Los asesinos más
letales son diminutos
FOTO CORTESÍA AUTORIDAD DE TURISMO DE ARUBA
2.500 especies de mosquitos se conocen en el mundo. La
mayoría viven de plantas.
6 % de las especies de mosquitos, chupan sangre humana. Solo
las hembras.
EN DEFINITIVA
Es urgente frenar las muertes que ocasionan los mosquitos.
Un mundo sin estos tampoco es viable, así que los esfuerzos se centran en
controlar las 200 especies que se alimentan de sangre.
Incluso mucho tiempo después de que nos hayamos ido de este
planeta los insectos permanecerán. Estos animales, de menos de 15 milímetros,
son muchos más que los 7.300 millones de personas que habitan el planeta y su
impacto en todo lo que hacemos es masivo. Según Bart Knols, entomólogo que
preside el consejo asesor de la Fundación de la Malaria en Holanda, “no comeríamos
si no tuviéramos insectos. La polinización de nuestros cultivos depende en gran
medida de su presencia y sin ellos sería muy difícil pensar que los humanos
sobrevivirían”.
En Mosquitos, la serie de Discovery Channel, que se estrena
este 6 de julio y que contó con la asesoría, entre otros, del doctor Knols, se
revela que “de cada dos personas que han vivido, una ha muerto como resultado
de una picadura de mosquito”. Así que su impacto en términos de nuestra
supervivencia como especie, es dramático.
Este diminuto animal, que con sus delgadas patas se posa en
la piel para extraer sangre, en el mejor de los casos deja el rastro de su paso
por nuestro cuerpo produciendo algo de escozor, pero en el peor podría
transmitirnos enfermedades que llevan a la muerte.
“El mosquito, en general, es el ser más depredador del
planeta, el que más mortalidad causa al transmitir gérmenes”, asegura Iván
Darío Vélez, director del grupo de investigación Programa de Estudio y Control
de Enfermedades Tropicales (Pecet), de la Universidad de Antioquia, uno de los
más fuertes en el área.
Qué los hace tan peligrosos
Son portadores de enfermedades devastadoras. La peor es la
malaria, que mata a más de 600.000 personas cada año y otros 200 millones de
casos incapacitan a quien la sufre por días.
Es una amenaza para la mitad de la población mundial y causa
mil millones de dólares en pérdidas de productividad al año. Otras enfermedades
transmitidas por mosquitos son la fiebre del dengue, la fiebre amarilla y la
encefalitis.
Teniendo en cuenta su impacto se esperaría que estos
diminutos bichos reciban más atención de lo que lo hacen. Los tiburones
asesinan a cerca de 10 personas cada año, pero reciben mucha más prensa de la
que deberían. Los mosquitos matan a 50.000 veces más personas.
Tres años con epidemias
Los mosquitos existen en todo el mundo, pero recientemente
en América Latina hemos presenciado un brote de estos a pesar de los masivos
esfuerzos por controlarlos.
¿Por qué? Si entre 1947 y 1962 el famoso mosquito
responsable por estas enfermedades, la hembra Aedes aegypti, estuvo a punto de
ser erradicado.
Según Knols, por esa época todos los países de América
Latina hicieron un esfuerzo colectivo para eliminarla, pues es la responsable
del dengue, el zika y el chikunguña: “Y fue extremadamente exitoso. Este
minúsculo insecto fue eliminado de un área de 11 millones de kilómetros
cuadrados. Casi que todo Sudamérica estuvo libre de mosquitos. Solo algunos se
mantuvieron en el norte de Venezuela, Suriname y la Guyana Francesa”.
Así que si nuestros gobiernos hubiesen gastado un poco más
de dinero para asegurarse de haberlos acabado completamente, tal vez los
problemas que hemos visto en 2015 y 2016 en Brasil con los bebés con
microcefalia, nunca hubiesen llegado al punto al que lo han hecho.
Vélez asegura que “cantaron victoria y creyeron haber
terminado la amenaza. Pero esta llegó a la costa caribe, luego al Magdalena,
luego a Puerto Berrío, Cali y de allí empezó a subir, de Santa Fe de
Antioquia... Llegó a Medellín a 1.500 metros sobre el nivel del mar y ahora los
tenemos a 2.302 metros en el municipio de Bello -la máxima altura en la que se
han encontrado en el país-”.
Así que los científicos ahora notan que el mosquito ha
empezado a ganar altura, en parte, según dice Vélez, debido al calentamiento
global, algo no visto antes pues este requiere de unas condiciones ideales de
humedad y temperatura.
Vélez incluso asegura que de descuidarnos, el mosquito y el
dengue podrían llegar a Bogotá.
Aunque la historia demuestra que somos capaces de eliminar
estos agentes patógenos de grandes partes de un continente. “Ahora han vuelto
renovados, más inteligentes y más fuertes” replica.
Y según el experimentado investigador local, en los últimos
años hemos tenido epidemias de las enfermedades que transmiten mosquitos como
el Aedes.
EL COLOMBIANO reportó a finales de 2016 que hubo un alza
significativa en la capital de Antioquia. Los números se multiplicaron por
cinco: se pasó de 2.852, cifra con corte a octubre 22 de 2015, a 16.071 en
igual periodo de este año.
En Colombia, 103.000 casos de dengue fueron registrados en
2016. ¿Qué hacer ahora? Vélez cree que el trabajo con comunidades es esencial.
Cómo combatirlos
Los científicos del grupo de investigación Pecet tienen un
recorrido de 30 años trabajando para desentrañar las enfermedades transmitidas
por mosquitos y se caracterizan por relacionarse con las personas directamente
afectadas mucho antes de hacer una intervención en campo.
“Más que trabajo en comunidad, nosotros hacemos trabajo con
las comunidades. Los vemos como agentes de cambio de sus contextos, porque
entendimos que muchas de las cosas que pasan allí se pueden entender al
convivir con sus habitantes. Al entender cómo se refieren a los mosquitos, o
cuál es el nombre local para referirse a las enfermedades, por ejemplo,
logramos hacer un puente más adecuado entre la gente que las habita y los
científicos y el personal de salud”, cuenta Sandra Patiño Londoño, antropóloga
del Pecet.
Antes de implementar el programa internacional Eliminar el
Dengue, para referirnos al caso más reciente, los investigadores del Pecet
desplegaron una estrategia fuerte de comunicación para involucrar a los
habitantes de la comuna de París en Bello.
Todo esto acordado previamente con los líderes de las zonas
que se planeaban intervenir.
“Salimos a las calles, informando a cada persona sobre el
dengue. Llevamos perifoneo, carteles, pancartas, y después de que la gente
conoció el proyecto y lo aprobó, para demostrar transparencia, de día liberamos
dos mosquitos por casa con wolbachia, una bacteria que impide que el virus
dengue, chikunguña y zika se transmita”, cuenta Patiño.
La idea de los científicos vino de Australia, donde crearon
una colonia de mosquitos Aedes aegypti que portaban la bacteria y que, al
liberarlos, podrían reproducirse con otros mosquitos salvajes, cuyas crías ya
no serían capaces de transmitir agentes patógenos.
Educar y contar con la gente para abordar la limpieza de los
lugares de reproducción, que pueden contener agua estancada con potenciales
lugares de cría, así como reunirse con los líderes de cada comunidad para
hablar de intervenciones de control biológico, por ejemplo, es una de las
dinámicas que podría disminuir drásticamente el número de afectados por los
mosquitos.
En el caso del Pecet, las personas se apropiaron del
proyecto, para desde sus experiencias complementar la visión y apuesta de la
ciencia.
Hasta ahora, dice Vélez, “16 meses más tarde, el 95 % de los
mosquitos de la comuna París tienen Wolbachia y se espera proteger entre 2 y 3
millones de personas de Bello y Medellín”.
Otra de las apuestas a nivel mundial son las vacunas,
principales aliados para combatir las enfermedades infecciosas.
Sin embargo, concretar algunas requiere tiempo y más
investigación. También exige dinero.
“Estas enfermedades se han convertido en un negocio para
muchas personas y sectores. Por ejemplo, algunos de estos desincentivan el uso
de los insecticidas como el DDT, que fue tan efectivo cuando casi se erradicó
el mosquito Aedes, pues es muy económico y no genera grandes ganancias. Así que
hacen negocio promoviendo los productos más rentables. Y a la farmacéutica no
le interesa investigar ni inviertir en productos, prefieren la maquila o la
comercialización”.
Para el holandés Knols, “la forma en que podemos llegar a la
eliminación de las enfermedades como la malaria o zika es a través de un
enfoque integrado. No es una bala de plata. No hay una sola solución para
deshacerse de todos estos problemas causados por los mosquitos. Es una
integración muy inteligente de varios enfoques y herramientas de control que
debemos mantener unidos para tener el mayor impacto en las poblaciones de
mosquitos y, por lo tanto en la transmisión de enfermedades”.
¿Para qué son buenos?
Según Knols, los mosquitos juegan un papel clave en la
naturaleza. “Y en ciertos ecosistemas, están jugando un rol importante, no
tanto como adultos, pero sí en la etapa en que están en el agua como mosquitos
larvales. En este momento de su vida, a menudo sirven como alimento para peces
o anfibios u otros organismos acuáticos. En algunos ecosistemas del mundo la
biomasa total (cantidad completa de materia viva presente en un ecosistema) de
los mosquitos en las etapas larvarias es muy grande, como en los sistemas de
pantanos como los Everglades en la Florida. Si allí usted erradica por completo
los mosquitos de esas comunidades es muy probable que se impacte el ecosistema.
Pero eso depende mucho de dónde se encuentre, y de la biomasa total de los
mosquitos”.
Aún los científicos no tienen muy clara su función en la
naturaleza, pero sí tienen una certeza: aunque son solo las hembras del 6% de
las especies -como el Aedes aegypti y el Aedes albopictus- las que succionan
sangre para el desarrollo de sus huevos, son los animales más letales.
Cada año matan con su picadura a cerca de un millón de
personas.
El multimillonario y filántropo Bill Gates también tiene
claro cuán peligrosos pueden llegar a ser. Asegura que una pandemia mortal
transmitida por mosquitos es una mayor amenaza para la humanidad que una guerra
mundial .
CONTEXTO DE LA NOTICIA
GLOSARIO
DENGUE
Enfermedad viral, propia de zonas tropicales, transmitida
por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, en especial Aedes
aegypti.
ZIKA
Virus transmitido por mosquitos, que se identificó en
macacos (Uganda en 1947) del género Flavivirus, de la familia Flaviviridae. Se
incuba entre 3 y 12 días.
MALARIA
Enfermedad parasitaria producida por el plasmodium. Las
cinco especies que infectan humanos están distribuidas en la zona tropical del
planeta.
CHIKUNGUYA
Conocida además como artritis epidémica chikunguña o fiebre
de chikunguña. Los síntomas de esta enfermedad viral se parecen a los del
dengue y del zika.
LEISHMANIASIS
Infección provocada por un parásito diminuto de nombre protozoo
leishmania. Los protozoos son organismos compuestos de una sola célula.
CLAVES
9 DATOS SOBRE LOS MOSQUITOS
TABLA
PERSONA EN RIESGO EN LAS AMÉRICAS
Helena Cortés Gómez
HELENA CORTÉS GÓMEZ Contactar
Periodista, científica frustrada, errante y enamorada de los
perros. Eterna aprendiz. Tomado de el colombiano
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