Lago Ypacaraí: Más de tres décadas de
desidia
Por Mayra Rivarola.
Desde los años 80, especialistas
nacionales e internacionales vienen advirtiendo sobre la contaminación del lago
Ypacaraí. Año tras año, las autoridades ignoraron las recomendaciones y el
resultado está a la vista de todos.
El emblemático lago Ypacaraí, ubicado
entre los departamentos Central y Cordillera, está rodeado de serranías, lo que
ofrece un espectáculo paisajístico sin igual. Sin embargo, el agua del recurso
hídrico tiene la particularidad de estar casi estancada. Su desagüe sobre el
río Salado, afluente del Paraguay, es lento y circunstancial, ya que depende de
la diferencia de niveles entre los tres, que casi siempre es muy escasa.
El estancamiento del agua, sumado a la
constante descarga de desechos líquidos y sólidos cloacales y de industrias,
resultó en la acumulación excesiva de nutrientes, creando el ambiente propicio
para la proliferación de las cianobacterias, comunmente conocidas como algas
tóxicas. Esta situación ya fue advertida por especialistas nacionales e
internacionales desde los años 80.
Algunos de los estudios
En 1984 el Instituto de Ciencias Básicas
de la Universidad Nacional de Asunción presentó estudios del lago Ypacaraí,
explicó el hidroquímico, Carlos Centurión López, a ABC Color. En los dos tomos
del documento denominado “Estudio Limnológico del lago Ypacaraí” se realizó un
diagnóstico además de una serie de recomendaciones para recuperar el recurso
hídrico.
Luego de esta publicación, se realizó un
seminario en agosto del mismo año, denominado “Control de Eutrofización del
lago Ypacaraí”, con el especialista en lagos tropicales de la Organización
Mundial de la Salud, Henry Salas. Del seminario surgió otro documento donde se
recomendaron nuevamente una serie actividades para la recuperación del lago.
En 1989, expertos de la Agencia de
Cooperación Internacional del Japón (JICA), advirtieron que si no se tomaban
acciones inmediatas para recuperar el recurso hídrico, este estaría totalmente
eutroficada (infestada de algas tóxicas) para el 2010. Nuevamente, las
recomendaciones cayeron en oídos sordos.
“La causa principal de contaminación de
las aguas del lago Ypacaraí la constituye el fenómeno llamado eutrofización
(producción de algas superior) por exceso de presencia de nutrientes, sobre todo
nitrógeno y fósforo, provenientes de cloacas sanitarias y algunas industrias
ubicadas en la cuenca hidrográfica”, explicó un especialista de la JICA en el
2005.
Las mismas recomendaciones
Además de esta reducida lista, una
incontable cantidad de técnicos y especialistas, nacionales e internacionales,
han estudiado la situación del lago Ypacaraí concluyendo que la eliminación de
focos contaminantes es imperante para salvar al emblemático espejo de agua.
Esto incluye una cobertura total del
servicio de alcantarillado, que en alguno de los 21 municipios en la cuenca
solo abarca el 20 por ciento de la población, para reducir la cantidad de
desechos tóxicos que son vertidos en el cuerpo de agua sin tratamiento previo.
Otro factor es la descarga de efluentes
industriales, que deben ser propiamente tratadas para su disposición.
Actualmente unas 300 industrias operan en la cuenca, muchas de ellas sin contar
con licencias ambientales.
Si bien estas recomendaciones son de
conocimiento público desde hace por lo menos tres décadas, las autoridades
municipales y nacionales continúan empeñadas en traer más técnicos y elaborar
planes para la recuperación del recurso hídrico, que invariablemente terminan
en la desidia.
Mientras las fuentes de contaminación al
lago no se reduzcan drásticamente, todo el ecosistema que rodea el cuerpo de
agua se irá deteriorando cada vez más, no solamente afectando a cientos de
especies que habitan en ella, sino también destruyendo una posibilidad única en
nuestro país de desarrollar la economía en base al turismo ecológico y
sustentable.
Tomado de ABC de py
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