jueves, 27 de diciembre de 2012

PRODUCCIÓN DE GRANOS mientras se disipa el niño


”SUDAMÉRICA GENERA PRIMA CLIMÁTICA EN EL PRECIO DE LOS GRANOS”
Los pronósticos de año Niño se han disipado a medida que las temperaturas del Océano Pacífico Ecuatorial en las cercanías de Centro América se moderaron y volvieron a niveles normales, al tiempo que ya hay quienes hablan de un retorno a condiciones Niña. Sin embargo es posible que dichas condiciones no terminen afectando tanto a los cultivos Sudamericanos.
Por: Dante Romano
Tras el fuerte ajuste en los precios de soja que vimos en las últimas semanas, finalmente los operadores tomaron nota del riesgo climático Sudamericano y los valores tanto del maíz como de la soja subieron. En el caso del trigo los precios tienen un movimiento más oscilante, pero es innegable que hay también elementos que deberían generar temor. En tanto localmente la cosecha de cebada y trigo viene mostrando problemas de rinde y calidad preocupantes, al tiempo que la implantación de maíz y soja avanza, pero a un ritmo más lento que lo esperado.
La base de la fuerte baja que se experimentó en soja está en que la cosecha norteamericana de soja finalmente fue de unas 10 mill.tt. más alta de lo que se pensó en el peor momento de la seca en EEUU. Aparentemente las lluvias de agosto que pensábamos habían llegado tarde, lograron mejorar sustancialmente los cultivos. Pero si bien esas 10 mill.tt. no logran incrementar los stocks norteamericanos, relajan la situación de abastecimiento del mundo, permitiendo empalmar mejor con la producción sudamericana que en febrero comenzará a llegar al mercado.
Sin embargo a pesar de ese incremento en producción los stocks en EEUU siguen siendo muy bajos, mientras que en el mundo mejoraron pero tampoco pasaron a ser amplios. Por esto podemos decir que ayudan a empalmar con la cosecha sudamericana, pero que la soja depende de una gran cosecha en nuestras latitudes.
Inicialmente esa gran cosecha que se esperaba parecía tener vistas de lograrse, por la fuerte intención de siembra por un lado, y los pronósticos de año Niño por el otro, que se asocian con mejores chances productivas para nuestra región. El problema es el clima en nuestras latitudes viene demorando la implantación, poniendo en duda que toda el área pueda implantarse y que los rindes que se vayan a obtener sean récord.
En nuestro país hay vastas zonas con excesos de humedad evidentes. Si bien una parte de ellas se trata de regiones que tradicionalmente tienen problemas en años lluviosos, lo cierto es que en dichas regiones no solo los campos bajos tienen problemas sino todos, y además también se ven inconvenientes en zonas que tradicionalmente no se inundan. Compartiendo observaciones con personas que tienen trayectoria en el sector granario, la conclusión a la que llegamos es que el mercado no ha tomado cabal medida del problema de los excesos de humedad en Argentina. Y como si eso fuera poco, hay en el pronóstico más lluvias para la semana que está comenzando.
De todas formas parece poco probable que esto nos lleve a un fracaso productivo, ya que en la zona donde se pueda sembrar, y en aquellas que vienen siendo golpeadas por la seca de años anteriores, el aumento de rinde compensará en parte los problemas de las zonas con demasiada humedad. De hecho las lluvias de esta semana darán un aporte muy necesario para los campos del norte Argentino que venían con poca humedad. De todas formas, ya podemos descartar que se logren rindes récord.
En el caso de Brasil, cuando la campaña arrancó el temor pasaba porque las lluvias generaban anegamientos en el sur, pero no llegaban al norte. En este último mes, comenzó a llover en el norte, pero el sur se quedó sin lluvias. Esto hizo que tras una siembra demorada en el norte, las condiciones mejoraran, y que el sur genere ahora una duda productiva importante. Esta zona origina tanto soja como maíz, por lo que la preocupación es doble.
Por otro lado los pronósticos de año Niño se han disipado a medida que las temperaturas del Océano Pacífico Ecuatorial en las cercanías de Centro América se moderaron y volvieron a niveles normales, al tiempo que ya hay quienes hablan de un retorno a condiciones Niña. Sin embargo es posible que dichas condiciones no terminen afectando tanto a los cultivos Sudamericanos.
Lo que si debería generar algo de alerta son los pronósticos para nuestra región de que las temperaturas en el verano serán muy elevadas, lo que podría terminar siendo un problema que nos aleje nuevamente de la chance de llegar a una cosecha récord en la región.
Si bien la situación climática descripta impacta más fuerte en el mercado de soja que en el de maíz, ya que para la oleaginosa la producción sudamericana es un factor clave. Desde hace varias campañas, la producción del sur fue más importante que la del norte de América, al tiempo que en este año es posible que la combinación de mala productividad en EEUU, y gran área sembrada en Brasil lleven a que el país Carioca termine superando a Norteamérica en producción de soja. En el caso del maíz todavía EEUU sigue siendo el gran origen de la mercadería, y también el gran consumidor. Lo que pasa allí es definitorio. Sin embargo Sudamérica y otros proveedores de maíz, fueron cobrando importancia en el mercado internacional ya que el aumento del consumo interno del cereal para etanol creció en forma desmedida, desplazando a la exportación. Dicho esto la demora en la implantación en Argentina, y los problemas en el sur de Brasil, si bien no son definitorios, tienen una importancia mayor a la que históricamente mostraron.
SI unimos esta descripción con el hecho de que los fondos han vendido gran parte de su posición comprada en soja, llegamos a la conclusión de que el mercado esta listo para una nueva apuesta al alza de la mano del clima.
En cuanto a la demanda, se encuentra más demorada en el caso de maíz, donde las exportaciones volvieron a mermar en EEUU, y la producción de etanol a reducirse. En soja mientras tanto el comercio de poroto estuvo más débil, pero los subproductos despegaron con exportaciones de EEUU elevadas, que tomamos como un reflejo de la actitud de la demanda internacional.
En lo que hace al trigo los operadores parecen haber superado ya la preocupación por los problemas productivos, y como China dice tener más trigo de lo pensado, la posibilidad de que terminara convirtiéndose en un importador fuerte este año se diluyó. Al mismo tiempo los reportes de cosecha en Australia apuntan a que la calidad no habría sido tan afectada por el clima. Sin embargo debemos tener en cuenta que en nuestro país hay problemas productivos, que repasaremos a continuación, y que en EEUU se inició la campaña de trigo con problemas de seca que llevaron a que la calidad de los mismos sea la peor de la historia. De todas formas es importante tener presente que el trigo de invierno pasará ahora por la etapa donde se cubre de nieve, y entra en hibernación hasta la primavera. Esta capa de nieve es central porque aísla al trigo de las temperaturas bajos cero del invierno en el hemisferio norte. Luego con la primavera la nieve de derrite, haciendo un aporte de humedad, y llegan las precipitaciones de la primavera. Por esto el clima en el arranque no es tan definitorio de la calidad final. Sin embargo la situación es preocupante, y el panorama productivo complicado.
En cuanto a la cosecha fina en nuestro país, lo que apuntaba a ser una excelente campaña tanto por rindes como por precios, se malogró en lo que hace a la cuestión productiva con los excesos de humedad que se dieron a partir de septiembre. Esto generó un problema sanitario importante, con enfermedades que resultaron muy difíciles de controlar, y que dejaron su huella en los cultivos, fundamentalmente con la caída del peso hectolítrico. Este problema termina teniendo dos implicancias igualmente graves: por un lado al tener un grano más liviano, la productividad se resiente, con lo que lotes que apuntaban a cierta cantidad de grano terminan generando mucho menos. Pero por otro lado también se genera el problema de que la calidad se resiente. Ambos elementos complicarán a los productores para cumplir los requisitos de negocios previamente concertados, por falta de mercadería pero también por mala calidad de la mercadería en cuestión.
En el caso del trigo además el fusarium genera dificultades para la molinería, la cual se encontrará con un problema para generar harinas de calidad. En este contexto quien disponga de trigos con buena aptitud panadera podrá conseguir muy buenos negocios.
Otro inconveniente grave que vamos a tener es que dada la necesidad de fondos, el gobierno autorizó la exportación de 6 mill.tt. de trigo partiendo de un calculo poco realista de producción. Las perspectivas actuales apuntan a 10 mill.tt. de producción, si se reservan unas 6 mill.tt. para el consumo interno esto implicará que sólo 4 mill.tt. podrían ser vendidas al exterior, y los exportadores tiene ya declaradas compras por más que ese tonelaje. Esto implica que el interés del sector exportador debería restringirse, y hacia ese camino estamos yendo. La gran pregunta es si los molinos podrán pagar 230 a 250 U$S/tt por el trigo dependiendo de su calidad como vienen haciendo los exportadores, y aun pudiendo hacerlo si pagarán ese precio a sabiendas de que la exportación se retirará.
Como punto para la reflexión esto nos pone en evidencia del fracaso rotundo de los ROE VERDE: esta campaña el consumo interno se quedó sin trigo y de todas formas debió salir a pagar precios impensados por el cereal, a pesar de que supuestamente está protegido por el esquema de ROE VERDE. Además para la campaña nueva ya estamos viendo la chance de que vuelva a pasar lo mismo. La “amenaza” de que ante faltante en el mercado interno, la exportación sería forzada a abastecer el mercado interno no se verificó y esto pone en duda que se haga para el año próximo. Así las cosas, quien tenga trigo que no logre vender este año debería aguardar el nerviosismo que tarde o temprano aparecerá de la industria molinera, y este es un cambio de paradigma para el trigo.
En el caso de la cebada, cuando arrancó la campaña la preocupación era que con una gran producción local se podría saturar el mercado. Sin embargo dos elementos obraron en contra de que esto ocurriera. Primeramente el problema con la producción de maíz en EEUU que abrió un mercado mucho más amplio para la forrajeras, incluida la cebada. Por otro lado también hay problemas de calidad y productivos muy fuertes que están generando problemas cada vez mayores para cumplir con los requerimientos de calidad.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria
TOMADO DE ENVIO DE PREGON AGROPECUARIO DE AR

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