viernes, 25 de diciembre de 2020

PINAMAR. RECLAMO VECINAL POR LA USURPACIÓN DE LA PLAYA PÚBLICA DEL NORTE


Carpas del balneario Posta Norte con su cerco y la casilla del guardavidas, cerrada

La reducción de la playa pública del norte de Pinamar a la tercera parte, a solo 50 metros disponibles, en medio de un médano de acceso dificultoso en las inmediaciones de la calle De Las Garzas y Avda. del Mar es el reclamo de cientos de vecinos, entre residentes y veraneantes habituales. A esto se suma el reciente traslado del guardavida y el cierre de la casilla N° 13 en una zona muy concurrida.

La demanda de los vecinos, en su mayoría propietarios, data de hace tres años cuando hicieron un planteo formal por escrito ante el municipio. “Desde el verano de 2017, cuando presentamos una nota ante Frente Marítimo de la Municipalidad de Pinamar, expte. N°969/17, que planteamos la sistemática reducción año tras año del espacio de la playa pública correspondiente a la casilla de guardavidas Nº 13 ante la continua expansión de los balnearios Posta Norte y Terraza del Alba, pero no tenemos respuestas. Se perdió el expediente, presentamos una copia, solicitamos dos audiencias con el intendente Martín Yesa y tampoco, lo mismo con Fabián de la Serna de Frente Marítimo que nos dejó esperando. Pedimos que se remedie y retrotraiga la reducción de la playa pública, que se mejore el acceso y repongan a la guardavidas que sacaron”, dice Alejandra Azimonti, vecina concurrente desde hace más de 40 años a la playa donde desemboca la calle De Las Garzas y la Avda. del Mar, antes llamada Lejos, El Faro, luego Playa Deportiva en alusión a figuras del deporte por entonces habitués, como Sabatini y varias de Las Leonas.


El único acceso con los pilotes instalados por el balneario Posta Norte, desde la Av. del Mar hacia la playa

Señala que “desde hace cinco años los balnearios Posta Norte y Terraza del Alba se expanden cada vez más hacia los costados, en los últimos meses casi 30 metros más con las carpas y luego cerca de 50 metros con el estacionamiento, arrinconando a los vecinos hacia el médano, complicado para circular, instalarse y disfrutar de nuestro derecho a la playa pública. Es sabido que el Código Civil en sus artículos 235, 237, 240 y 1974 protege el libre acceso a las costas y establece que todas las aguas, riveras, playas y sus accesos, en toda su extensión, son “bienes públicos”. Es decir, patrimonio “inalienable”, “inembargable” e “imprescriptible” de todos los ciudadanos. Por esa razón, ningún emprendimiento privado puede impedir u obstaculizar el uso o ingreso a estos bienes”.

 

Liliana Blanco, otra vecina de las inmediaciones de la playa, coincide en la protesta ante “la creciente invasión de la playa por parte de estos dos balnearios, sobre todo, de Posta Norte. En noviembre último, desgraciadamente nos encontramos con la playa achicada, a menos de 50 metros. La línea costera tenía mucho más de 100 metros libres, pero los balnearios expandieron sus carpas usurpando aún más el espacio público. Una guardavida nos acompañaba y vigilaba constantemente desde hace años desde la casilla N°13, que ahora quedó vacía, y la enviaron a otra playa. Todo esto sin aviso ni explicaciones por parte la municipalidad”.

 Blanco apunta que “en Mar del Plata hace unos días, teniendo en cuenta las disposiciones de seguridad necesarias e impuestas por el virus Covid-19, planteadas en un decreto presidencial, que establece que los veraneantes tienen que estar al menos a 2 metros, dispuso y acordó quitar carpas y extender la playa y devolver 15.000 metros cuadrados para uso libre, público. Y en Pinamar norte se está haciendo lo contrario”.

Desde la calle De Las Garzas hacia el mar, acceso cercado y gran médano formado por residuos

“Además, es evidente la falta de mantenimiento en este sector de playa, donde encima acumulan montañas de arena que deja la máquina que pasa por la Avda. del Mar más lo que tiran ambos paradores para limpiar sus playas. Todo se arroja en este reducido predio o espacio y se ha formado un enorme médano sucio y lleno de residuos”, indican Mirta y Alberto Miller, concurrentes a la playa desde hace 16 años, y agregan: “La falta de protección por parte de un guardavidas es preocupante, ya que su presencia es fundamental para nuestra tranquilidad, descansar y disfrutar de la playa. No se entiende por qué ya no contamos con ese excelente servicio que se ofrecía profesionalmente desde hace años. Hoy tenemos un puesto abandonado que es un peligro para los turistas; además se ven muchos clavos expuestos y hay niños que lo usan para jugar. Hace años había un espacio de por lo menos 150 metros de frente marino y ahora hay solo 50 metros, con un difícil acceso a la playa. Estimamos que cerca de 100 familias del barrio concurrimos a esta playa durante el verano, con lo cual el número se multiplica, en promedio, por tres o cuatro. Necesitamos urgente una respuesta a nuestros reclamos y la restitución del guardavidas para este sector”.

 Gabriel Mugnaini, vecino que se define como “no nacido en Pinamar pero que la adoptó con su familia como segundo hogar, desde el cual cumplimos con los correspondientes impuestos municipales”, estima que la playa tenía una extensión de cerca de 200 metros. Con esa precisión del espacio público coincide Beatriz Suarez del Cerro, propietaria en Fragata la Victoria al 2000 desde los años 80, cuando comenzó a ir a la playa situada a la altura de De Las Garzas y Avda. del Mar. “El balneario Posta Norte está desde 1980 y el Terraza del Alba es más nuevo. La playa fue siempre municipal, pero año tras año su espacio se fue reduciendo a medida que estos balnearios ubicados a sus costados fueron agregando hileras de carpas y sombrillas. Peor aún, lo fueron usando como depósito de la arena que sacaban para aplanar sus balnearios de manera que actualmente tenemos solo médanos incómodos e inaccesibles”.

 “La excusa de que los balnearios se expanden hacia sus laterales para acomodar sus carpas ante las sudestadas es ridículo, primero porque la marea alta siempre existió, obviamente, y segundo porque su comodidad para no levantar sus carpas -que dicho sea de paso cobran entre 60.000 y 68.000 pesos por mes- ante eventos climáticos no puede ir en desmedro del acceso público y libre. Además, fueron usufructuando 150 metros con sus estacionamientos instalando postes de quebrachos que impiden el paso. Si los veraneantes deben mantener un protocolo por el Covid-19 con patios o espacios más extensos, la municipalidad debe garantizar el distanciamiento en la playa pública y no reducirla”, puntualizó Azimonti.

En tanto desde la dirección de Prensa del Municipio de Pinamar informaron que los cambios se debieron a una resolución del Concejo Deliberante local que “le dio más metros a Posta Norte, ya que se estaba quedando sin playa. La conocida como Playa Deportiva tiene el espacio que tuvo siempre”.

Sin embargo, los vecinos sostienen que su espacio ya se había incrementado 50 metros hacia la Avda. del Mar -paralela a la costa, de Bunge a los médanos- cuando se dispuso un corrimiento y remodelación para que los balnearios no tuvieran instalaciones de cemento. “Esperamos que el municipio nos responda y restituya la playa pública en momentos de la tan necesaria distancia social”, precisaron.  TOMADO DE LA NACION DE AR

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