LAS FUMIGACIONES
DUPLICAN LA TASA NACIONAL DE MUERTE POR CANCER
La inseguridad en el campo
Un informe del Ministerio de Salud cordobés sobre muertes
por tumores cancerígenos determinó que la mayor tasa de fallecimientos se
produce en las zonas donde se utilizan transgénicos y agroquímicos. La tasa
duplica el promedio nacional. Autor: Darío Aranda
La investigación oficial en formato libro se titula Informe
sobre cáncer en Córdoba 2004-2009, elaborado por el Registro Provincial de
Tumores y por la Dirección General de Estadística y Censos. Fue presentado en
la Legislatura por el ministro de Salud, Francisco Fortuna, y el director del
Instituto Oncológico Provincial, Martín Alonso.
El parámetro internacional es calcular fallecimientos por
cada 100 mil habitantes. La media provincial es de 158 muertes por cada 100 mil
habitantes, y en Córdoba Capital es de 134,8. Pero cuatro departamentos
cordobeses están muy por arriba de esos índices: Marcos Juárez (229,8),
Presidente Roque Sáenz Peña (228,4), Unión (217,4) y San Justo (216,8). Es la
llamada “pampa gringa”, zona emblemática del agro de Córdoba.
Según la Agencia Internacional para la Investigación del
Cáncer (dependiente de la Organización Mundial de la Salud), en su último dato
de 2012 la mortalidad de Argentina es de 115,13. La mitad de lo que se padece
en Marcos Juárez (229,8). Fernando Mañas es doctor en Biología y forma parte
del Grupo Genética y Mutagénesis Ambiental de la Universidad Nacional de Río
Cuarto, que investiga el efecto de los agroquímicos. No cree que sea una
coincidencia el mapa del cáncer en zonas agrícolas: “Existe evidencia de
elevados niveles de daño genético en habitantes de Marcos Juárez, que podrían
deberse a una exposición involuntaria a agroquímicos”. Los investigadores de Río Cuarto estudian desde hace
ocho años pueblos de Córdoba y confirmaron, con quince publicaciones
científicas, que las personas expuestas a agroquímicos padecen daño genético y
son más propensas a sufrir cáncer. Mañas recordó que en Marcos Juárez se
detectó glifosato (y su principal producto de degradación, AMPA) en lagunas,
suelos e incluso en agua de lluvia. La investigación del gobierno de Córdoba
ordena el mapa del cáncer según grupos por nivel de fallecimientos. La “pampa
gringa” (todo el este provincial) se ubica en el primer segmento. El segundo
estrato le corresponde a los departamentos de Río Cuarto, General San Martín,
Juárez Celman, Tercero Arriba y General Roca. Los fallecimientos van de 180 a
201 por cada 100 mil habitantes, tasas que superan la media provincial y
nacional. Este segundo estrato también tiene la particularidad de dedicarse a
la agricultura industrial. El gobierno provincial hizo hincapié en las estadísticas
globales de incidencia (nuevos casos) y las comparó con otros países (la
provincia se mantiene en un promedio), la estratificación por edad y sexo, y
localizaciones de los tumores. Dejó en un segundo plano la vinculación entre
alta mortalidad y zonas agropecuarias. En Córdoba existe un gran debate por la
instalación de Monsanto en la localidad de Malvinas Argentinas. Damián Verzeñassi es médico y docente de Salud
Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario. Es uno de los
responsables del “Campamento Sanitario”, una instancia educativa que consiste
en que decenas de estudiantes del último año de la carrera de Medicina se
instalen en una localidad durante una semana y realicen un mapeo sanitario. “El
estudio de Córdoba coincide con los dieciocho relevamientos que realizamos en
localidades de agricultura industrial. El cáncer se ha disparado en los últimos
quince años”, afirmó Verzeñassi. El docente universitario cuestionó el discurso
gubernamental y empresario. “Siguen exigiendo estudios sobre algo que ya está
probado y no toman medidas urgentes de protección a la población. Hay sobradas
evidencias de que el modelo agropecuario tiene consecuencias sanitarias,
estamos hablando de un modelo de producción que es un enorme problema de salud
pública”, reclamó. Avila Vázquez, de la Red Universitaria de Ambiente y Salud,
detalló una decena de estudios científicos que prueban la vinculación entre
agroquímicos y cáncer, y también enumeró una treintena de pueblos en donde
registros oficiales confirman el aumento de la enfermedad: Brinkmann,
Noetinger, Hernando (Córdoba) y San Salvador (Entre Ríos), entre otros. “Las tabacaleras
negaban la vinculación entre fumar y cáncer, llevó décadas que reconocieran la
verdad. Las corporaciones de transgénicos y agroquímicos son iguales que las
tabacaleras, mienten y privilegian sus negocios por sobre la salud de la
población”, denunció Avila Vázquez y reclamó como medidas iniciales urgentes:
prohibir las fumigaciones aéreas, que no se realicen aplicaciones terrestres a
menos de 1000 metros de las viviendas y prohibir depósitos de agroquímicos y
maquinarias fumigadoras en las zonas urbanas.
ANEXO: Fuente: La Voz del interior ref/ Ministerio de
Salud Pcia Córdoba TOMADO DE ENVÍO DE RENACER
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