Según 'The New York
Times'
El mundo entero espera al plan de Obama para recortar las
emisiones de CO2
Si Obama presenta una política potente y asume el liderazgo
mundial, muchos países podrían seguir la lucha contra el cambio climático.
La norma de recorte de EEUU se centrará, previsiblemente, en
la reducción de emisiones de gas de las centrales eléctricas de combustibles
fósiles.
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Todos los gobiernos aguardan, expectantes, ante el inminente
anuncio de una nueva regulación de Protección del Medioambiente en Estados
Unidos, destinada a recortar las emisiones de carbono en un país que cuenta con
más de 600 centrales eléctricas que recurren a este combustible.
La presentación de una nueva norma será, previsiblemente, el
esfuerzo más enérgico de Barack Obama para dar la vuelta a más de 20 años de
relativa inacción sobre el cambio climático en el país. Durante su primer
mandato intentó, sin éxito, promover un proyecto de ley para regular las
emisiones de gas, proyecto a lo que los republicanos se opusieron.
Ahora parece que dará un paso importante y polémico, cuyo
objetivo será emitir una regulación que apunte a las centrales eléctricas de
carbón, la principal fuente de contaminación atmosférica no del país, sino a
nivel global.
En declaraciones que recoge el periódico estadounidense ‘The
New York Times’, el director del centro de Política Climática de la Universidad
de Xinghua (China), Qi Ye, cree que “está muy cerca de ver” este cambio, “la
verdadera prueba que demostrará la seriedad del plan de acción climático de
Obama”, una nueva norma que analizarán algunas instituciones chinas.
China y Estados Unidos, las dos economías más grandes del
mundo y contaminantes, se han quedado en un punto muerto en torno al calentamiento
global. Esta norma podría llegar en un momento crucial, donde el esfuerzo de
toda la comunidad internacional se enfoca a frenar el avance del cambio
climático. El pasado
mes de marzo, la asociación de EEUU para el Avance de la
Ciencia publicaba un informe en el que advertía de las consecuencias que podría
tener el cambio climático, como la escasez de agua y alimentos, las sequías o
las olas de calor.
En el mismo sentido se expresaba el Panel Intergubernamental
de Cambio Climático, que publicó un informe similar poco también en el mes de
marzo.
Ahora, Obama tiene que adelantar su política de recorte de
emisión de gases de cara a la próxima reunión sobre el cambio climático que se
celebrará en Lima (Perú) y donde se empezarán a redactar los objetivos de los
próximos 15 años, que se determinarán en 2015 en París y que vincularán
jurídicamente a las principales economías del mundo, como Estados Unidos o
China, a reducir su contaminación de carbono.
Una política climática de Obama es una buena noticia para todo
el mundo
El consejero ambiental de la delegación de la Unión Europea
en Washington, Günter Hörmandinger, que ha sido uno de los principales críticos
de la política sobre cambio climático de Estados Unidos, ha expresado su
felicidad al ver que la “nueva norma” se centrará en las centrales eléctricas
existentes. “Es la columna vertebral de la estrategia climática
estadounidense”, explica.
También la experta en cambio climático de WWF, Mar Asunción,
sostiene que una nueva regulación en Estados Unidos podría ser muy positiva. En
declaraciones a teinteresa.es, Asunción sostiene que “sería muy bueno que
Estados Unidos tuviera una verdadera ambición y que asumiera el liderazgo
mundial”. Esto abriría las puertas a nuevas “oportunidades” para poder
arrastrar al resto del mundo.
“Ahora tenemos que esperar a que la presente para ver si de
verdad se ha comprometido o simplemente se ha pintado de verde”, asegura
Asunción que, aunque optimista, se muestra crítica todavía.
Además de preparar la próxima normativa, Obama deberá
prepararse a la ola de demandas a las que se enfrentará cuando la presente.
Aunque no ha habido ninguna expresión formal de presentar demandas, los
opositores de esta nueva regulación son, en su mayoría, las empresas del sector
de la industria del carbón del país.
También deberá estar preparado ante cualquier medida que
quiera tomar Arabia Saudí, economía que depende profundamente de la producción
y exportación de combustibles fósiles, y uno de los países que más afectado se
vería en caso de que se reduzca la demanda mundial de petróleo y gas. TOMADO DE
ENVIO DE RED FOROBA
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