”SUDAMÉRICA GENERA PRIMA CLIMÁTICA EN EL PRECIO DE LOS
GRANOS”
Los pronósticos de año Niño se han disipado a medida que las
temperaturas del Océano Pacífico Ecuatorial en las cercanías de Centro América
se moderaron y volvieron a niveles normales, al tiempo que ya hay quienes
hablan de un retorno a condiciones Niña. Sin embargo es posible que dichas
condiciones no terminen afectando tanto a los cultivos Sudamericanos.
Por: Dante Romano
Tras el fuerte ajuste en los precios de soja que vimos en
las últimas semanas, finalmente los operadores tomaron nota del riesgo
climático Sudamericano y los valores tanto del maíz como de la soja subieron.
En el caso del trigo los precios tienen un movimiento más oscilante, pero es
innegable que hay también elementos que deberían generar temor. En tanto
localmente la cosecha de cebada y trigo viene mostrando problemas de rinde y
calidad preocupantes, al tiempo que la implantación de maíz y soja avanza, pero
a un ritmo más lento que lo esperado.
La base de la fuerte baja que se experimentó en soja está en
que la cosecha norteamericana de soja finalmente fue de unas 10 mill.tt. más
alta de lo que se pensó en el peor momento de la seca en EEUU. Aparentemente
las lluvias de agosto que pensábamos habían llegado tarde, lograron mejorar
sustancialmente los cultivos. Pero si bien esas 10 mill.tt. no logran
incrementar los stocks norteamericanos, relajan la situación de abastecimiento
del mundo, permitiendo empalmar mejor con la producción sudamericana que en
febrero comenzará a llegar al mercado.
Sin embargo a pesar de ese incremento en producción los
stocks en EEUU siguen siendo muy bajos, mientras que en el mundo mejoraron pero
tampoco pasaron a ser amplios. Por esto podemos decir que ayudan a empalmar con
la cosecha sudamericana, pero que la soja depende de una gran cosecha en
nuestras latitudes.
Inicialmente esa gran cosecha que se esperaba parecía tener
vistas de lograrse, por la fuerte intención de siembra por un lado, y los
pronósticos de año Niño por el otro, que se asocian con mejores chances
productivas para nuestra región. El problema es el clima en nuestras latitudes
viene demorando la implantación, poniendo en duda que toda el área pueda
implantarse y que los rindes que se vayan a obtener sean récord.
En nuestro país hay vastas zonas con excesos de humedad
evidentes. Si bien una parte de ellas se trata de regiones que tradicionalmente
tienen problemas en años lluviosos, lo cierto es que en dichas regiones no solo
los campos bajos tienen problemas sino todos, y además también se ven
inconvenientes en zonas que tradicionalmente no se inundan. Compartiendo
observaciones con personas que tienen trayectoria en el sector granario, la
conclusión a la que llegamos es que el mercado no ha tomado cabal medida del
problema de los excesos de humedad en Argentina. Y como si eso fuera poco, hay
en el pronóstico más lluvias para la semana que está comenzando.
De todas formas parece poco probable que esto nos lleve a un
fracaso productivo, ya que en la zona donde se pueda sembrar, y en aquellas que
vienen siendo golpeadas por la seca de años anteriores, el aumento de rinde
compensará en parte los problemas de las zonas con demasiada humedad. De hecho
las lluvias de esta semana darán un aporte muy necesario para los campos del
norte Argentino que venían con poca humedad. De todas formas, ya podemos
descartar que se logren rindes récord.
En el caso de Brasil, cuando la campaña arrancó el temor
pasaba porque las lluvias generaban anegamientos en el sur, pero no llegaban al
norte. En este último mes, comenzó a llover en el norte, pero el sur se quedó
sin lluvias. Esto hizo que tras una siembra demorada en el norte, las
condiciones mejoraran, y que el sur genere ahora una duda productiva
importante. Esta zona origina tanto soja como maíz, por lo que la preocupación
es doble.
Por otro lado los pronósticos de año Niño se han disipado a
medida que las temperaturas del Océano Pacífico Ecuatorial en las cercanías de
Centro América se moderaron y volvieron a niveles normales, al tiempo que ya
hay quienes hablan de un retorno a condiciones Niña. Sin embargo es posible que
dichas condiciones no terminen afectando tanto a los cultivos Sudamericanos.
Lo que si debería generar algo de alerta son los pronósticos
para nuestra región de que las temperaturas en el verano serán muy elevadas, lo
que podría terminar siendo un problema que nos aleje nuevamente de la chance de
llegar a una cosecha récord en la región.
Si bien la situación climática descripta impacta más fuerte
en el mercado de soja que en el de maíz, ya que para la oleaginosa la
producción sudamericana es un factor clave. Desde hace varias campañas, la
producción del sur fue más importante que la del norte de América, al tiempo
que en este año es posible que la combinación de mala productividad en EEUU, y
gran área sembrada en Brasil lleven a que el país Carioca termine superando a
Norteamérica en producción de soja. En el caso del maíz todavía EEUU sigue
siendo el gran origen de la mercadería, y también el gran consumidor. Lo que
pasa allí es definitorio. Sin embargo Sudamérica y otros proveedores de maíz,
fueron cobrando importancia en el mercado internacional ya que el aumento del
consumo interno del cereal para etanol creció en forma desmedida, desplazando a
la exportación. Dicho esto la demora en la implantación en Argentina, y los
problemas en el sur de Brasil, si bien no son definitorios, tienen una
importancia mayor a la que históricamente mostraron.
SI unimos esta descripción con el hecho de que los fondos han
vendido gran parte de su posición comprada en soja, llegamos a la conclusión de
que el mercado esta listo para una nueva apuesta al alza de la mano del clima.
En cuanto a la demanda, se encuentra más demorada en el caso
de maíz, donde las exportaciones volvieron a mermar en EEUU, y la producción de
etanol a reducirse. En soja mientras tanto el comercio de poroto estuvo más
débil, pero los subproductos despegaron con exportaciones de EEUU elevadas, que
tomamos como un reflejo de la actitud de la demanda internacional.
En lo que hace al trigo los operadores parecen haber
superado ya la preocupación por los problemas productivos, y como China dice
tener más trigo de lo pensado, la posibilidad de que terminara convirtiéndose
en un importador fuerte este año se diluyó. Al mismo tiempo los reportes de
cosecha en Australia apuntan a que la calidad no habría sido tan afectada por
el clima. Sin embargo debemos tener en cuenta que en nuestro país hay problemas
productivos, que repasaremos a continuación, y que en EEUU se inició la campaña
de trigo con problemas de seca que llevaron a que la calidad de los mismos sea
la peor de la historia. De todas formas es importante tener presente que el
trigo de invierno pasará ahora por la etapa donde se cubre de nieve, y entra en
hibernación hasta la primavera. Esta capa de nieve es central porque aísla al
trigo de las temperaturas bajos cero del invierno en el hemisferio norte. Luego
con la primavera la nieve de derrite, haciendo un aporte de humedad, y llegan
las precipitaciones de la primavera. Por esto el clima en el arranque no es tan
definitorio de la calidad final. Sin embargo la situación es preocupante, y el
panorama productivo complicado.
En cuanto a la cosecha fina en nuestro país, lo que apuntaba
a ser una excelente campaña tanto por rindes como por precios, se malogró en lo
que hace a la cuestión productiva con los excesos de humedad que se dieron a
partir de septiembre. Esto generó un problema sanitario importante, con
enfermedades que resultaron muy difíciles de controlar, y que dejaron su huella
en los cultivos, fundamentalmente con la caída del peso hectolítrico. Este
problema termina teniendo dos implicancias igualmente graves: por un lado al
tener un grano más liviano, la productividad se resiente, con lo que lotes que
apuntaban a cierta cantidad de grano terminan generando mucho menos. Pero por
otro lado también se genera el problema de que la calidad se resiente. Ambos
elementos complicarán a los productores para cumplir los requisitos de negocios
previamente concertados, por falta de mercadería pero también por mala calidad
de la mercadería en cuestión.
En el caso del trigo además el fusarium genera dificultades
para la molinería, la cual se encontrará con un problema para generar harinas
de calidad. En este contexto quien disponga de trigos con buena aptitud
panadera podrá conseguir muy buenos negocios.
Otro inconveniente grave que vamos a tener es que dada la
necesidad de fondos, el gobierno autorizó la exportación de 6 mill.tt. de trigo
partiendo de un calculo poco realista de producción. Las perspectivas actuales
apuntan a 10 mill.tt. de producción, si se reservan unas 6 mill.tt. para el
consumo interno esto implicará que sólo 4 mill.tt. podrían ser vendidas al
exterior, y los exportadores tiene ya declaradas compras por más que ese
tonelaje. Esto implica que el interés del sector exportador debería restringirse,
y hacia ese camino estamos yendo. La gran pregunta es si los molinos podrán
pagar 230 a 250 U$S/tt por el trigo dependiendo de su calidad como vienen
haciendo los exportadores, y aun pudiendo hacerlo si pagarán ese precio a
sabiendas de que la exportación se retirará.
Como punto para la reflexión esto nos pone en evidencia del
fracaso rotundo de los ROE VERDE: esta campaña el consumo interno se quedó sin
trigo y de todas formas debió salir a pagar precios impensados por el cereal, a
pesar de que supuestamente está protegido por el esquema de ROE VERDE. Además
para la campaña nueva ya estamos viendo la chance de que vuelva a pasar lo
mismo. La “amenaza” de que ante faltante en el mercado interno, la exportación
sería forzada a abastecer el mercado interno no se verificó y esto pone en duda
que se haga para el año próximo. Así las cosas, quien tenga trigo que no logre
vender este año debería aguardar el nerviosismo que tarde o temprano aparecerá
de la industria molinera, y este es un cambio de paradigma para el trigo.
En el caso de la cebada, cuando arrancó la campaña la
preocupación era que con una gran producción local se podría saturar el
mercado. Sin embargo dos elementos obraron en contra de que esto ocurriera.
Primeramente el problema con la producción de maíz en EEUU que abrió un mercado
mucho más amplio para la forrajeras, incluida la cebada. Por otro lado también
hay problemas de calidad y productivos muy fuertes que están generando
problemas cada vez mayores para cumplir con los requerimientos de calidad.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria
TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR
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