Con el líquido vital, ya se han beneficiado 25 familias de Timbocito, mientras que la energía llegó a 6 viviendas de Tororataí y a 16 de Uguaí. Otras actividades, como el desmonte de banquinas, la realizan los pobladores de la zona, quienes perciben una remuneración del Municipio por su trabajo.
Más de 2.000 personas viven en la zona rural de Mercedes, en parajes cercanos a la ciudad y en otros más alejados, donde se plantean necesidades diferentes para los pobladores y otras que son comunes. Entre estas últimas, se hallan el acceso a los servicios básicos de agua y electricidad. En los últimos meses, el Municipio ha desarrollado trabajo para que los vecinos de los diversas áreas puedan acceder a ellos, extendiendo la electrificación rural y la red del líquido vital.
En paraje Timbocito, a través de la Oficina de Asuntos Rurales de la Municipalidad, se está completando un tendido de 800 metros de red de agua potable. Son 25 las familias que han accedido a este servicio en sus viviendas.
Sebastián Gómez, titular de la Oficina, explicó que en esa zona se está extendiendo la red ya existente. Con estas tareas, cinco o seis familias más podrán contar con agua en sus viviendas. “No son muchas las casas que en esa zona todavía no tienen agua, pero en los últimos años, muchas personas que eran de estos parajes y que vivían en la ciudad, tras jubilarse, han decidido volver a instalarse aquí”.
Además, se están reparando los caños de bajada del tanque que abastece la red de agua del paraje Itá Corá, que impedía a los pobladores acceder al agua potable.
En tanto, en el paraje Uguaí, unos 20 kilómetros antes de Pellegrini, se extendió a través del Programa de Electrificación Rural, la red beneficiando en esa zona a 16 familias.
También gracias a los fondos del programa, se inició la obra de tendido eléctrico en el paraje Tororataí. Esta extensión tiene unos 3.800 metros. Una vez finalizados los trabajos, 6 familias podrán contar con este servicio.
“Son muchas las actividades que buscamos generar entre los pobladores. Además de los trabajos que se efectúan para acercar los servicios básicos a los pobladores, se los integra en las tareas en las que pueden contribuir”, explicó Gómez.
En ese marco, desde la la dependencia se encaró la limpieza en la Ruta Nº29. Allí se está realizando el desmonte de las banquinas, desde el paraje Boquerón a Itá Corá y desde allí a Paiubre.
Esta tarea está a cargo de personas oriundas de la zona rural, quienes perciben por ello una remuneración. De esta manera se pretende generar trabajo para los habitantes de los parajes y al mismo tiempo, mejorar la visibilidad en las rutas.
Otra de las propuestas para la gente de los pobladores del área son los talleres que se dictan especialmente para niños y jóvenes. En el paraje Boquerón se dictan talleres de música, canto, acordeón y guitarra. Mientras que los más grandes pueden participar de capacitaciones orientadas a fortalecer la acción educativa en el campo, gastronomía, electricidad, albañilería, peluquería y cosmetología, acordeón, mecánica de motos, entre otros.
Tomado de diario el Litoral de CTES ar
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