Científicos de la UNNE estudiarán las razones de la limitación de la transmisión del idioma en Corrientes, pese a ser una lengua activa. El trabajo será documental. Afirman que en el ámbito educativo no se dicta guaraní, lo cual se contrapone a la ley provincial de oficialización.
A fines de 2004, la Legislatura correntina oficializó el guaraní como segundo idioma. No obstante, si bien contribuyó a promoverlo como parte de la identidad local, su penetración en el ámbito educativo fue prácticamente nula. Aunque existen zonas rurales donde se la practica como única lengua. Con estos antecedentes, una investigación en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) busca determinar la constitución del discurso de la prohibición del guaraní en Corrientes a través del estudio de fuentes documentales. Se trata de una etapa necesaria para profundizar, más adelante, la situación actual del uso del idioma, en relación al bilingüismo castellano- guaraní.
“La existencia del guaraní como lengua activa en la provincia es una realidad. Se usa como lengua primera o segunda y muchas personas la tienen como única lengua, entre ellos muchos chicos. Pese al reconocimiento oficial como lengua provincial, aún se mantienen prohibiciones o se limita su transmisión”, explicó la profesora Carolina Gandulfo, autora del estudio que cuenta con el aval de la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la casa de altos estudios. La investigadora indicó que en la actualidad continúan pesando las prohibiciones explícitas. A lo que se suman las limitaciones de su transmisión en el ámbito educativo, ya que no está incorporada en la formación de docentes bilingües. No obstante, insistió en que la práctica sigue viva y para muchos, es su lengua originaria.
Gandulfo sostuvo que fue necesario detectar las limitaciones sociales en torno al ahora segundo idioma oficial. “Analizaremos distintas fuentes documentales como primera etapa para empezar a comprender cómo se llegó a la situación actual de este idioma de fuerte identidad en Corrientes”, señaló.
El programa de investigación proyecta avanzar en analizar historias familiares para identificar los rasgos sobresalientes del proceso de transmisión de generación en generación, como una forma de ahondar en el uso contemporáneo. Es que la bibliografía es escasa. Entre ellas se destacan los estudios que datan de los tiempos de las misiones y reducciones jesuíticas.
La autora de los libros “Entiendo pero no hablo. El guaraní ‘acorrentinado’ en una escuela rural: usos y significaciones” y de “Guaraní sí, castellano más o menos”, explicitó la necesidad de revalorizar el idioma y de incorporar docentes bilingües al sistema educativo para frenar la deserción de quienes no comprenden castellano.
Indicó que en zonas rurales es común que aunque los maestros hablen castellano y guaraní, no se permita el uso de la segunda lengua en las aulas y eso conduce a que los alumnos que sólo hablan guaraní no acceden a la alfabetización.
Esta realidad se repetiría pese a la oficialización de la lengua madre tras la sanción de la Ley Nº 5.598. Gandulfo expresó que si bien logró una notoria repercusión en cuanto a fortalecer la identidad del idioma en Corrientes, sin embargo no avanzó su enseñanza en las escuelas. Sostuvo, además que tampoco fue promovido en zonas donde sólo se habla ese idioma.
“Iniciar un estudio de este tipo considero que puede contribuir a comprender la importancia de asegurar contextos propicios para que el guaraní se siga trasmitiendo”, concluyó.
Tomado de diario El Litoral de CTS ar
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