157.000 reliquias de dos museos son restauradas
Dos restauradoras trabajan minuciosamente en el mantenimiento de las piezas del museo etnográfico. PSR.
Ximena Pulla sujeta el sombrero del Taita Carnaval junto con Danny Cordero y Patricio Quinde, llevan el maniquí de este personaje que estaba exhibido en un espacio del área etnográfica del Museo Pumapungo al taller general de restauración, donde proceden a evaluar el estado de las piezas y a la limpieza sutil del textil y otros accesorios.
En el Museo Pumapungo, un equipo multidisciplinario de restauradores y administradores del patrimonio liderados por María Dolores Donoso, inició el proceso de conservación preventiva de las colecciones del Museo Pumapungo de Cuenca y del Museo de Loja.
Donoso explica que aproximadamente 157.000 piezas entran a mantenimiento en los dos museos, con la guía de los curadores: Tamara Landívar, Pedro Cueva, Patricio Álvarez y Rómulo Sánchez.
El cronograma de trabajo se realizó de acuerdo con la afluencia de público, ésta es una época en la que la presencia de visitantes es menor y por eso las labores iniciaron con la intervención de las piezas que se exponen en las salas de exhibición, paralelamente se trabaja en la biblioteca donde existen 37.000 documentos.
Limpieza
La intervención consiste en primero en la limpieza para la conservación preventiva, luego se elabora una ficha de las obras que presenten problemas y si éste es grave se la aisla para un tratamiento posterior.
En el área documental, los restauradores hicieron un informe sobre el estado de los archivos, se tomaron muestras para un análisis que ayudará en el momento de la fumigación ya que los productos a utilizarse serán puntuales para el tipo de problema que presenten.
Tamara Landívar, curadora, especificó que los técnicos encargados conocen sobre el manejo de museos, bienes culturales, reservas arqueológicas, etnográficas y de arte, por eso, el proceso maneja el sistema RBC (Registro de Bienes Culturales), donde a través de fichas electrónicas especifican la intervención hecha en los bienes culturales, quienes intervinieron, como se hizo, el registro fotográfico del proceso y las recomendaciones.
Marcos Sempértegui y Wilmer Álvarez, limpian las piezas y vitrinas de la sala Tomebamba; la manguera que succiona el polvo es recubierta con un pañuelo para no afectar piezas arqueológicas, luminarias, textos, fotografías y cuadros. La parte metálica de las brochas o pinceles de cerda suave se cubren para que no tengan contacto con los bienes, este proceso se aplica en todas las existencias. En el taller de restauración, antes de succionar el polvo del textil se coloca sobre éste una malla suave y se empieza a aspirar.
Patricio Quinde, restaurador, explica que en el área etnográfica se limpia el polvo, suciedades, grasas superficiales para impedir el avance del deterioro. Hasta ahora se encontraron 17 piezas afectadas; unas, por la presencia de xilófagos (insectos que se nutren de la madera); otras presentan roturas, decoloración de la luz, esas se trasladan al área de restauración para una segunda etapa de recuperación, explica Ximena Pulla, integrante del equipo de labores. (BSG)
Detalle
- Los encargados del servicio de conservación preventiva entregarán la obra el 30 de enero. María Dolores Donoso, señala que la reserva que se ubica en el subsuelo y presenta algunos problemas ya que la humedad y la temperatura afecta las piezas, a eso se suma la aparición de hongos e insectos.
Tomado de El Mercurio de Ecuador
No hay comentarios:
Publicar un comentario