TRABAJA POR SU INDEPENDENCIA ALIMENTARIA
Como representante de la FAO durante cinco años se siente satisfecho
por llegar y trabajar en Cuba en momentos en que la producción de alimentos era
y es tema central priorizado por el Estado.
"La agricultura cubana tiene mucho futuro, hay iniciativas
espectaculares y voluntad política en la ejecución de proyectos alimentarios
para intentar reducir las importaciones".
"Para todo esto cuenta con tierras, tecnologías, conocimientos y
mano de obra; lo que le falta son recursos para explotar y aprovechar todas
esas potencialidades y capacidades en beneficio de la seguridad alimentaria de
la población.
Con una misión permanente desde el 28 de febrero de 1978, la FAO ha
sido canal adecuado para encaminar proyectos de desarrollo ambiental y
económico, además de responder rápidamente a solicitudes de apoyo a los planes
de rehabilitación ante desastres naturales, con asistencia técnica y
suministros de insumos agrícolas.
"Ha sido un fructífero trabajo en favor del desarrollo
agropecuario, forestal, pesquero y acuícola del país con la firme determinación
de disminuir la importación de alimentos y respetar el medio ambiente".
Entre otros proyectos destacó la cooperación en la introducción de
prácticas productivas sostenibles y agro-ecológicas, todas en función de la
soberanía alimentaria de los cubanos, porque, como especialista, considera que
para tener alimentos hay que producir.
También como muestra de la relación en ambos sentidos que predomina en
esta cooperación, un significativo número de profesionales cubanos ha
colaborado en proyectos y acciones de la FAO en varios países en calidad de
consultores técnicos y asesores en diversas áreas.
"En esa lucha Cuba también ha colaborado con la FAO en
correspondencia con la elevada calificación de sus recursos humanos, por lo que
es creciente la presencia de sus especialistas en África, América Latina y el
Caribe".
TOMADO DE LA Granma de Cuba
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