Poco dinero y grupos armados afectan joyas ambientales
Entre parques nacionales naturales, reservas y parques
regionales, Antioquia tiene 27 áreas protegidas.
Por ÁREA METRO
Arví hace parte de la reserva del río Nare
Reserva forestal de Frontino: difícil control de recursos
Páramo de Urrao, una “fábrica” de agua
Las Orquídeas: Urrao, Frontino y Abriaquí
Los Katíos: Turbo, Riosucio y Unguía
Nudo de Paramillo, amenazado por la tala
Más del 12 % del territorio colombiano está en el Sistema de
Parques Nacionales Naturales: 12"602.000 hectáreas comprendidas en 41
parques, 11 santuarios de fauna y flora, dos reservas nacionales naturales, un
área natural única y una vía parque.
Antioquia, entretanto, son6"361.200 hectáreas, de las
que 495.352 (el 7,8 %) son áreas protegidas. En el departamento hay 27 áreas de
este tipo, incluyendo tres parques nacionales - Las Orquídeas, Paramillo y Los
Katíos -, reservas forestales, parques naturales regionales y distritos de
manejo integrado.
Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, presentamos siete áreas
protegidas que tienen todo su territorio o parte de él en el departamento.
Autoridades y analistas resaltan la riqueza que constituye
la enorme biodiversidad que allí se asienta, pero también señalan la presencia
de grupos armados ilegales que afectan el aprovechamiento de los recursos
naturales y el poco presupuesto con que funcionan estos espacios. Cada parque
nacional de estos maneja anualmente solo 300 millones de pesos que provee el
Gobierno Nacional, más otro tanto de cooperación internacional.
Arví hace parte de la reserva del río Nare
Aunque el Inderena en los años 70 declaró y delimitó la
reserva forestal del Nare, su peso en la opinión en Antioquia apenas tuvo eco
en 2009. En este año, una acción popular pretendió demoler cuanta construcción
existía, pero el Tribunal Administrativo de Antioquia la desestimó. Cornare y
el Ministerio de Ambiente empezaron una tarea de diagnóstico para redelimitar y
precisar lo ocurrido con las 11.300 hectáreas declaradas por Inderena. Esa
nueva caracterización dio un área de 15.400 hectáreas. Pero la dinámica de
ocupación las delimitó en 8.829 hectáreas. Hay un plan de manejo para tres
zonas. Una, preservación, equivalente al 17%. Dos, restauración, en 28% de la
reserva. Tres, usos sostenibles, en 54%. Según Javier Parra, subdirector de
Recursos Naturales de Cornare, con las alcaldías se termina un programa de
restauración de 1.300 hectáreas. Está entre Guarne, El Retiro y Rionegro
(Oriente) y Envigado y Medellín (Aburrá). El Parque Arví hace parte de la
reserva.
Reserva forestal de Frontino: difícil control de recursos
Localizada en el municipio de Frontino, tiene una extensión
estimada de 30.139 hectáreas y hace parte del distrito “Bosques subandinos del
Norte de la Cordillera Occidental” de la Provincia Biogeográfica Norandina. Fue
creada por acuerdo del Inderena en 1975. También hace parte del Sistema
Regional de Áreas Protegidas (Sirap), Sistema Departamental de Áreas Protegidas
(Sidap) y Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap) y todos sus afluentes
hacen parte de la vertiente del Atrato. Entre sus riquezas ambientales hay
bosque seco, subandino, andino, páramo y humedales altoandinos. Se reportan
especies endémicas, migratorias, de amplio rango y amenazadas (el saltarín
dorado y el mono aullador). Corpourabá, con $60 millones, busca consolidar el sistema
de áreas protegidas, con 3.642 hectáreas de páramos. Problemas de orden público
dificultan el control en la extracción de los recursos naturales. Hay actividad
minera.
Páramo de Urrao, una “fábrica” de agua
El páramo de Urrao, también conocido como el páramo del Sol,
es una de las “fábricas” de agua más importantes de Antioquia. Está ubicado a
4.080 metros sobre el nivel del mar y tiene una extensión de 29.870 hectáreas.
Sin embargo, el Instituto Von Humboldt trabaja en un proyecto de redelimitación
del páramo, de manera que su territorio podría aumentar. De acuerdo con
Elizabeth Ortiz, bióloga de Corpourabá, “allí predomina el frailejón, así como
los bosques de roble de tierra fría, que están en peligro de extinción”.
Además, entre la fauna más destacada está “el oso de anteojos, una especie
emblemática; el ave grallaria, que es un pájaro endémico de Urrao, y 7 especies
y 4 familias de anfibios, así como 315 especies de aves y 12 de mamíferos”. El
páramo tiene sistemas lagunares muy importantes para la producción de agua,
“por lo que se considera un ecosistema estratégico”, comenta Gustavo Toro,
coordinador Regional Urrao Corpourabá.
Las Orquídeas: Urrao, Frontino y Abriaquí
Las Orquídeas es el único parque nacional con toda su
extensión en Antioquia: 32.000 hectáreas distribuidas entre Urrao, Frontino y
Abriaquí. Su jefe, Héctor Velásquez Lema, considera que el principal aporte del
parque es la conservación de bienes y servicios que se derivan del área, como
el agua, la flora y la fauna. No hay turismo, pero se tiene proyectado para los
próximos años. Allí trabajan en restauración de ecosistemas, con observadores
de aves y orquídeas, investigación en plantas vasculares, educación ambiental
en el parque y en su zona de influencia y se adelantan convenios con
investigadores para estudiar especies. Entre ellos, un análisis de mamíferos.
También estudian la zamia y el bore, planta nativa de la región.
Río León, santuario de aves migratorias
Es parque Natural desde 2010, según Decreto 2372. Está
ubicado en el municipio de Turbo entre el Golfo de Urabá y los ríos Atrato,
León y Suriquí.
Tiene 6.183 hectáreas y en un 95 por ciento está deshabitado
ya que comprende humedales y una zona de amortiguación de inundaciones de los
ríos Atrato y León. Según informó Jairo
Guillermo Vásquez, biólogo Marino
de Corpourabá, este parque solo puede ser explotado apoyado por un plan de
manejo de Corpourabá en investigación y turismo y no se permiten
construcciones, por lo que el Sena está capacitando a la poca población, ubicada
en Puerto Girón, que corresponde a Apartadó. Para llegar allí solo se puede
hacer por embarcación por el río León o por el Golfo de Urabá. Entre las
especies más significativas se encuentran las babillas, caimanes, nutrias,
panteras onca y unas 150 especies de aves nativas, sin contar las migratorias.
Tiene una amplia zona de cativos y manglares, los cuales están en peligro por
la tala indiscriminada.
Hay varias solicitudes para construcción, pero está
prohibido y Corpourabá ya ha sancionado a empresarios que trataron de parcelar
una parte del territorio. También se han negado varios permisos para la
explotación piscícola.
Los Katíos: Turbo, Riosucio y Unguía
De las 72.000 hectáreas de Los Katíos, 25.200 están en
Turbo. Las demás, en Riosucio y Unguía, Chocó. Santiago Duarte Gómez, jefe del
parque, resalta que en 1994, la Unesco declaró el sitio como Patrimonio Natural
Mundial, debido a su importancia en el intercambio de fauna y flora entre
Centro y Suramérica. Allí viven unos 300 indígenas wounaan. “Colombia es
primera en el mundo en aves y aquí tenemos varias, incluso migratorias, que
hacen equilibrio ecosistémico”, destaca Duarte. En el parque no hay turismo,
por problemas de orden público, pero entran universidades e investigadores. Se
están creando 6 grupos de observadores de aves y en ellos se incluyen jóvenes
indígenas y de comunidades vecinas. “Tenemos monitoreo permanente de aves y
peces. La investigación es lo más importante”, dice Duarte.
Nudo de paramillo, amenazado por la tala
Fue declarado Parque Nacional por el desaparecido Inderena,
en 1977. Comprende 520 mil hectáreas, entre el norte de Antioquia y el sur de
Córdoba. De ellas unas 125 mil hectáreas son ocupadas por 48 comunidades
indígenas y 60 mil hectáreas por colonos. Según el profesional de apoyo del
parque, Carlos Vidal, esta es la reserva de carbono más importante del
noroccidente de Colombia con unas 485 especies de vertebrados, de ellos 385,
aves, y 724 de flora vascular. El 10 por ciento de esta biodiversidad está
amenazada por la presión de 2.033 familias de colonos, la deforestación, la
caza y cultivos ilícitos. Aún conserva una 500 mil hectáreas de bosques. Tiene
especies amenazadas como jaguares, pumas, dantas, osos de anteojos, tigrillos y
monos y maderas como el abarco, roble y choibá. Es el nacimiento de tres
grandes ríos: el San Jorge, Sinú y
Esmeralda.
ANÁLISIS
Las áreas protegidas son fuente de vida Ricardo Lozano Geólogo y experto internacional en medio ambiente
Tener estas áreas permite garantizar la vida en Antioquia.
Para los planes de ordenamiento, los de las CAR y los de manejo de cuencas
hidrográficas, las áreas protegidas son los determinantes, porque es allí donde
la vida se genera y donde se regula el recurso hídrico.
A pesar de que las áreas protegidas no abarcan la totalidad
de lo que se debería conservar, porque lo que hacen es identificar ecosistemas
referente, esas áreas deberían ampliarse. También garantizan el desarrollo
económico, porque gracias a ellas tenemos agua, generación de energía eléctrica
y seguridad alimentaria. Las áreas protegidas son muy pequeñas, hay que ser más
estrictos en su protección.
Sin vegetación no hay forma de retener el agua.
INFORME - ilegales golpean el ecoturismo
En cuanto a orden público, el Ejército ha reportado que hace
unos siete años, el frente 34 de las Farc tenía presencia en Las Orquídeas,
“pero la IV Brigada lo replegó hacia el río Atrato”.
En Paramillo han hecho presencia los frentes 5, 18 y 58 de
las Farc, pero la presión del Ejército y de autoridades judiciales contra estos
actores armados es permanente.
Los Katíos, por su parte, se ha visto afectado por el frente
57 de las Farc y por cultivos de coca, situaciones que combaten el Ejército y
la Armada.
La presencia de grupos armados ilegales en estos territorios
afecta el ecoturismo y el pleno aprovechamiento de los recursos que proveen
estos espacios, sobre todo en investigación y conservación. Sin embargo,
algunos académicos adelantan análisis en estos parques. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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