Caudales en los ríos por debajo de la media, embalses con capacidad ociosa y situaciones climáticas poco favorables, vaticinan otro año con faltante de agua.
Ya lo anticipaba Ricardo Villalba a Fincas un mes atrás: “en función a la cantidad de nieve que ha caído en la provincia de Mendoza, la situación es similar a la del año pasado”.
Así lo confirmó Patricio Rodríguez Aguilera, quien aseguró que “el caudal de los ríos ha sido menor al pronosticado. Los ríos: Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel, Malargüe y Grande han estado por debajo del promedio. La situación de escurrimiento de 2011 alcanza apenas el 60% de la media histórica”.
Reforzando el panorama, Patricio Rodríguez indicó que “la situación actual de acumulación nival presenta una importante disminución respecto de los valores medios históricos".
En tanto a la situación climática, el director de Gestión Hídrica comentó que “prevalecen las condiciones de neutralidad (no se está produciendo el fenómeno de La Niña ni el del Niño)”. Finalmente, ante esta sumatoria de factores negativos, anunció que “Irrigación podría efectuar algunos cortes a lo largo de la temporada”.
Toma de conciencia Motivado por la preocupante situación y ante un grupo de profesionales vitivinícolas, Patricio Rodríguez Aguilera no dejó pasar la oportunidad para hacer oír su opinión. “Mendoza necesita una política de estado en lo hídrico. Los sistemas de riego presentan problemas estructurales que se magnifican en los años secos. Falta una planificación hidrológica importante. Seamos conscientes de que el agro se lleva el 85% de los recursos que tenemos en la provincia de Mendoza”.
Además, aconsejó que “para hacer una agricultura sustentable se debe fomentar la participación del Estado. En muchos casos, los problemas que se presentan desde el punto de vista hidrológico requieren proyectos de largo plazo”.
Cómo contrarrestar la falta de agua
Por su parte, Pablo Minatelli, ingeniero agrónomo y gerente de Viñedos de Bodega Norton, durante su disertación, habló de las posibilidades que se tienen en torno a la eficientización el uso del recurso hídrico en los viñedos.
A modo de introducción, el expositor contó que para esta año se ha pronosticado una cantidad de agua de 400 mm. “Un año normal se logran 600 mm de agua, un año rico 1090 mm y un año pobre 300 mm”. Luego, adentrándose de lleno en el manejo del agua, Minatelli habló de las características del riego por goteo. “Si es bien utilizado, aumenta la eficiencia de uso del agua. Esto gracias a que la conducción del agua es entubada y por tanto no hay pérdidas de conducción. Se distribuye uniformemente en hilera”.
Este sistema permite controlar los volúmenes de agua aplicada. “Con algunos datos, que por cierto son fáciles de obtener, podemos trabajar con estrategias de restricción. Controlamos cuanta agua utilizar y en qué momento. Es importante medir el caudal de los goteros para compensar el caudal de agua que necesite cada planta según sus características y la zona en la que se ubique”.
Una serie de mediciones hechas sobre los viñedos dirigidos por Pablo Minatelli en Bodegas Norton en la temporada 2010-2011, demostraron que, al contrario de lo esperado, los brotes más cortos se dieron en las zonas con mayor cantidad de agua mientras que los brotes más largos estuvieron en las zonas con menor cantidad de agua.
Los indicadores de la medición, llevaron al ingeniero agrónomo a regular los caudales de agua para su caso particular. En algunos hectáreas se lograron rendimientos óptimos en volumen y calidad, mientras que en otras los resultados no fueron los esperados.“Descubrimos que la cantidad de agua ideal para la mayor parte de nuestros viñedos era de 280 mm. Donde aplicamos más, o menos de esta cantidad, tuvimos falencias. Esto, sin embargo, nos ayuda a perfeccionarnos en vistas a la próxima temporada”.
Otro dato importante destacado por Minatelli, es la necesidad de conocer el suelo para gestionar el riego. “Es indispensable monitorear el desempeño de los equipos de riego y los goteros así como las respuestas en plantas. La gestión requiere hacer una planificación, ejecutar, controlar, medir, diagnosticar y planificar nuevamente”.
Además, agregó que para aprovechar las ventajas del goteo es necesario ser exigente con la calidad del gotero y con el diseño hidráulico del equipo.
Por último, el experto opinó que “en el futuro, cuando el caudal de agua sea mínimo, este tipo de controles va a marcar la diferencias entre los que sobreviven y los que no”.
Tomado de Los Andes de Mendoza AR
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