sábado, 20 de octubre de 2012

EJERCICIOS SÍSMICOS se realizaron en Mendoza Argentina , ciudad establecida cerca del Aconcagua, pico mas alto de América


Mendoza completó una semana histórica de ejercicios sísmicos
El operativo, que organizaron las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile, tuvo una fuerte participación ciudadana y un impresionante despliegue logístico.
La escena se produce en la antigua estación del Ferrocarril General San Martín.(Fotos: Marcos García)
Una gruesa columna de humo negro se levanta desde un edificio. En el interior se observan llamas. Sobre la terraza, una mujer grita desesperada y un joven agita los brazos. Se oyen las sirenas de los bomberos que se aproximan. Apenas llegan, unos suben a la azotea, otros empiezan a combatir el fuego adentro y un cuerpo de rescatistas más instala sogas y las tensa para bajar a los heridos con camillas en tirolesa.
Un nuevo grupo llega con canes para buscar a posibles víctimas entre una pila de escombros. Los perros olisquean hasta ir identificando el sitio donde hay personas, que se sacan de debajo de los restos de la construcción que se derrumbó. A las sirenas de los bomberos se han sumado las de un par de ambulancias. Dos chicas se acercan gritando que sus familiares están entre las llamas.
Los rescatistas entregan las camillas con heridos a otras personas, que los llevan hasta un sitio donde se ha instalado una carpa. Allí se determina la gravedad de sus lesiones y se los ubica en distintos sectores, verde, amarillo o rojo. Se los atiende hasta que las ambulancias van llegando para trasladarlos. También se acerca un helicóptero, que levanta una inmensa nube de polvo, y luego un par más, que se llevan a las víctimas de mayor gravedad.
Como espectador, lo primero que se experimenta es conmoción. Por el humo, los gritos de los damnificados y de los familiares. También, porque aparecen personas de entre los escombros, llenos de tierra y heridos. O un rescatista baja con una soga por un muro, con alguien en su espalda, cubierto de hollín.
Luego, una sensación de confusión. Porque personas con distintos uniformes corren de un lado a otro, con heridos sobre camillas, con camillas vacías, con elementos de rescate, con instrumentos de medicina. Y se mira hacia todos lados para evitar obstruir esa tarea.
Pero finalmente se comprende que ese movimiento de decenas de personas en diversas direcciones -entre el humo, el polvo y los gritos y quejidos- se realiza de un modo ordenado. Que los diversos grupos militares y civiles que participan trabajan en forma coordinada y rápidamente. Éste era el objetivo de los diversos simulacros que se realizaron en el marco de Solidaridad 2012, un ejercicio de protección civil en caso de catástrofe que organizaron en conjunto las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile.
Del papel al territorio
En 1997, ambos países firmaron un acuerdo de cooperación para actuar si ocurriera un desastre natural o causado por el hombre. Aunque cuando se produce una catástrofe las tareas son organizadas por las autoridades civiles -Defensa Civil, en particular-, las Fuerzas Armadas pueden colaborar en algunas de ellas y aportar su entrenamiento y logística.
Y si bien en este tiempo se ha trabajado en protocolos y reglamentos de acción, se buscó comprobar estos procedimientos en la práctica para descubrir qué aspectos se deben mejorar. Uno de ellos, por ejemplo, es que habría que unificar terminologías entre las fuerzas armadas de las dos naciones.
El ejercicio partió de la hipótesis de que el lunes 15 un terremoto de importancia se había producido en Mendoza y había generado diversos daños, como el incendio y derrumbe que se simuló en un terreno de la ex estación del Ferrocarril San Martín, en Perú y Godoy Cruz. También, la caída de un puente y la construcción de un nuevo sobre la avenida Champagnat. Y el choque entre un camión con combustible en su cisterna y un vehículo particular, con derrame del líquido y el peligro de una explosión.
Para asistir a las víctimas del sismo se ensayó la distribución de ayuda humanitaria, con contenedores que se tiraron con paracaídas desde un avión Hércules y que luego eran trasladados a los sitios donde se necesitaban, enganchados en helicópteros. Estos paquetes pueden tener, según sea necesario, alimentos, agua, ropa de abrigo, medicamentos y combustible.
Además, se instaló una planta potabilizadora en el lago del Parque General San Martín que, a través de un proceso de ósmosis inversa, transformó el líquido verde en otro que se entregaba en sachets y, como corresponde, era incolora, inodora e insabora. Es que los servicios como agua, luz y gas suelen quedar interrumpidos en estas circunstancias.
Y en las instalaciones del estadio Malvinas Argentinas funcionó durante estos días el Centro de Operaciones Emergencia Provincial. En este sitio se reunieron representantes de diversas organizaciones del Estado, de las Fuerzas Armadas y de la sociedad civil para analizar posibles contingencias y modos de respuesta.
Organizar la asistencia
Los heridos del incendio, del derrumbe y del accidente fueron llevados por las ambulancias y helicópteros al hospital de campaña que se armó en el estacionamiento del estadio con carpas. Unas para los lesionados graves, que eran atendidos por los soldados argentinos. Otras para los más leves, que eran derivados para su atención por profesionales chilenos. El interior de estos espacios estaba organizado según sectores: de revisación, de internación, de recuperación y hasta de cirugía.
Los que no tenían lesiones, o apenas mínimas, eran llevados al centro de evacuados de la Armada Argentina. Aquí, debían recorrer un circuito, creado también con carpas, que comenzaba en el puesto de control, con un registro de cada persona; para pasar a la zona de sanidad donde se les hacía un chequeo general y llegar al depósito de pertenencias, donde además se les entregaba ropa, catres, mantas y otros elementos para la estadía. El sitio contaba con cocina, comedor, sanitarios, y personal capacitado para brindar asistencia médica y psicológica.
Tomado de Los Andes de Mendoza ar 

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