EL AVISTAJE DE PÁJAROS SE VUELVE TENDENCIA
El bird watchinges un hobbie que genera fanatismo porque
ofrece la posibilidad de viajar y conectarte con la naturaleza
Por Lucia Tornero | Para
Revista OHLALÁ!
"Why do birds suddenly appear, everytime you are
near?", dice la canción de The Carpenters, como metáfora de la aparición
de pajaritos cuando el otro está cerca. Y si bien el amor genera esa sensación,
observar aves despierta muchísimas otras, como relajación, bienestar y
equilibrio emocional. De hecho, una investigación realizada en conjunto por
expertos del Reino Unido y Australia comprobó que mirar aves y escuchar su
canto previene distintas patologías como la depresión, la ansiedad y el estrés.
VOLÁ LOS PREJUICIOS
"¿Avistaje de aves? ¡No seas nerd!"..., es uno de
los cuestionamientos que seguramente recibas si querés iniciarte en esto. En
nuestro imaginario, asociamos la actividad a gente más grande, pasados los 60,
a la que después de jubilarse no le queda otra que buscarse algo para hacer.
Sin embargo, en Inglaterra -uno de los países más fanáticos- las encuestas
indican que parece ser de las actividades más trendy entre los jóvenes de entre
16 y 32 años.
Por acá, la movida del birdwatching está sumando cada vez
más seguidores. A nivel local, sabemos que la cantidad de observadores de aves
supera las 30 mil personas. Y Argentina también es uno de los destinos
más aclamados entre los que saben. La actividad atrae a 30 de las 78 millones
de personas en todo el mundo dedicadas a esto. ¿El atractivo? Más de
mil especies habitan nuestro país (10% de las aves del mundo) y tenemos 275
AICAS (Área Importante para la Conservación de las Aves). De hecho,
Buenos Aires es una de las capitales del mundo donde mayor cantidad de especies
se pueden observar. Solo en la Reserva Ecológica Costanera Sur de la ciudad hay
tantas especies como en toda Inglaterra. ¡Nada mal, eh!
BUENO PARA EL PLANETA
Observar aves está catalogada como una actividad de
"ecoturismo", porque el impacto que tiene es realmente mínimo. Pero
no solo eso. Mirar aves en su hábitat natural es una forma de educarnos sobre
el ambiente y generar conciencia sobre la importancia de su preservación. Y
siendo que el 10% de las aves de nuestro país se encuentran amenazadas,
practicar esta actividad también nos deja entrever la fragilidad de los
ecosistemas y los cambios incesantes a los cuales se enfrentan estos y otros
animales y, en definitiva, nosotros mismos.
La fuerte conexión con la naturaleza se convierte en un
primer paso para conservarla. Y lo que comienza como una curiosidad después se
transforma en hobby. Y lo que se instala como un hobby deviene en una pasión. Y
como toda pasión, se sostiene en el amor. Por las aves, por su hábitat, por
todo lo que nos rodea. Así que enamorate... y desplegá tus alas para ser una
auténtica observadora de aves.
CHAU COMPU, HOLA NATURALEZA
Este hobby es una excelente forma de conocer gente nueva,
hacerse amigos y viajar por lugares nunca antes visitados y fuera del circuito
típico y corriente. Ahora, tampoco tenemos que irnos hasta la punta norte o sur
del país para hacerlo. También se puede practicar mirando por la ventana o en
la plaza del barrio. Solo es cuestión de entregarse a una experiencia, que nos
invita a cerrar la compu, dejar atrás las preocupaciones cotidianas y practicar
la paciencia..., practicarla muuuucho. Un desafío, ¿no? A veces, podés
estar horas en un avistaje y volver con solo una fugaz aparición del ave
buscada. Pero así, también ponés en práctica el manejo de la frustración y,
además, disfrutás del silencio y el contacto con la naturaleza. Te despejás,
ejercitás la memoria y te hacés amigos con tus mismos intereses. Para
encontrarlos, podés sumarte a asociaciones específicas, como Aves Argentinas o
los Clubes de
Observadores de Aves (COA).
DÓNDE HACER AVISTAJE DE AVES
En Buenos Aires: parque Lago Lugano, Bosques de
Palermo, Reserva Costanera Sur, Reserva de Vicente López y Ribera Norte,
Reserva Urbana de Morón y unos kilómetros más afuera: la Reserva Otamendi y
Punta Lara.
En el interior: Misiones, los Esteros del Iberá
y el sur de Santa Cruz son spots ideales.
UNA APP PARA BIRD WATCHING EN ARGENTINA
Bajate la app Aves Argentinas, la herramienta perfecta para
iniciarte en este mundo. Ahí vas a encontrar fotos, fichas de cada especie,
cantos de cada pájaro y un mapa de distribución para saber dónde ubicarlos.
QUÉ VAS A USAR
Ropa liviana: priorizá estar cómoda y con
colores apagados.
Campera impermeable: que la lluvia no sea un
impedimento.
Botas de trekking o zapatillas: ¡prepará esas
piernas! Vas a caminar bastante.
Anteojos con protección UV.
Protector solar.
Guía de aves: para las más vintage, una impresa.
Si sos más 2.0, bajate la app.
Anotador y birome: llevá registro de las aves
que viste, lugar, hora y clima.
Binoculares: se recomiendan tres tipos: 7 x 42,
8 x 30 y 10 x 50.
Cámara o celular.
ALGUNAS ESPECIES AMENAZADAS
1. Pato de los torrentes
Vive en las aguas correntosas de la Patagonia Andina.
2. Tucán pico verde
Como el 50% de las aves argentinas, vive en Misiones.
3. Yacutinga
Abunda en el Parque Nacional Iguazú. Amenazado por la caza.
4. Cardenal Amarillo
Vive en Iguazú e Iberá.
5. Mirlo de agua
Abunda cerca de los ríos del NOA y el norte de Córdoba. Está
amenazado por el tráfico ilegal.
6. Pajonalera
Podés ver muchos en la Reserva Otamendi. Está en peligro de
extinción.
TRAS LOS PASOS DEL MACÁ TOBIANO
Por Vale Boquete, nuestra diseñadora.
"Cuando me invitaron a este viaje, no sabía lo que
estaba por vivir. "¡Genial! Lindo paisaje, buena comida y aire
fresco...", pensé, pero me quedé ¡re corta! Porque el objetivo del trip
organizado por Toyota Argentina era conocer el proyecto de conservación del
macá tobiano, un ave autóctona que vive en Santa Cruz y está en peligro de
extinción.
Este proyecto está liderado por la ONG Aves Argentinas que
-desde hace 100 años- protege las aves silvestres, generando programas de
investigación y conservación.
Lo primero fue una travesía recorriendo el Parque Nacional
Patagonia; las camionetas Hilux se volvieron nuestro refugio sobre ruedas en
donde pasamos muchas horas de charla y mate. Fuimos por caminos y paisajes
únicos, en busca de las lagunas donde habita este pájaro singular, pero antes
nos dio la bienvenida el imponente glaciar Perito Moreno. Esa noche me fui a
dormir pensando: 'Nada de lo que sigue va a superar esto'.
Por suerte, me equivoqué. Cada día me trajo una historia
nueva, un lugar increíble, un personaje especial: desde los dueños de las
estancias ubicadas en lo más recóndito de la Patagonia hasta los guardianes de
colonia, que están 15 días aislados para cuidar algún grupo de pájaros.
Nunca había observado aves: es impresionante verlas en su
hábitat, prestarles atención y quedarte con un recorte de toda esa inmensidad;
te genera un clima de intimidad con la naturaleza que es hermoso. ¿Con qué me
quedo? Me conmovió la pasión de quienes trabajan a diario para conservar la naturaleza en su estado más puro,
que le dedican su tiempo y su energía a la conservación de la biodiversidad y
que, además de actuar sobre las problemáticas
ambientales, buscan concientizar y contagiar a los demás, como a
todos los que fuimos invitados a esta experiencia increíble".
¿Y a vos? ... ¿Te gustan las aves? ¿Las observarías en su
hábitat natural? También conocé: Rituales
con sal y Boom DIY: talleres de cerámica
Experta consultada: Adela Marcó, Coordinadora
del programa Aves y Turismo. TOMADO DE LA NACION DE AR
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