Vecinos de Rurrenabaque lograron frenar a la policía este lunes y liberar a centenares de indígenas detenidos cuando marchaban hacia La Paz para protestar por la construcción de una carretera en la selva.
Según el gobierno, ante el hostigamiento de los pobladores y para evitar enfrentamientos, la policía liberó a los detenidos durante una fuerte represión policial el domingo."Fueron pobladores e indígenas del lugar quienes lograron la libertad. Les agradezco que los hayan rescatado", dijo Adolfo Chávez, líder de los indígenas que participaban de la marcha.
"Ante la arremetida de centenares de personas, la policía se replegó para evitar enfrentamientos", dijo poco después en una rueda de prensa en La Paz el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
La policía arrestó a centenares de indígenas armados con arcos y flechas en un violento operativo y los introdujo a autobuses para retornarlos a su lugar de origen, pero la caravana fue frenada por pobladores de una localidad vecina quienes prendieron fogatas en la ruta.
La policía se desvió del camino pero al llegar al aeropuerto de Rurrenabaque el lunes, donde se disponía a evacuar a los detenidos en aviones, se topó con los pobladores que habían tomado la pista de aterrizaje, según presenció un reportero de AP.
En tanto, la ministra de Defensa Cecilia Chacón renunció al cargo en oposición a la fuerte represión policial. "Asumo esta decisión porque no comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el gobierno y no puedo defender ni justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo", dijo en la carta de renuncia dirigida al presidente Evo Morales. "íNo así! Acordamos con el pueblo hacer las cosas de otra manera", agregó.
Los indígenas emprendieron una caminata el 15 de agosto para protestar contra la carretera promovida por Morales que atravesará una rica reserva ecológica, pero su marcha se frenó cerca de esta localidad ante la presencia policial y el hostigamiento de un grupo de campesinos leales al mandatario que se parapetaron en la ruta para impedirles el paso.
Llorenti explicó que la policía "evacuó a los marchistas para garantizar su seguridad e integridad física" ante posibles choques con campesinos rivales que se encontraban a medio kilómetro.
Dijo, además, que la marcha "se tornó violenta" el sábado cuando el canciller David Choquehuanca fue obligado a romper un cerco policial y marchar con los indígenas. Si hubo abuso policial será investigado y sancionado, sostuvo.
Aseguró que según la policía no hubo fallecidos, desaparecidos ni niños extraviados, lo que contrasta con versiones de los indígenas que informaron de un niño fallecido y otros siete extraviados en el monte. Niños pequeños, mujeres y ancianos integraban la marcha.
Morales ha defendido la construcción de la carretera de 300 kilómetros y aseguró que se hará a pesar del rechazo. Los indígenas se oponen a que la ruta atraviese el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) para vincular los valles interandinos en el centro con la amazonia en el norte. La reserva es hogar de tres etnias y los nativos temen perder su hábitat si se construye la ruta. Sus líderes acusaron al mandatario de enarbolar un falso discurso de defensa de la Madre Tierra en foros internacionales.
El gobierno acusó a la embajada de Estados Unidos, a grupos ambientalistas, a los opositores y a disidentes de alentar la protesta.
El domingo Morales anunció que llamará a una consulta a las dos regiones involucradas, Cochabamba y Beni, para definir la suerte de la ruta, pero analistas opinaron que el resultado podría favorecerlo ya que en Cochabamba están los cocaleros que lidera el propio mandatario y quienes se han mostrado a favor de la ruta.
Los indígenas del TIPNIS también rechazan la carretera porque temen una expansión de los cocales.
La crisis causó una caída al 37% de la popularidad de Morales en septiembre, el segundo registro más bajo desde que asumió el gobierno en 2006. La renuncia de Chacón puso de manifiesto las discrepancias internas en el manejo del conflicto.
Según el gobierno, ante el hostigamiento de los pobladores y para evitar enfrentamientos, la policía liberó a los detenidos durante una fuerte represión policial el domingo."Fueron pobladores e indígenas del lugar quienes lograron la libertad. Les agradezco que los hayan rescatado", dijo Adolfo Chávez, líder de los indígenas que participaban de la marcha.
"Ante la arremetida de centenares de personas, la policía se replegó para evitar enfrentamientos", dijo poco después en una rueda de prensa en La Paz el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
La policía arrestó a centenares de indígenas armados con arcos y flechas en un violento operativo y los introdujo a autobuses para retornarlos a su lugar de origen, pero la caravana fue frenada por pobladores de una localidad vecina quienes prendieron fogatas en la ruta.
La policía se desvió del camino pero al llegar al aeropuerto de Rurrenabaque el lunes, donde se disponía a evacuar a los detenidos en aviones, se topó con los pobladores que habían tomado la pista de aterrizaje, según presenció un reportero de AP.
En tanto, la ministra de Defensa Cecilia Chacón renunció al cargo en oposición a la fuerte represión policial. "Asumo esta decisión porque no comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el gobierno y no puedo defender ni justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo", dijo en la carta de renuncia dirigida al presidente Evo Morales. "íNo así! Acordamos con el pueblo hacer las cosas de otra manera", agregó.
Los indígenas emprendieron una caminata el 15 de agosto para protestar contra la carretera promovida por Morales que atravesará una rica reserva ecológica, pero su marcha se frenó cerca de esta localidad ante la presencia policial y el hostigamiento de un grupo de campesinos leales al mandatario que se parapetaron en la ruta para impedirles el paso.
Llorenti explicó que la policía "evacuó a los marchistas para garantizar su seguridad e integridad física" ante posibles choques con campesinos rivales que se encontraban a medio kilómetro.
Dijo, además, que la marcha "se tornó violenta" el sábado cuando el canciller David Choquehuanca fue obligado a romper un cerco policial y marchar con los indígenas. Si hubo abuso policial será investigado y sancionado, sostuvo.
Aseguró que según la policía no hubo fallecidos, desaparecidos ni niños extraviados, lo que contrasta con versiones de los indígenas que informaron de un niño fallecido y otros siete extraviados en el monte. Niños pequeños, mujeres y ancianos integraban la marcha.
Morales ha defendido la construcción de la carretera de 300 kilómetros y aseguró que se hará a pesar del rechazo. Los indígenas se oponen a que la ruta atraviese el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) para vincular los valles interandinos en el centro con la amazonia en el norte. La reserva es hogar de tres etnias y los nativos temen perder su hábitat si se construye la ruta. Sus líderes acusaron al mandatario de enarbolar un falso discurso de defensa de la Madre Tierra en foros internacionales.
El gobierno acusó a la embajada de Estados Unidos, a grupos ambientalistas, a los opositores y a disidentes de alentar la protesta.
El domingo Morales anunció que llamará a una consulta a las dos regiones involucradas, Cochabamba y Beni, para definir la suerte de la ruta, pero analistas opinaron que el resultado podría favorecerlo ya que en Cochabamba están los cocaleros que lidera el propio mandatario y quienes se han mostrado a favor de la ruta.
Los indígenas del TIPNIS también rechazan la carretera porque temen una expansión de los cocales.
La crisis causó una caída al 37% de la popularidad de Morales en septiembre, el segundo registro más bajo desde que asumió el gobierno en 2006. La renuncia de Chacón puso de manifiesto las discrepancias internas en el manejo del conflicto.
Tomado de Los Tiempos de Bolivia
No hay comentarios:
Publicar un comentario