Principales problemas energéticos en el país son por falta
de inversión de las empresas privadas
Nuestra realidad es clara y concisa: tenemos una matriz
sucia, vulnerable y de alto costo. Pero, según los expertos, tenemos
potenciales enormes en las energías renovables no convencionales. Todavía hay
tiempo
para enmendar el rumbo. .
para enmendar el rumbo. .
Tras el rechazo del megaproyecto de Hidroaysén se ha
acentuado una verdadera campaña del terror de parte de sectores interesados en
que el país continúe con un sistema energético dominado por las empresas
privadas que manejan, a la vez, la generación, transmisión y distribución de
electricidad en el país, que les permiten alcanzar grandes rentabilidades al
año.
Lo dicen los estudiosos del tema, que los problemas
energéticos que estamos teniendo son resultado de una pésima gestión de las
propias empresas privadas, que de lo único que se preocupan es de sus
rentabilidades y, en el caso de la transmisión, curiosamente no se han
preocupado de invertir lo que corresponde.
"Falta
dinamismo"
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, ha sido muy crítico
con el rol de las eléctricas, apuntando a la falta de políticas de crecimiento
por parte de las compañías del sector. Así lo planteó ante la Comisión de
Minería y Energía del Senado, donde señaló que esto las ha llevado a no
invertir una parte suficiente de los "importantes flujos de caja que han
generado en los últimos años". En su opinión, esta es una de las causas
principales de los altos costos de la energía en el país. "Falta dinamismo
en la inversión y las empresas eléctricas hablan de factores externos, de la
judicialización y de los problemas con las comunidades, pero este país es el
mismo para las mineras, que invierten gran parte de su flujo de caja, pero
vemos que la mayor empresa del sector eléctrico -aludiendo directamente a
Endesa- destina en promedio sólo el 23% de su flujo de caja a inversión y
pensamos que algo pasó con ellos".
Un país rico
El ambientalista Juan Pablo Orrego acusa que también
"el problema de la carbonización es culpa de ellos. Cómo puedes entender
que en el siglo 21 Chile, uno de los países más ricos del planeta, tierra rica
en energías renovables no convencionales (ERNC), no las esté utilizando". Otro
experto en energía como Miguel Márquez, Director Ejecutivo de energía
inteligente Ltda. y Director de Energía y Medio Ambiente de la Fundación
Progresa, advierte que "de no asumir los necesarios cambios tecnológicos
-tanto los responsables de la política energética, como las empresas-, de
instaurar nuevos modelos de negocios (en que ganen todos) y, en suma, de nuevos
esquemas de funcionamiento de los mercados, nuestros hijos y nuestro medio
ambiente pagarán cada vez más por la energía que requerirán. Salvo que la
ciudadanía utilice su legítimo derecho de movilización, tal cual lo ha hecho
contra Hidroaysén, las centrales a carbón y la nucleoelectricidad". El megaproyecto de Hidroaysén consideraba
cinco represas y la inundación de miles de hectáreas para su funcionamiento. El
resultado era inyectar más energía cuando la crisis llegara.
Una vida sensata y
buena
Para Luis Mariano Rendón, coordinador de Acción Ecológica,
la decisión de los ministros viene a cumplir las promesas de campaña de la
Presidenta de la República, además de ser la oportunidad para abrirse a nuevas
fuentes energéticas. En su opinión, la supuesta crisis energética no es tal.
Según él, todo se origina cuando los "expertos" consideran que hay
que duplicar la cantidad de electricidad generada para el 2030, y si no se
logra entraríamos a una crisis de desabastecimiento, escenario donde calza y se
justifica la implementación de la central. "Bajo esa premisa se dice que
necesitamos grandes obras. Nosotros cuestionamos eso, no creemos que tengamos
que producir el doble de energía que hoy. Es posible, con una política
sustentable, tener energía suficiente para una vida sensata, buena, sin la necesidad
de las destrucciones que significan estos proyectos", explicó el
ecologista a Cambio21.
Energías Renovables
No Convencionales
En la lista de opciones para diversificar nuestra matriz
energética figuran las Energías Renovables No Convencionales (ERNC), la
eficiencia energética y otras. En el caso de las ERNC, éstas son descalificadas
incansablemente por sus supuestos altos costos. Juan Pablo Orrego reconoce que
es una alternativa cara en cuanto a la inversión inicial, pero explica que
"en términos de país la dirección que debiera adoptar Chile, pero con una
voluntad política feroz, es desplegar las energías renovables no convencionales.
Tenemos potencial solar infinito. Las nuestras son de las radiaciones solares
de la más alta calidad e intensidad de todo el mundo, porque los cielos del
norte de Chile, debido a la corriente de Humboldt, son los más transparentes
del orbe. Tenemos un potencial geotérmico enorme. Los dos inutilizados. Hoy
Chile tiene quizás 60, 80 megawatts en parque eólico. No hablemos de que no
tenemos energía oceánica, olas, corrientes, mareas. Es muy pionero es una
cuestión que está entrando en vigencia de a poco"
.Añade a Cambio21 que "la energía solar no tiene costo
de operación una vez que tu construyes, en este momento aún es cara, pero está
cambiando todo esto. Están disminuyendo los precios porque hay un tema de
escala de madurez de oferta de las tecnologías. Entonces, el costo de inversión
es elevado, es cierto, versus una mega hidroeléctrica. Sin embargo, una vez que
se echa a andar la planta no tienes costos de operación, porque el sol es
gratis". El ambientalista asegura que "en este momento no estamos
enfrentando una situación energética gravísima en Chile. Lo que pasa es que hay
problemas de precio, producto de la ley eléctrica de 1982 y de todos los
errores que se han cometido en política energética desde la dictadura hasta el
día de hoy, que se le entregó el desarrollo energético al mercado y a las
empresas privadas que lucran con la venta de electricidad".
No hay sequía de
proyectos
La ex candidata presidencial y ambientalista Sara Larraín,
respecto de la situación que se visualiza sobre el déficit energético, aclaró
que ello no significa que haya "una sequía de proyectos. Hoy nosotros
tenemos prácticamente unos 2.000 mil megawatts en construcción y
aproximadamente 10.000 mega con estudios de impacto ambiental aprobados, que
pueden empezar a construirse en cualquier minuto. Esas son cifras oficiales,
entonces no hay problema de centrales de generación. Lo que hay es una
estrechez y una dificultad en las líneas de transmisión, porque el sector
empresarial no ha hecho las inversiones. La ley general de servicios eléctricos
le entrega al sector privado la generación, la transmisión y la
distribución".
Larraín enfatizó a Cambio21 que la infraestructura de
transmisión actual "de una u otra forma ha ido generando una matriz cara,
sucia y con un sistema de tarificación que es súper poco transparente. Porque
no es posible que a todos los chilenos se les esté cobrando toda la energía a
precio de petróleo, cuando sabemos que este es el último que entra para cubrir
los peak (al fijar la tarifa), porque es más caro; resulta que a la gente se le
está cobrando todo a precio de petróleo, en circunstancias que hay un
porcentaje importante de híbrido, otro porcentaje de carbón y otro de gas
natural. Entonces aquí también hay que echarle mano a una reforma al sistema
tarificación marginalista".
Lo importante de la decisión del Consejo de ministros de
rechazar Hidroaysén -enfatiza- "es una tremenda lección de que el Estado
va a tener que ponerse las pilas, no acoger a tramitación cuando falte
información en los proyectos, porque o si no se pasan ocho años con los
aparatos del Estado preocupados y gastando tiempo, que pagamos todos los
chilenos, para revisar este proyecto. Estamos en una situación en que se ha
puesto en tela de juicio cómo ha funcionado el Estado y éste va a tener que
mejorar su funcionamiento en esta área y ver cómo nos permite realizar un
desarrollo eléctrico pensado con participación ciudadana, con proyectos bien
evaluados. Aquí hay una oportunidad de ir hacia un desarrollo eléctrico que
responda más al interés público, al bien común y no solamente al lucro
empresarial".
El problema no es
insalvable
María Isabel González, gerente general de Energética,
comentó a Cambio21 que en relación a Hidroaysén "entiendo que hubo
razones, tal como lo han dicho no sólo el ministro de Medio Ambiente sino
también el de Energía, que había falencias en el proyecto y que, por lo tanto,
lo que correspondía, desde la perspectiva ambiental, era el rechazo". Sin
embargo, la experta cree que "esta situación es una mala noticia desde la
perspectiva del abastecimiento eléctrico. Si bien este proyecto iba a estar
operando en 10 años más, para entonces nuestros consumos se van a haber
duplicado y, por lo tanto, esa energía se requiere. En el fondo, el plazo de
los 10 años da tiempo como para instalar otro tipo de unidades, como las
centrales termoeléctricas, que son las que pueden reemplazar, efectivamente, a
estas centrales de embalse. Por lo tanto, el problema no es insalvable y el
efecto en precios tampoco debiera ser relevante, fundamentalmente porque el
sistema marginalista de precios que tenemos en Chile y en muchos países,
determina que el precio de la energía eléctrica corresponde al costo de generar
el último kilowatt hora que requiere el sistema".
Añade que "éste casi nunca es generado por centrales
hidroeléctricas, porque siempre es necesario tener, por seguridad, una
participación de las centrales termoeléctricas. Y el costo de generar el último
kilowatt hora es más alto, porque corresponde al costo variable de generar una
central termoeléctrica, que requiere un combustible. Es más alto que una
central hidroeléctrica, porque con ésta son mínimos los costos de operación,
fundamentalmente son de inversión. Entonces el efecto en precios no debiera ser
tan fundamental si esa energía es reemplazada por centrales eficientes, llámese
centrales a carbón y dependiendo del precio del gas natural y o centrales a gas
natural".
Centrales
termoeléctricas
González destaca que lo malo de que se haya rechazado
Hidroaysén es que "muchos sectores lo pueden interpretar como que es un
freno al desarrollo hidroeléctrico. Y resulta que en Chile el recurso con que
contamos es la hidroelectricidad, porque no tenemos petróleo ni gas natural; sí
hay carbón en el extremo sur, pero no de tan buena calidad como los importados.
No aprovechar ese recurso propio sería bastante poco inteligente, por decir lo
menos", dijo. "Para los precios de la energía eléctrica, más importante
que las centrales hidroeléctricas o las centrales eólicas o solares son las
centrales termoeléctricas, esas son las que fijan precios. Por lo tanto,
oponerse al desarrollo termoeléctrico es un mal negocio para cualquier
chileno", señaló en relación a los altos valores que podrán alcanzar las
tarifas eléctricas.
Chilectra y la demanda histórica de potencia
Casualidad o no, Chilectra informó, un día después de que
fuera rechazado Hidroaysén, que la demanda de energía de la zona de concesión
de la compañía, compuesta por 1,7 millón de clientes de 33 comunas de la Región
Metropolitana, registró la demanda máxima histórica de potencia, la que alcanzó
los 2.936 Megawatt (MW).
Esta cifra equivale a un crecimiento de 9,8 por ciento
respecto de la demanda máxima alcanzada el 5 de julio de 2013. En la misma
línea, el miércoles 11 de junio la energía total demandada también se convirtió
en la máxima histórica, con 53,7 Gigawatt por hora (GW/h), superior en 2,7 por
ciento a la de agosto de 2013, cuando marcó 52,3 GW/h. Según Chilectra, estas
cifras se explican producto de la marcada estacionalidad invernal en que la
demanda de energía se ha incrementado en gran medida por el aumento del uso de
equipos de climatización, específicamente para calefaccionar los hogares,
desplazando otros tipos de energía.
Pero sin duda que lo más importante es que la gente cuente
con el suministro energético lo que no ha ocurrido en las últimas dos semanas
en que varias comunas, por tanto cientos de hogares, estuvieron sin luz. Lo peor
de todo es que fue en días de lluvia y mucho frío viéndose perjudicadas sobre
todo las familias que cuentan con estufas eléctricas porque no pueden usar otro
tipo debido a que contaminan el ambiente y los niños y adultos mayores no
pueden exponerse, pero en estos casos, cuando se corta la luz quedan sin
calefacción lo que también influye en la salud de la población.
En todo caso, Chilectra no ha entregado una respuesta
concreta respecto a las razones de los últimos cortes de energía, que no solo
ocurren en la Región Metropolitana sino también en el resto del país. TOMADO DE
CAMBIO 21 DE CHILE POR SUGERENCIA EN ENVIO DE BOLETIN GAL
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