Mundial: Miles viajan en caravanas, y hasta bici, a Brasil Un
colombiano atravesará en bote el Amazonas
para ver a su equipo en el torneo.
Las siguientes historias te sorprenderán
Foto referencial de un brasileño que ha decorado su
bicicleta de una manera muy particular. (Reuters)
Santiago, Chile (AP). Tres mexicanos pedalearon sus
bicicletas durante seis meses para avivar a su selección en Brasil; un chileno
construyó a mano una casa rodante para seguir a la "Roja", y un
colombiano atravesará en bote el Amazonas para ver a su equipo en la Copa del
Mundo.
Miles de latinoamericanos aprovecharon que el Mundial se
desarrolla en la región para acompañar a sus selecciones. Los más esforzados
viajarán en caravanas de vehículos, motocicletas, autobuses y hasta bicicletas
para llegar a Brasil.
EN BICICLETA
Los mexicanos Juan Luis Sube, Angel Martíne y Héctor Lujan
renunciaron a sus empleos y el 6 de diciembre se montaron en sus bicicletas en
Guadalajara para emprender un recorrido de 9.500 kilómetros rumbo a Brasil.
Esperan arribar a Sao Paulo pare recoger entradas donadas, y luego llegar a
tiempo a Recife para ver a México jugar contra Croacia el 27 de junio.
"Salimos con 3.500 dólares cada uno, pero ahorita se
nos están acabando", agregó en una conversación telefónica el 30 de mayo,
mientras pedaleaba su bicicleta en el lado brasileño de las cataratas Foz de
Iguazú.
Una agencia de viajes le regaló al trío entradas para el
tercer encuentro de México en Recife. Miles de viajeros carecen de boletos,
pero no les importa porque sólo quieren estar presente en la gran fiesta del
fútbol.
Los ciclistas sueñan con ver el partido Brasil-México, el 17
de junio en Fortaleza, pero no tienen entradas. Sube dijo a la AP que si les
donan los boletos, viajarían en vehículo hasta el estadio Castelao, porque no
alcanzan a llegar en bicicleta. "Ya cumplimos nuestra meta de llegar de
México a Brasil en bicicleta, así que ahora podemos usar un carro. Avión no
porque el pasaje es muy caro", agregó.
CARAVANAS
Una de las mayores caravanas partió desde Chile el sábado,
con más de 800 vehículos y 3.200 personas que recorrerán unos 4.000 kilómetros
hasta Cuiabá, donde la "Roja" disputará su primer encuentro ante
Australia el 13 de junio.
Entre la caravana estará Cristián Uribarri, quien construyó
una casa rodante a mano y viaja con cuatro compañeros. Entre los cinco
reunieron 3.200 dólares para combustible, peajes y otros gastos.
La casa rodante fue levantada desde cero, y está equipada
con un colchón de dos plazas, un televisor, un equipo de música, una consola de
videojuegos, aire acondicionado, un pequeño refrigerador, todo alimentado por
un conversor de electricidad, también regalado.
"Es una oportunidad única de estar y vivir un Mundial.
Es la oportunidad más cerca que vamos a tener", comentó Uribarri, un
diseñador y empleado gubernamental de 35 años. "Es una oportunidad única
de ir a Brasil porque a Rusia es imposible, saldría carísimo, aparte de que
hace mucho frío, y Catar lejos es la ciudad más cara del mundo".
DESDE ARGENTINA
Fabián Bianchi, sus tres hijos y un hermano viajan a Brasil
amontonados en una vieja casa rodante acondicionada. No tienen entradas, pero
no les preocupa. "El campeonato obviamente es muy importante, pero la
fiesta previa y todo lo que comprende de unir tantas países del planeta tiene
mucha más importancia a veces que la competencia en sí", comentó Bianchi
en la provincia de Buenos Aires. "Así que muy entusiasmado con lo que
vamos a hace, y más en familia".
EN BOTE POR EL AMAZONAS
El colombiano Edwis Pérez, un ingeniero de sistemas de 40
años, viajará de Barrancabermeja a Bucaramanga, luego en avión a Leticia y
cruzará en bote el Amazonas hasta Manaos, para volar a Belo Horizonte y estar
presente en el partido de su selección ante Grecia, el 14 de junio.
Hace 18 años leyó las 100 cosas que una persona debería
hacer en su vida. "Me puse a hacer mi listado propio y entre esas 100
cosas tenía un Mundial de fútbol e ir al Amazonas: así hago dos cosas a la
vez", declaró.
DESDE CHILE
Cecilia Aguilar arrendó una casa rodante y viajará
acompañada de algunos compañeros de trabajo y con el recuerdo de su hijo
Eduardo Frazier, muerto a los 29 años.
"Muchos me dicen que voy yo, pero en mi cuerpo viene
conmigo el alma de mi hijo", dijo a la AP la especialista de recursos
humanos. "Sé que mi hijo desde el cielo está muerto de la risa de que esta
vieja hace locuras a los 64 años. Me da un tremendo impulso, me siento como una
joven de 40, entusiasmada de ir a esta aventura", añadió.
Desde Chile viajarán unos 50.000 hinchas a Brasil, aunque
las entradas disponibles para el país sudamericano eran menos de 20.000. TOMADO
DE EL COMERCIO DE PERU
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