LA REGIÓN SE AFERRA A SU IDENTIDAD CULTURAL,
SOCIAL E HISTÓRICA A PESAR DE
LA MIGRACIÓN Comuna, un pueblo andino y bicentenario
Por Karen Carrillo - Periodista Invitado -
Ollas
artesanales fabricadas por Apolinar Colque, uno de los seis artesanos activos,
en la región de 200 años de Comuna. - José Rocha
Con un lento
caminar y menos fuerza que cuando era joven, Apolinar Colque de 80 años, mantiene su espíritu fuerte y decidido a
continuar con el legado que sus padres le dejaron hasta el momento de exhalar
su último suspiro. Él es uno de los seis pobladores de Comuna, pueblo
bicentenario y primera sección de la provincia Bolívar, que aún se dedica a la
fabricación de ollas artesanales características de la región andina. Apolinar
recuerda que comenzó desde muy pequeño por educación de su padre en la
elaboración de ollas. Antes producía 25 cada día, dice; sin embargo, ahora la
edad sólo le permite hacer 10 en un proceso de trabajo que dura varios días
desde su inicio hasta la conclusión. Según
contó el artesano, los elementos principales con los que elabora estos
recipientes son arcilla, ch’alla y agua, los que mezcla como una masa de pan y
deja una noche para compacte de manera uniforme. Al siguiente día, usando un molde base,
comienza a moldear el tamaño y la forma que tendrán las ollas, las deja secar,
para iniciar con un preparado especial, compuesto por el excremento de llama al
que prende fuego, después de cubrir las ollas con paja y dejar otra noche
cociendo estos envases, para que al día siguiente estén listos para ser
vendidos. El precio que cobra por el trabajo artesanal que realiza es módico,
la olla más barata cuesta dos bolivianos y la más cara seis. Asimismo, los
hermanos Navarro, pobladores de Comuna que decidieron migrar a la ciudad,
cuidan los recuerdos que dejaron sus padres con lienzos de la llegada de Simón
Bolívar y tejidos a los que anteriormente se dedicaban sus familiares.
“Hace ocho
años nos olvidamos de los tejidos porque fuiemos a la ciudad, pero existen
algunas mujeres en el pueblo que siguen tejiendo”, indicó Juana Navarro. Pidió
con lágrimas que sus hermanos e hijos
cuiden todo lo que sus padres dejaron, “hecho con sacrificio y que hoy
queda como un recuerdo”. Navarro dijo
que uno de los principales factores que podría permitir su retorno a Comuna es
un camino carretero, habilitado durante todo el año y no sólo en época de
invierno, ya que se tiene que atravesar el río Jatun Mayu para llegar. Entretanto, Apolinar inmortaliza con una
tristeza reflejada en su rostro la pérdida de su esposa hace ocho años, por lo
que ahora vive con una de sus hijas, ya que los demás se vinieron a la ciudad
en busca de un mejor futuro y educación, sin pensar en pedir que su padre les
enseñe el arte de la fabricación de ollas artesanales, que corre el riesgo
de desaparecer si no pasa de generación
en generación. “La cosa que a mí más me
llama la atención es que son personas muy cariñosas. Las familias que te
invitan cuando hacen fiesta, saben compartir y te hacen sentir parte de la
sociedad”, aseveró el párroco del lugar, Paulo Archeti. Comuna actualmente atraviesa un proceso de
transición en el que los 300 comunarios que aún quedan en el lugar, en su
mayoría personas adultas mayores, tratan de conservar el legado histórico,
social y cultural que queda, reflejado en sus calles, casas, vestimenta, fe
religiosa, agricultura y comidas. Según el sacerdote es una comunidad que sufre
del proceso de la migración de la juventud, ya que sólo cuenta con alrededor de
20 estudiantes en la escuela multigrado.
Comuna es una de las comunidades de tipo colonial más antigua de la
provincia Bolívar, está rodeada por una planicie en la que alrededor se
encuentran macizos de cordillera andina. Sus
principales festividades son San Juan Bautista (24 de junio) y Santa Lucía
(13 de septiembre). Los pobladores que aún viven en el lugar se dedican
principalmente a la pequeña agricultura, son muy pocos que encuentran una
fuente de lucro en los tejidos y ollas artesanales. Entre sus platos
tradicionales están la sopa de galapiri, chague y sajta de papalisa.
HISTORIA DE
LA PRIMERA SECCIÓN DE BOLÍVAR
El 24 de
junio de 1814, el padre Antenor Guzmán y el doctor Felipe Miranda fundaron la
población de San Juan de Comuna. El lugar, conocido actualmente con el nombre
de Comuna tiene 300 pobladores. En un principio Comuna perteneció a la
provincia del Arque; sin embargo, mediante la Ley Nº 704 del 31 de enero de
1985 se creó la penúltima provincia de Cochabamba, con el nombre de Bolívar,
del que Comuna pasó a constituir su primer cantón y parte de su jurisdicción. Comuna
es un pueblo conformado netamento por piqueros, quienes construyeron sus casas
al estilo colonial: con techo de paja, paredes de tapial junto a piedras
talladas, acabado con revoque de barro, calles angostas soladas con piedras,
una plaza cuadrada y un templo típico de este estilo. TOMADO DE LOS TIEMPOS DE
BOLIVIA
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