Unas misteriosas bolas de espuma empezaron a llegar el 17 de
julio a la costa de Pas-de-Calais, en el norte de Francia y nadie sabe bien
cuál es su origen. En pocos días, ya eran ciento de miles cubriendo 50
kilómetros de playa.
Lo primero que se descartó es que fueran esponjas orgánicas
o espuma de poliuretano (plástico). Además de quitarlas de la arena todos los
días, los bomberos tomaron muestras de distintas formas para analizar la
sustancia.
La primera investigación de la empresa especializada en
contaminación por hidrocarburos, Cedre, informó a BBC que están compuestas de
parafina, la sustancia blanca que se destila del petróleo y se utiliza para
hacer velas, lápices, elementos de cosmética y hasta alimentos. La prefectura
sostiene que no suponen un riesgo grave para la salud, pero aconsejan no tocar
las esponjas.
La teoría más trabajada es que la sustancia escapó en forma
líquida de uno de los 400 buques que pasan por el Pas-de-Calais, la vía
marítima más transitada del mundo. Al entrar en contacto con el agua fría del
océano, se solidificó y llegó a ese estado grasiento y liviano. Tomado de la nación de ar
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