Una bolsa de plástico
que alimenta a los peces
Un biólogo
indonesio inventó unas bolsas plásticas que al caer al mar se vuelven alimento para peces
Por Osvaldo Nicolás
Pimpignano
En las playas indonesias se amontonan montañas de desechos
de plástico que finalmente son arrastrados por las corrientes marinas. Se trata
de una plaga que el biólogo y empresario Kevin Kumala combate fabricando bolsas
plásticas de yuca. Kumala ha creado unas bolsas de almidón de yuca que se
convierten en comida para los peces si acaban accidentalmente en el mar.
Antes de proseguir, es menester aclarar que no solo las
playas indonesias tienen este problema y que cosa son los plásticos que
utilizamos en una gran variedad de aplicaciones diarias en forma fugaz o
permanente. Se trata de polímeros subproducto del petróleo que se moldean con
presión o calor. Una vez que alcanzan el estado que caracteriza a los
materiales que solemos denominar como plásticos, resultan resistentes a la
degradación.
El costo reducido de fabricación, su resistencia relativa
al deterioro, la impermeabilidad y la posibilidad de colorearlos son algunos de
los motivos que hacen muy atractivos para la industria. Sin embargo tienen o
producen serios problemas. La mayoría de
ellos no son susceptibles de reciclaje, por lo que contribuyen seriamente a la
contaminación ambiente. Tampoco resisten el calor excesivo y derritiéndose pueden liberar sustancias
tóxicas.
No hay que confundir estos plásticos con la “condición de
lo plástico que se conoce como plasticidad”. Por eso, el término puede
emplearse como adjetivo para calificar a aquel o aquello que demuestra
facilidad para adoptar distintas formas.
Existe una gran preocupación por la contaminación que
generan estos plásticos tanto en la tierra como las aguas. Por ejemplo es muy
seria la contaminación de los mares y océanos que generan estos plásticos con negativas
consecuencias para la flora y fauna marina que, en este último caso se extiende
a la salud humana al consumir pescado contaminado.
Existe una categoría de plásticos denominados
oxo-degradables u oxo-biodegradables, que son plásticos convencionales a los
cuales se les ha añadido un aditivo específico, el d2W, que les permite que se
conviertan en pequeñas partículas que los hacen desaparecer de la vista pero
que no disminuye su tiempo de degradación biológica (además de contener un
químico adicional) . Es como esconder el barrido debajo de la alfombra.
Retomado el motivo de esta nota diré que tras permanecer
cerca de una década viviendo en Estados Unidos, el joven biólogo Kevin Kumala retornó
a su ciudad natal Bali, en Indonesia en el año 2009 y vió que las paradisíacas
playas de su ciudad se habían transformado en verdaderos basureros de plásticos no degradables. En ese
momento imaginó que tenía que hacer algo y lo más rápido posible.
“Cuando iba a surfear o a bucear ya no era un placer para
mí, encontraba plásticos en todas partes”, explica Kumala. Así, el científico
comenzó a trabajar en una solución y centró sus esfuerzos en encontrar un
reemplazo para las bolsas de plástico producidas a parir de hidrocarburos que
pueden tardar hasta más de 300 años en biodegradarse.
Kumala halló lo que estaba buscando en la yuca, un
tubérculo abundante en Indonesia. Usando el almidón de esta planta, replicó el
proceso que se emplea para fabricar bolsas, incluso utilizando las mismas
herramientas: una máquina de moldeo por soplado, una máquina de corte y otra de
sellado.
El precio de cada bolsa es de cinco centavos de dólar,
más del doble de lo que costaría una de plástico “convencional”. Pero las de
yuca pueden convertirse en compost (tierra fértil) en menos de 100 días y se
disuelven en minutos en agua caliente. Un video de Kumala bebiendo una bolsa
disuelta en agua se ha hecho viral en YouTube.
En 2014, Kumala y su socio Daniel Rosenqvist fundaron
Avani Eco y abrieron una fábrica. La compañía produce otros productos como
envases desechables para comida hechos de caña de azúcar y sorbetes para beber
hechas a base de almidón de maíz que se biodegradan rápido y no dejan residuos
tóxicos.
El producto más popular de Avani Eco es un bolso a base
de yuca, un tubérculo de regiones tropicales y del cual se obtiene harina
alimenticia. Cada artículo se vende con un mensaje impreso en mayúsculas: “NO
SOY PLÁSTICO”.
Para demostrar que sus bolsos no son nocivos, el
empresario se presta a un experimento: toma una parte de yuca de un bolso, la
mete en un vaso de agua caliente y admira cómo se disuelve rápidamente. Incluso
bebe unos sorbos.
“Esto da esperanza a los animales marinos. No se asfixian
ni ingieren materias que puedan ser peligrosas”, dice Kumala. Y debemos agregar que no solo para los animales marinos
sino para el planeta en su conjunto ya que se elimina uno de los mayores
contaminantes del agua y la tierra con más el agregado que resultan
beneficiosas al medio ambiente donde terminan sus días.
Un bolso de yuca vale 4.000 rupias (alrededor de 32
céntimos de dólares) más que uno fabricado a partir de derivados del petróleo
que pueden necesitar hasta 400 años para descomponerse.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), lamentó en un informe que los plásticos ecológicos, no se produzcan en
un número necesario para reducir la
cantidad esperada de detritus de este material en los mares del planeta. El
término de plástico ecológico engloba a los procedentes de recursos renovables
como la caña de azúcar o el maíz y a otros biodegradables.
Son “soluciones innovadoras” pero “todavía no sabemos lo
suficiente sobre esta tecnología”, observa Habib el Habr, un responsable de
PNUMA.
En opinión de este modesto escriba, a Habr le falto agregar que lamentablemente
sabemos mucho sobre los plásticos derivados del petróleo, lo suficiente para
apoyar y hasta subsidiar las “soluciones innovadoras” que ofrecen los productos biodegradables, que
pueden resultar un poco más costosos para la industria pero mucho más amigable
y económica para la salud planetaria.
Fuente: REDACCIÓN MAG
VIDEO EN INGLES: https://youtu.be/uxolBZZ_fRU
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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