El 12 de octubre de 1935 se fundó la Confederación Farmacéutica
Argentina y en honor a ello se celebra en el país en esa fecha, el Día del
Farmacéutico Argentino. La actividad evolucionó de los tiempos del boticario a
una profesionalización que suma especializaciones vinculadas a la salud de la
población. Con alma docente, en su despacho de Santa Fe 1186, (foto) Silvia Rodríguez
recibió a El Litoral. A cargo de la vicepresidencia del Colegio de
Farmacéuticos de Corrientes, reflexionó sobre la realidad del sector, y del rol
del especialista que va más allá de dispensar fármacos, ya que también implica
una progresiva incorporación a la tarea hospitalaria y de asesoramiento a
pacientes. Además, destacó la cruzada que impulsa la entidad por una adhesión
local a la Ley Nacional de Medicamentos que establece la comercialización
exclusiva de estos productos en farmacias, inclusive los de venta libre, estos
últimos actualmente de fácil acceso en los kioscos.
¿Cuál es el rol del farmacéutico
en la sociedad?
El farmacéutico frente a la sociedad tiene un rol importante, ya que es
el profesional de la salud que está en contacto directo con el paciente. El
paciente tiene la posibilidad de establecer una relación de confianza,
comentarle sus inconvenientes, recibir
asesoramiento y esto redunda en que el tratamiento médico resulte más
eficaz, más conveniente. Hay muchas veces que el paciente tiene más afinidad
con el farmacéutico de su barrio y se anima a consultar cosas que con el médico
no podría.
La función de la farmacia, que es un servicio social y sanitario,
constituye hoy un órgano de consulta que está a mano de los pacientes en
lugares donde, a veces, no hay otros tipos de centros asistenciales porque
están alejados y es el recurso que tiene la persona para poder evacuar sus
dudas.
¿Qué sucedió en Corrientes con la aplicación de la Ley Nacional de
Medicamentos?
Como Colegio de Farmacéuticos estamos bregando para que la Ley Nacional
de Medicamentos, para que la venta de medicamentos sólo sea en farmacias, pueda
ser tomada por la Provincia. La norma tuvo media sanción el año pasado en la
Cámara de Diputados y lamentablemente no pudo ser tratada en el Senado. Por eso
la ley no se ratificó en la provincia.
La ley nacional se fundamenta en que el medicamento no es una mercancía
común, es un bien social y tiene que estar al alcance de la población, tiene
que ser dispensado por manos idóneas y responsables. El farmacéutico es el
único profesional de la salud que responde con su título. Somos pasibles de ser
sancionados, nuestras farmacias pueden ser inhabilitadas si incurrimos en un
error en la dispensa. Todo esto hace que la seguridad con que se manejan los
medicamentos esté únicamente referida a los establecimientos farmacéuticos. No
hay control fuera de la farmacia. El canal de comercialización legal autorizado
es la farmacia. No sabemos de dónde salen los medicamentos que van a parar a
los kioscos o a las estaciones de servicio.
¿Esto es lo que se llama la trazabilidad de los medicamentos?
La trazabilidad determina desde la salida del medicamento del
laboratorio productor hasta el consumidor final que es el paciente. Lo que se
hace es seguir, mediante códigos de barras, el recorrido que hace el
medicamento. Con esto nosotros nos aseguramos de que el producto haya sido
elaborado por un laboratorio habilitado, que haya sido recibido por una
droguería habilitada, que vaya a una farmacia que esté habilitada para poder
dispensarlo de manos de un farmacéutico y así poder llegar a un paciente.
También el paciente tiene la posibilidad de ingresar a una página de Internet
para poder ver la cadena de comercialización. Esto le brinda seguridad al
paciente y a su tratamiento.
Como lamentablemente la Provincia no adhirió a la Ley Nacional, hoy en
día cualquier comercio habilitado por la Municipalidad, que tiene habilitación
comercial, puede dispensar medicamentos de venta libre. El tema es que la
diferencia entre un medicamento de venta libre y bajo receta no es lo que
determina la peligrosidad del producto. Sabemos que una aspirina mal utilizada
en el paciente puede producir la muerte. Ese tipo de medicamento no lo puede
dispensar otra persona. Un kiosquero no puede sugerir e indicar la peligrosidad
que contiene un medicamento por más que sea de venta libre.
Sumado a esto, en los kioscos no sólo encontramos medicamentos de venta
libre, también se detectó la venta de psicofármacos, con todo el riesgo que eso
trae en las adicciones. Hoy, una cosa muy frecuente de ver, es la delincuencia
relacionada con el abuso de drogas legales e ilegales y el canal de entrada son
los medicamentos mal utilizados y que se ponen a disposición en este tipo de
comercios.
¿Qué tipo de psicofármacos se comercializan y cómo llegan a los
kioscos?
Los psicofármacos se venden bajo receta. Hay que tener en cuenta que
Corrientes es una provincia fronteriza, se hacen entrar medicamentos de forma
ilegal y se consiguen. Tenemos denuncias de colegas que nos comentan que
clonazepam es lo que más se utiliza para la mezcla con bebidas alcohólicas.
Entonces no se dimensiona la gravedad de la venta en kioscos.
De igual modo, el simple hecho de tomarte una aspirina y que pueda
producirte un síndrome y puede llevarte a la muerte. De allí, el asesoramiento
del farmacéutico es necesario para el uso racional del medicamento. El
medicamento bien utilizado viene a solucionar la salud de la población; un
medicamento mal utilizado es perjudicial. Entonces se debe crear conciencia,
hacer campañas donde realmente el paciente utilice el medicamento si está
justificado el cuadro. Estamos acostumbrados a la sobremedicación, a usar
medicamentos por sugerencia de terceros y no por sugerencia del médico. Todo
eso es lo que pretende solucionar el farmacéutico con su asesoramiento. Ese es
el rol, nuestra premisa, para eso estamos formados y estamos al servicio de la
población con toda la red de farmacias, porque estamos en todo el interior. En
todos los pueblos hay una farmacia que siempre es la que está abierta y recibe
consultas.
¿Cuántas farmacias hay en Corrientes?
El Colegio tiene 150 farmacias. Pero está la Cámara de Farmacias que
nuclea a la red de farmacias y tiene otras tantas.
¿Cuántos farmacéuticos registran en la provincia?
Farmacéuticos colegiados tenemos alrededor de 80. Existen más, pero
como la matriculación está a cargo del Ministerio de Salud, no es necesario
que el farmacéutico esté colegiado.
También existe un proyecto de ley para que el colegio sea un colegio oficial y
en este caso tener el manejo de la matrícula y todas las actividades de las
farmacias pasarían por el Colegio.
Como sucede en otras
profesiones.
Somos una de las pocas profesiones que aún no tiene un colegio oficial.
Hemos presentado el proyecto pero no hemos tenido respuesta favorable, pero
nuestro objetivo es poder constituirnos como colegio oficial.
¿Dónde se encuentra el proyecto de ley de colegiatura oficial?
Lo presentamos en la Legislatura y no tuvo tratamiento. Hablamos con la
diputada Marly Brisco para que nos vuelva a presentar el proyecto, junto con el
de Colegio Médico (ellos también están tras un colegio oficial). Estamos tras
los trámites pero aún no se hizo la presentación.
De igual modo sucedió con la Ley de Medicamentos.
Exactamente. Semanas atrás estuvo el presidente de la Confederación
Farmacéutica Argentina, Ricardo Aizcorbe. Tuvimos una reunión con el intendente
Camau (Carlos Mauricio Espínola), donde le contamos nuestros inconvenientes con
la Ley de Medicamentos en Farmacias. Nos prestó su apoyo, por lo menos en la
parte de la ciudad de Corrientes. Se hizo una presentación nueva que en este
momento la tiene el concejal Estoup (Justo) para ver si la puede impulsar y
reglamentar a nivel municipal. Igualmente, a nivel de las ciudades de
Corrientes, se hacen diferentes movimientos para tratar, con sus concejales,
regular la actividad lo mejor que se pueda, pensar que el farmacéutico, dueño
de farmacia, es el que tiene la prioridad y tratar de que las grandes cadenas
dejen ocupar un espacio que realmente, legítimamente, es del farmacéutico.
¿Existen antecedentes de otras provincias como Chaco o Misiones que
adhirieron a la Ley Nacional de Medicamentos?
La mayoría de las provincias adhirieron. En realidad la ley nacional es
una ley suprema, según tenemos entendido, las provincias debieran acatarla de
forma directa. El inconveniente con la ley es que la provincia de Corrientes es
autónoma en cuanto a salud y a educación, por lo tanto necesita una adhesión
provincial. Ese fue el fundamento que nos dieron los legisladores.
¿Cuál es fundamento por el cual no se trata la ley, si lo que busca es
el resguardo de la salud de la población?
Lamentablemente hay intereses que están contrapuestos con la salud de
la población. El mercado negro, por fuera de la farmacia, es muy grande. Hay
gente que no le conviene la venta solamente en farmacias. Eso no debería ser un
impedimento porque todas las personas, los dirigentes, los políticos que están
decidiendo, deberían preocuparse por la salud de la población. Intentamos,
hemos tenido acercamientos a algunos pocos dirigentes. No muchos nos quieren
recibir. Después, en clínicas y sanatorios que deben incorporar un
farmacéutico, creen que es costoso, que es inaplicable.
Los hospitales públicos tienen la figura del farmacéutico.
Hace poco. En mayo se logró crear la figura del farmacéutico
hospitalario que antes no existía en Corrientes. Hasta entonces, Corrientes era
una de las pocas provincias que no tenía la figura del farmacéutico
hospitalario. En Chaco, el Hospital de Sáenz Peña tiene siete farmacéuticos. En
Corrientes son cuatro, uno por hospital.
¿En cada uno de los grandes hospitales?
En cada uno de los grandes hospitales de Capital. Pero están
saturadísimos de trabajo. Ahora se va a abrir un segundo hospital en Sáenz Peña
de alta complejidad, para lo que van a incorporar más farmacéuticos. La
valorización del profesional como parte del equipo de salud es diferente.
Recién nos estamos incorporando al equipo de salud. Esto va a crear la
necesidad, cuando se vea y refleje en los números, de incorporar farmacéuticos,
porque se bajan los costos, se optimizan los insumos, se optimiza el uso de
medicamentos. Se puede determinar específicamente qué medicamento se aplicó en
qué paciente, se tienen las recetas. Hoy en día en los hospitales no están
acostumbrados a realizar recetas para el consumo interno de los medicamentos y
ocurrían situaciones donde no se sabía quién lo prescribió, cuándo lo
prescribió, qué dosis le indicó. Todo eso se subsana con el farmacéutico que
lleva el control en el libro de psicofármacos, de estupefacientes. Tiene un
real control del manejo del medicamento, desde la compra hasta la
administración.
Para comercializar un psicofármaco o estupefaciente, el farmacéutico
tiene que elaborar un vale y el único habilitado para confeccionar este vale es
él. Salud Pública es la que autoriza la compra del medicamento. Esta firma, que
la debiera realizar un farmacéutico, hasta hace poco era del director médico
del hospital, pero solamente haciéndose cargo de la compra.
El vale permite el acceso al medicamento, pero el farmacéutico está
para mucho más que eso. Está relacionado e implicado en lo que es compra, la
recepción de los productos, el control de los lotes, de los vencimientos. El
farmacéutico está en todo lo que concierne al manejo del medicamento, desde la
compra hasta la administración.
Faltante de insumos
“Se atribuye la falta de insumos a una cuestión de la importaciones. En
el caso del sachet de suero, que es importado, sí puede ser una limitante, pero
hay que ser conciente y no alarmar. En la mayoría de los casos los medicamentos
de uso frecuente tienen alternativas farmacológicas que lo suplantan, que son
bioequivalentes, exactamente iguales en sus principios activo, en su
dosificación”, expresó la vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de
Corrientes, Silvia Rodríguez. “En realidad no hay que alarmar a la población.
Seguramente la falta de algunos insumos en los hospitales es preocupante, y hay
insumos importados como los que manejan los aparatos de alta complejidad, que
estos sí se ven afectados por la importación, pero en realidad en el caso de
los de uso corriente, siempre hay alternativas”, señaló.
MARIANA BLANCO
Tomado de diario El Litoral
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