Modelo de discusión energética en Chile se exporta a Latinoamérica
Ramiro Fernández
Ramiro Fernández
Responsable de la Estrategia de Cambio Climático y Energía para América Latina en Fundación AVINA
En medio de la discusión desarrollada a propósito de HidroAysén en Chile, una iniciativa con mirada de largo plazo, consensuada y amplia, surge como posible modelo para abordar el escenario energético del país, favoreciendo la participación de la ciudadanía en la búsqueda de soluciones para una sociedad más sustentable y equitativa.
Debido al éxito de la Plataforma Escenarios Energéticos Chile 2030, otros países de la región aspiran a replicar el modelo. Este proceso, promovido por una alianza estratégica entre Empresas Eléctricas A.G, Fundación AVINA Chile, Fundación Futuro Latinoamericano, Fundación Chile y la Universidad Alberto Hurtado, constituyó una herramienta destinada a la construcción conjunta y discusión abierta de diferentes escenarios de generación al año 2030, invitando a diversos actores a confrontar visiones, sosteniendo la base de rigurosidad técnica necesaria.
¿Por qué replicar la experiencia chilena de Escenarios Energéticos? Porque en general los países de América Latina han disminuido sus capacidades en materia de planificación energética y enfrentan hoy las consecuencias de bajos niveles de inversión y decisiones cortoplacistas, generando un mayor impacto ambiental y aumentando la conflictividad social frente a nuevos proyectos. Al mismo tiempo, aproximadamente 30 millones de latinoamericanos aún carecen de energía eléctrica. En este contexto, un grupo de organizaciones latinoamericanas venimos siguiendo el proceso de diálogo en Chile, y lo que más nos llamó la atención es la combinación entre forjar una visión de largo plazo; elevar el debate técnico, favoreciendo que posiciones diversas puedan ser fundadas y argumentadas técnicamente. En función de ello, vemos que es muy efectivo utilizar la metodología de Escenarios Energéticos como un modelo de debate y diálogo entre sectores bien diversos ya que permite fundamentar visiones diferentes, rescatando los beneficios y desventajas de cada una sin generar confrontación.
Combinar la participación y el diálogo entre sectores confrontados y debatir con sustento técnico, son parte de los elementos que enriquecen este proceso en Chile. Ello, provocó el interés en Argentina y en otros países de la región, como por ejemplo, Uruguay que ya está considerando la posibilidad de replicar el modelo chileno.
Combinar la participación y el diálogo entre sectores confrontados y debatir con sustento técnico, son parte de los elementos que enriquecen este proceso en Chile. Ello, provocó el interés en Argentina y en otros países de la región, como por ejemplo, Uruguay que ya está considerando la posibilidad de replicar el modelo chileno. También hay instituciones interesadas en Ecuador y una demanda para que se comparta el caso en Perú. Desde Fundación AVINA estamos siendo proactivos en compartir esta herramienta, porque vemos que es un modelo muy efectivo para instalar en la agenda pública la necesidad de formular una política energética de largo plazo y basada en principios de sustentabilidad para un país.
Es por eso que hemos invitado a personas de la Plataforma Escenarios Energéticos Chile 2030 a Argentina para dar charlas y generar espacios de conversación entre ambos países. Asimismo, empezamos a hablar con distintas instituciones en Argentina para ver si creían que el contexto nacional daba las condiciones para un proceso de diálogo de estas características, y si identificaban la necesidad de hacerlo. Así se conformó una alianza entre CEARE, Centro de Estudios Argentinos de Regulación Energética de la UBA; la Fundación Ambiente y Recursos Naturales FARN; el Instituto Tecnológico de Buenos Aires ITBA y Fundación AVINA Argentina para convocar 6 instituciones referentes del sector energético, sector académico y ONG´s a que presenten sus propios escenarios energéticos para Argentina 2030.
El contexto argentino tiene algunos elementos diferentes, pues en estos momentos no hay una crisis por un conflicto energético particular, como es el caso de HidroAysén en Chile. Tampoco se ha convocado a un Consejo Asesor desde el Ministerio de Energía para reformular su política energética.
Por el contrario, sí tenemos una matriz con una alta concentración de combustibles fósiles, con un 90%, recientemente hemos perdido nuestra capacidad de autoabastecimiento que mantuvimos por casi 2 décadas y enfrentamos problemas de abastecimiento de energía en períodos de alto consumo (como el invierno), lo que implica hacer recortes energéticos preventivos. También se reconocen desafíos en el régimen tarifario implementado, que requiere de un alto nivel de subsidio desde el Estado para sostener una tarifa que está por debajo de la media de la región.
Todo esto hace que el debate en materia energética entre el Estado, los privados y la sociedad civil no sea abierto, transparente ni con una base técnica que permita identificar las mejores soluciones en el largo plazo. Por eso, un conjunto de organizaciones, hicimos una alianza para potenciar un proceso de Escenarios Energéticos en Argentina, tomando como referencia e inspiración el modelo chileno.
La estrategia de energía de la Fundación AVINA se trabaja en 3 programas interrelacionados: desarrollo de políticas energéticas de largo plazo; promoción de energías renovables y un programa de acceso a energía para sectores excluidos.
La experiencia en Chile nos ha permitido aprender que en materia energética, América Latina enfrenta desafíos serios en seguridad energética por los cuales requiere diversificar su matriz, incrementar su eficiencia energética y favorecer la inversión en energías renovables, reduciendo así su proyección de emisiones de gases efecto invernadero, siendo energía la 2° causa de emisiones de la región.Favorecer el debate energético en nuestros países es imprescindible, ya que la provisión y consumo de energía es una de las bases en las que se sustenta nuestro actual modelo de desarrollo. Las decisiones que se toman en materia energética hoy, inciden en el desarrollo social, económico y ambiental de un país por lo menos en las próximas dos décadas. Por eso, nuestra convicción es promover la participación y diálogo en la agenda energética de los distintos países de la región como una necesidad del presente, pero con una visión de sustentabilidad de futuro.
Tomado de El Mostrador, blogs de opinión Enviado en Boletín Gal de Chile
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