Sinaloa. Muestras de Conspiración Casual.
Reventar la Realidad. Un caso...
Ernesto Alonso López / CriticaPolitica.MX
www.ernestoalonsolopez.com
Mucha gente le saca la vuelta a la política... Es innegable.
No sólo es la falta de confianza que siembran los políticos
tradicionales por su sempiterna y soberbia actitud, con sus resoluciones. No
sólo es la desconfianza profunda en lo político. También se sabe que en
política se integra uno al gremio de saberse en medio de una cena de lobos,
donde se es el plato fuerte, la entrada y el postre. Y si uno no es la cena,
por lo menos habrá caca gourmet, para comer, sin hacer gestos, donde la bebida
se sirve al instante, una vez que nuestra propio asco fue regurgitado en un
vaso pletórico de lo que nosotros mismos mascamos, como vacas en pradera de
pastura. Qué descripción tan fuerte, ¿no?... Y precisamente es que se ocupan
cuatro estómagos - o más- de vaca, para soportar a la política tradicional,
dicen
Así es. La política tradicional implica contradicciones,
incoherencias, cambiar de opinión, según convenga...
Sabemos que en la política, sus personajes distinguidos, así
como dicen un día una cosa, al siguiente pueden decir otra y al tercer día
resucitar y negar todo lo que afirmaron.
La gente ya sabe que esos políticos de siempre, son un poco
como los truchimanes. Sí, TRU-CHI-MA-NES. Es una palabra que se usa poco
actualmente, pero que se refiere a alguien que es astuto, sagaz y algo
aprovechado.
En Sinaloa, México, a los truchimanes de la política les
decimos que son ladinos, que tienen más salidas que un cerco viejo, que tiran
mucha saliva, o sea que son medio lenguaraces que les encanta quedar bien y que
no importa la situación, siempre tratarán de dar una buena idea de su persona,
aunque todo mundo sepa que son pobres truchimanes y rateros colados a la
"polaca".
Po-la-ca. "Polaca" es un término vulgar y popular
para referirse en México a la política. Nada tiene de relación con Polonia. La
"polaca" como remedo burdo de la política.
Los truchimanes como actores de la "polaca". Los
truchimanes son como los gatos: aunque los lancen al vacío, siempre encuentran
la manera de caer en pie y sin heridas.
Ser "polaco" y "truchiman" no es tan
complicado. Lo que es difícil es hacer política, pues al ejercer el poder, se
debe escoger el mal menor, todos los días. Cosa curiosa.
Los hombres y mujeres que trabajan para el Estado, que
tienen características de truchimanes, deben beneficiar a una cierta clase
dominante, con la que tienen compromisos, por encima de los intereses sociales.
A estas familias truchimanezcas de la "polaca" y que las revoluciones
culturales, pacíficas o por medio de las armas, tardan décadas en desactivar de
los regímenes en turno, les place organizarse en grupos, lo que deriva en
ejercer la política grupusculera de truchimanes, o sea la polaca de grupos, con
todas las incoherencias que esto implique, donde los líderes son en función de las
migajas que dejan a los demás, con el pretexto del bien público.
En la "polaca grupusculera" los amigos torpedean a
sus amigos, pero también a sus adversarios y a veces los enemigos resultan más
amigos que los de confianza, pero no se sabe si por razones profesionales o de
uso de información privilegiada. ¡Es la fiesta de la paranoia, caramba!...
Incluso, la polaca no es mediocre, porque nadie quiere como
ejemplo a mediocres liderando la sociedad, cualquiera que sea.
Dicen que en política, la mejor defensa es el ataque y si
éste proviene desde dentro, mejor, culpando a los demás.
Termino: "Mientras los medios de control y la
manipulación, la ignorancia, la maldad, el odio, la arrogancia, la mentira, el
conformismo, la industria del entretenimiento, el cine, la radio, la música, la
televisión, la web y sus redes sociales, la moda, la opinión pública, las
empresas, las instituciones políticas, científicas y religiosas de este mundo,
sigan pervirtiendo la percepción humana, el ser humano seguirá lejos de la
verdad, lejos del conocimiento genuino, de la razón y de su alma. Lejos de su
libertad", op. cit. ¡Hagamos política!... TOMADO DE ENVIO DE NETO
PERIODISTA
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