La Vanguardia Socialista
Guillermo Estévez Boero fue un dirigente estudiantil,
reformista, abogado, político y parlamentario socialista argentino. (Rosario,
Santa Fe,28 de diciembre de 1930- Buenos Aires,3 de febrero de 2000.)
La lucha por esa construcción y los esfuerzos por unir la dispersión
socialista, lo llevaron a recorrer incansablemente los caminos de la República,
formando grupos de estudiantes, de trabajadores, equipos técnicos y centros de
estudios, en los que él mismo participaba en jornadas de interminable
militancia.El constructor político
Cuando dejó la universidad, volcó sus energías en la construcción de un Partido
Socialista que hundiera sus raíces en la realidad nacional.
La lucha por esa construcción y los esfuerzos por unir la dispersión
socialista, lo llevaron a recorrer incansablemente los caminos de la República,
formando grupos de estudiantes, de trabajadores, equipos técnicos y centros de
estudios, en los que él mismo participaba en jornadas de interminable
militancia.
El proceso no fue sencillo, pero sabía mejor que nadie que la política poco y
nada tenía que ver con el facilismo y los privilegios. Su identidad socialista
se conjugaba con un sentido práctico que nunca derivó en oportunismo. Como lo
expresara en sus años de estudiante: «se marcha, no se llega», queriendo
significar que lo que interesa es avanzar hacia la consecución de los fines y
no el afán por el resultado inmediato.
Hombre de pensamiento y acción, supo articular su formación con un accionar
militante, que cristalizó en una práctica de construcción política permanente:
En 1954 se incorpora a Acción Socialista junto a Dardo Cúneo y a otros
socialistas, reivindicando una actitud superadora de la antinomia de esos
tiempos entre peronismo-antiperonismo. De aquel grupo surgió el Partido de los
Trabajadores, que en la Convención Constituyente de 1957 logró la elección de
un convencional, Juan Carlos Deghi, junto a quien elaboró, con sólidos
fundamentos jurídicos y políticos, la declaración de nulidad de la proclama del
gobierno provisional, argumentando que el mismo carecía de facultades
legislativas para convocar a la reforma, encuadrándolo como gobierno usurpador.
Siguiendo el ejemplo de Juan B. Justo, trabajó incansablemente junto a la
juventud con sus dotes de maestro y su carisma para convocar, contagiando su
alegría, confiando plenamente en la capacidad creadora de los jóvenes, llamando
a estudiar para proponer, construir y realizar las soluciones que nuestro país
necesita. Siempre con preguntas, casi siempre con respuestas.
En 1960 como síntesis de su accionar estudiantil, Estévez Boero junto a un
grupo de militantes socialistas reformistas funda el Movimiento Nacional
Reformista (MNR) en un intento por vincular las ideas del socialismo con la
realidad nacional, como lo expresara en el 25º Aniversario de su fundación:
«Este movimiento estudiantil se llama Nacional porque al nacer se compromete a
insertarse en la tradición histórica de nuestra Patria para poder modificarla.
Y se llama Reformista porque enarbola las banderas de la revolución
universitaria de 1918…El MNR es una concepción de la universidad nacional que
va articulada a una concepción de la nación, porque no puede tener idea de la
universidad quien no tiene idea acerca de que es la Nación».
Al finalizar la década del 60, Estévez Boero, participó en la formación del
Movimiento de Acción Popular Argentino (MAPA) que el 23 de abril de 1972
confluye junto a otras fuerzas políticas en la fundación del Partido Socialista
Popular (PSP), al que destinara todos sus esfuerzos como organizador para
avanzar en el desarrollo de un pensamiento y de una práctica que rescatara los
valores de la nación para la construcción de un país con independencia, con justicia
y con solidaridad.
«Ante el futuro de corrupción, ante el futuro de drogas, ante el futuro de
guerras y de racismos que promete la estúpida sociedad de consumo que se nos
impone, el Partido Socialista Popular levanta una futura patria socialista donde
el hombre sea el señor de la tierra y el espacio, donde se reconozca como
máxima riqueza de la nación a su pueblo y consecuentemente la salud pública y
la educación sean los pilares de todo progreso y para que en un ambiente de
libertad, de bienestar y de independencia nacional, se condene para siempre a
la bohardilla de la historia a la expoliación del hombre por el hombre y de los
pueblos por el capital» (Discurso pronunciado por Estévez Boero el 23 de abril
de 1972).
Su preocupación por vincular el pensamiento socialista a la cuestión nacional
lo llevó -al igual que lo hicieran Juan B.Justo y Alfredo Palacios- a rechazar
los dogmatismos, a imaginar las celebraciones del 1º de Mayo rodeadas de
banderas celestes y blancas, a jerarquizar la celebración de las fechas patrias
y a rescatar la literatura que sirviera de base a la formación de un
pensamiento nacional. Su visión de la nacionalidad era superadora de los
antagonismos y promotora de la integración de las distintas identidades.
Este pensamiento distinguiría al Partido Socialista Popular que, año tras año,
convoca a locros multitudinarios para reunir a los argentinos en torno a la
conmemoración de las fechas patrias; simbolizando el anhelo de unidad nacional
en el abrazo de los gauchitos con la bandera argentina para las salutaciones de
fin de año.
Permanentemente bregó por la vigencia de la democracia y por la convocatoria a
elecciones libres y sin proscripciones condenando los golpes de estado cuya
naturaleza la explica por primera vez en Realidad Política Argentina (1971).
«Cada golpe de estado en nuestro país se produce como reacción ante el avance
de los sectores populares que, con su organización, van logrando respuestas a
sus reivindicaciones de orden económico-social. Es cuando los sectores del
privilegio apuntalan la implantación de regímenes dictatoriales para imponer a
su amparo modelos económicos que le permitan recuperar su participación en la
renta nacional. Esta es la real naturaleza de los golpes de estado en nuestro
país» (Proyecto de ley del Consejo Económico, Social y Político, Cámara de
Diputados de la Nación, 1988).
Fue un activo opositor a la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976
y 1983. Mantuvo activo al PSP a pesar de la prohibición de la actividad
política y de las severas condiciones de represión, sus mensajes llegaban en
hojas manuscritas a lo largo y a lo ancho del país, organizaba los encuentros y
las charlas a través del Centro de Estudios Acción Argentina. Dio a conocer en
los foros internacionales, como la Internacional Socialista, la situación de
violación masiva de los derechos humanos en Argentina. Impulsó la participación
del PSP en las acciones sindicales y estudiantiles de resistencia a la
dictadura militar, como la huelga general de 1979 convocada por la fracción de
la CGT denominada «los 25», la manifestación de San Cayetano de 1981 convocada
por la CGT, y la gran manifestación del 30 de marzo de 1982 convocada por la
CGT Brasil. El terror de la dictadura no detuvo su militancia; por el
contrario, junto a otros dirigentes políticos, trabajó para la organización de
las fuerzas políticas y sociales para luchar por el retorno a la democracia. En
1981 participó en la creación de la Mesa de la Unidad Socialista presidida por
la Dra. Alicia Moreau de Justo, y cuya vicepresidencia la ejercieron Estévez
Boero en representación del PSP y Francisco Passini por el Partido Socialista
Democrático (PSD), siendo los artífices de la Alianza Unidad Socialista
constituída en 1985 que confluyó en la unificación de ambos partidos, el 14 de
septiembre de 2002, recreando al actual Partido Socialista.
En las elecciones de 1983 fue candidato a Presidente de la Nación por el
Partido Socialista Popular y en 1989 por la Unidad Socialista.
Preocupado por el futuro de la democracia en nuestro país, recordaba que:
«…emergimos de la última etapa de la crisis -que se exteriorizó con toda su
fuerza en la dictadura instaurada en 1976-, sin tener conciencia de su
dimensión y profundidad y creyendo que el simple imperio del Estado de Derecho
iba a reordenar el panorama económico y social del país. Sin embargo, esta
crisis tendrá aspectos más profundos y graves por su permanencia, afectando la
legitimidad del gobierno, pero no de un gobierno en particular, sino la del
sistema institucional argentino. Existe un divorcio cada vez más profundo entre
el consenso político y el social. Cada vez es más grande la diferencia entre lo
que el pueblo vota y lo que luego se hace, lo cual trae una falta de
credibilidad en el sistema y reduce la participación institucional» (Proyecto
de ley del Consejo Económico, Social y Político, Cámara de Diputados de la
Nación, 1988).
Como Secretario General y, luego como Secretario de Relaciones Internacionales
del PSP, desempeñó una activa participación en el ámbito de la Internacional
Socialista, de la que el Partido Socialista es miembro pleno, siguiendo desde
allí los debates acerca de los grandes temas del socialismo
protagonizado por líderes como Willy Brandt, Francois Mitterrand, Shimón Peres,
Felipe González, Massimo D’Alema, entre otros.
Tomado del face de la vanguardia
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