ROTACIÓN Y ASOCIACIÓN DE CULTIVOS:2 PRÁCTICAS
TRADICIONALES PARA POTENCIAR SU HUERTA
El principio fundamental de la rotación es muy
simple: alternar los cultivos que tengan tipos de vegetación, sistemas
radiculares y necesidades nutritivas diferentes.
|
La rotación y asociación de cultivos son muy importantes
para conservar la salud del suelo de su huerta. Si bien con la llegada de la
tecnología y el monocultivo, estas dos prácticas de la agricultura tradicional
se fueron perdiendo con el tiempo, ambas favorecen el desarrollo natural de los
vegetales, sin utilizar agregados químicos.
Hoy usted puede probarlas en el huerto de su casa y luego
comentarnos sus resultados. Un huerto ecológico en el hogar puede cumplir
diversos roles, tales como ser un espacio de recreación y de aprendizaje si le
enseñamos a cultivar a nuestros niños. Además de ello le hace ahorrar dinero y
los resultados son productos totalmente orgánicos, sanos y naturales.
Un huerto ecológico en el hogar puede cumplir
diversos roles, tales como ser un espacio de recreación y de aprendizaje…
|
Siendo tantos los beneficios que trae aparejado cultivar en
nuestro propio huerto, tenemos que considerar que este sea un espacio
biodiverso (que tenga flores, raíces, plantas aromáticas y otros vegetales),
otro principio de la agroecología o agricultura ecológica. Asimismo, para
obtener mejores rendimientos le brindamos algunas recomendaciones con respecto
a estas prácticas de la agricultura tradicional, continuando con nuestra
tendencia de “volver a lo natural”.
Rotación de cultivos
Esta práctica consiste en alternar plantas de diversas
familias y con distintas necesidades nutritivas, en un mismo lugar durante
distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que se perpetúen las
enfermedades que afectan a un tipo de planta.
El principio fundamental de la rotación es muy simple:
alternar los cultivos que tengan tipos de vegetación, sistemas radiculares y
necesidades nutritivas diferentes. Las raíces de las diversas plantas que se
sucederán podrán explorar todas las capas de la tierra y usar en proporciones
equilibradas todos los elementos que contienen.
Por ejemplo, podemos hacer que se sucedan plantas con
diferentes tipos de vegetación:
• Hortalizas de hoja verde: acelga,
achicoria, ajo, apio, cardo, cebolla, col, diente de león, espinaca, hinojo,
lechuga, puerro y valeriana.
• Hortalizas de raíz y tubérculos: nabo, patata,
rábano, remolacha, salsifí y zanahorias.
• Hortalizas de fruto: berenjena, calabaza,
melón, pepino, pimiento, sandía y tomate.
• Leguminosas: haba, judía, lentejas,
arvejas y garbanzos.
Sin embargo, debemos evitar que se sucedan dos plantas de
tipo vegetativo diferente pero pertenecientes a la misma familia botánica, por
ejemplo:
image:
http://www.pregonagropecuario.com/assets/images/upload/apio_cultivo.jpg
El apio pertenece a la familia de las umbelíferas.
(Worms)
• Acelga, espinaca y remolacha (familia de las
quenopodiáceas)
• Apio y zanahoria (familia de las umbelíferas)
• Achicoria, diente de león, lechuga y salsifí (familia
de las compuestas)
• Papa y tomate (familia de las solanáceas)
Otra recomendación es cultivar una planta leguminosa si es
posible cada dos años, ya que esta enriquecerá la tierra en nitrógeno. Asimismo
es conveniente alternar los cultivos exigentes (que requieren un abonado
orgánico abundante) con cultivos menos exigentes (que necesitan una fertilización
orgánica moderada).
Algunos ejemplos de “plantas exigentes” son: apio, calabaza,
col, espárrago, maíz, papa, pepino y puerro y algunos de “plantas menos
exigentes” son: acelgas, achicoria, cebolla, diente de león, espinaca, arveja,
judía, lechuga, lenteja, rábano, remolacha, zanahoria y la mayoría de las
plantas aromáticas.
Asociación de cultivos
El asociar las plantas para que se ayuden mutuamente es una
práctica conocida desde siempre. Lo que busca la agricultura ecológica es
volver a recuperar los conocimientos tradicionales sobre las asociaciones de
plantas.
2 FOTO El asociar las plantas para que se ayuden
mutuamente es una práctica conocida desde siempre. (Worms)
La plantación conjunta de distintos cultivos tiene el
propósito de que estos se ayuden entre sí en la captación de nutrientes, el
control de plagas y la polinización así como en otros factores que mejoran la
productividad agrícola. Esta práctica es un ejemplo de policultivo.
Asociar las plantas entre sí presenta múltiples ventajas ya
que no todas ellas compiten por la luz y el agua…
Asociar las plantas entre sí presenta múltiples ventajas ya
que no todas ellas compiten por la luz y el agua, sino que por el contrario,
pueden complementarse:
– La tierra, el espacio y el agua siempre son mejor
utilizados en cultivos asociados que en monocultivos ya que algunas plantas
crecen en altura, mientras que otras cubren el suelo; algunas tienen raíces que
se hunden profundamente, mientras que otras envían sus raíces horizontalmente.
Las plantas a las que les afecta el sol aprovechan la sombra de las que lo
buscan. Es decir que no se desaprovecha nada, ni la energía solar, ni la
tierra, ni el agua.
– Los ataques de parásitos son casi siempre más débiles en
cultivos asociados que en monocultivos.
– Hay menor invasión de hierbas adventicias al quedar el
suelo muy rápidamente ocupado en tu totalidad.
– En ciertas asociaciones las plantas ejercen una acción
benéfica mutua.
– El rendimiento es siempre más elevado en un cultivo
asociado: los incrementos son a menudo del orden del 50% y pueden llegar al
100% o aún más.
Les brindamos a continuación algunas posibles sugerencias de
asociaciones:
Gramíneas y leguminosas
La practican los agricultores de todos los países y sus
efectos benéficos son reconocidos. Las raíces de las leguminosas excretan
aminoácidos que pueden ser absorbidos directamente por las raíces de las
gramíneas asociadas. Las gramíneas (cereales) y las leguminosas son los dos
cultivos más importantes para la alimentación humana, por lo que no es
sorprendente que nos encontremos con esta asociación por todas partes.
Entre los cultivos hortícolas, el ejemplo más clásico es la
asociación de maíz y judías que los indios americanos han practicado durante
milenios. El maíz puede ser utilizado como tutor para las judías de enrame,
esperando hasta que el primero tenga unos veinte centímetros de altura para
sembrarlas. Los indios añadían a menudo una tercera planta, la calabaza o
zapallo, que ocupa el suelo horizontalmente entre los pies del maíz y las
judías, y se beneficia un poco de la sombra. Esta asociación redunda en
excelentes resultados.
Hortalizas de crecimiento rápido y de crecimiento lento
Para utilizar la superficie de la mejor forma posible y
producir lo mismo en un espacio mucho menor. Veamos algunos ejemplos:
• Zanahorias con lechugas y rábanos: Es muy frecuente
sembrar en primavera una mezcla de semillas de zanahoria, rábano y lechuga.
Primero se cosechan los rábanos y después las lechugas, dejando el sitio libre
para las zanahorias. Otra forma es sembrar en el exterior sobre una parcela de
1,20 de ancho tres hileras de rábanos o de lechugas entre cada dos hileras de
zanahorias.
• Coles y lechugas: Se siembra una hilera de
lechugas entre cada dos hileras de coles y, dentro de las hileras de las coles,
una lechuga entre cada dos coles.
• Zanahorias y nabos: Las sembramos en hileras
alternas, los nabos son cosechados antes que las zanahorias hayan alcanzado su
pleno desarrollo.
Algunos otros ejemplos de asociaciones de cultivos son:
• Zanahoria y puerro: Esta asociación se
considera eficaz para repeler a la vez a las moscas de la zanahoria y la del
puerro.
• Zanahoria y cebolla: Alternadas, sembraremos
tres hileras de cebolla y dos hileras de zanahorias, o a la inversa,
distanciando 25 cm en las hileras.
• Leguminosas y otras familias: Las leguminosas
de huerta, como arveja, haba, judía o lenteja, se asocian bien, no solamente
con las gramíneas, sino con la mayoría de las hortalizas. La asociación de
arvejas, judías o habas, con coles o zanahorias en hileras alternas se
considera particularmente beneficiosa.
• Tomate y cebolla: Se plantan en primavera una
hilera de cebollas en medio de la parcela de 1,20 m destinada a recibir los
tomates, éstos últimos se plantan a su distancia habitual en una hilera a cada
lado de la hilera de cebollas, a 35 o 40 cm de éstas.
• Cebolla y fresa: En hileras alternas.
El deterioro de la cubierta vegetal, la erosión del suelo y
el incremento de su salinidad, la pérdida de biodiversidad, la resistencia
constante de plagas y enfermedades agrícolas, las recurrentes inundaciones y la
contaminación del aire, son solo algunas de las múltiples consecuencias de la
agricultura basada en agroquímicos y del uso de grandes cantidades de energía.
La agroecología es lo opuesto, es cultivar de forma natural
dejando que la naturaleza equilibre sola todos sus elementos. Usted puede
comenzar ahora mismo desde su casa con su huerta ecológica y demostrar que sí
se puede volver a lo natural.
Fuente: http://www.wormsargentina.com/
- TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
No hay comentarios:
Publicar un comentario