SANTA ANA DE MOSETENES DONDE EL AGUA NO SE LLEVÓ LA
ESPERANZA -
O scuras naranjas colgadas de árboles secos, plantas
muertas, putrefactas y tierras de cultivo llenas de arena forman el desolador
paisaje de la inmensa "playa" de Santa Ana de Mosetenes, donde los
pobladores aún
aguardan esperanzados la ayuda y la solución a los problemas
causados por las inundaciones de principios de año. En este lugar, hasta
diciembre proliferaron plátanos, mandarinas, papayas, maíz y otros alimentos
que la gente consumía o comercializaba. "Mucho hemos sufrido, el río se
llevó todas las plantas. No sabíamos qué hacer. El agua lavó el abono de la
tierra y las plantas no saben cómo recuperarse, sembramos y sembramos y ahí
mismo se mueren", afirma Lucia Caimani, una de las mosetenes que perdió todo
debido a las lluvias que desbordaron los ríos y arroyos. Grandes pérdidas. Lo
que vivió la región en enero fue dramático puesto que los habitantes tuvieron
que aguantar 15 días de intensas lluvias que "no dejaron nada seco" e
inundaron las áreas destinadas a las plantaciones —denominadas
"playas"—. El agua subió hasta cinco metros y dejó los terrenos
llenos de arena, árboles caídos, frutales dañados y caminos intransitables. La
región está ubicada a ambos lados del río Cotacajes o Beni, como se llama más
abajo de su curso, y gran número de riachuelos, permitió a los mosetenes
cultivar muchos años en zonas aluviales, fértiles, diversos alimentos, sin
embargo, a inicios del año esta característica tan preciada, más las intensas
lluvias, puso en riesgo vidas y provocó grandes pérdidas. Raumir Lipa, el
secretario de actas de la comunidad de Santa Ana de Mosetenes, dice que la
producción principal de la región es papaya, plátano, yuca, cacao y arroz, el
80 por ciento de los cuales es vendido a La Paz y en Riberalta el restante 20
por ciento. También cultivan, de forma esporádica, maíz, frejol, maní y cebolla
verde para el sustento de las familias. "Por estas fechas, el maíz ya
debería estar alto pero está seco, todo está lleno de arena, esperamos que las
lluvias de este año ya no dañen lo que queda", afirma el cacique Alejandro
Tayo, mientras sostiene una mazorca seca en el área de cultivo. Cuenta que
semanalmente salían seis camiones de papaya, yuca y otros productos pero desde
las inundaciones nada pudo ser enviado. Su alternativa fue cultivar en la
altura, pese a que saben que no es lo mejor; también se dedicaron a la caza,
particularmente de jochi o chancho del monte, y a la pesca. "La parte baja
es buena para cualquier cultivo, en la altura, si hay mucho sol, se seca y
podemos perder la cosecha. En la playa aguanta siete años o más pero arriba,
después de tres, ya empieza a caerse", afirma. Los habitantes del lugar
saben del riesgo que existe de que las próximas lluvias provoquen iguales o más
daños, pero al no existir alternativas deben ser optimistas y aprovechar la
riqueza vegetal del lugar para
subsistir. "Ahora estamos volviendo a sembrar en las playas porque no
tenemos más y pedimos a Dios que no pasen más estas cosas”, finaliza Lucia
Caimani mientras pierde su mirada esperanzada en el paisaje. cáritas apoya con
alimentos y material educativo. Tras conocer la situación de las comunidades
mosetenes el programa Medio Ambiente, Gestión de Riesgos y Emergencias (MAGRE)
de Pastoral Social Caritas Boliviana (PSCB), con el apoyo de Caritas Suiza,
entregó hace algunos días, apoyo alimentario a 417 familias pertenecientes a la
Tierra Comunitaria de Origen Mosetén. Ocho beneficiados.La entrega de raciones de
arroz, azúcar, sal y aceite fue efectuada por Arturo Rivera, representante del
programa MAGRE, a las familias de las comunidades Motacusal, Muchani,
Poponendo, Inicua, Playa Verde, Puerto
Santa Ana, Colorado, Nariz de canoa y Santa Ana de Mosetenes. De la
misma forma Caritas canalizó la entrega de material educativo para los cursos
de primaria de las unidades educativas Colorado y Santa Ana de Mosetenes,
mismos que fueron donados por la señora María Eugenia Peñaloza de la “Misión
Dios Bendiga a Bolivia”. la historia del tigre y la rivalidad. Las historias
abundan en la memoria de los mosetenes, como aquella que cuenta Eleuterio
Huasne Josesito, quien vive en el lugar toda su vida. "Hace 80 años, unos habitantes del lugar
habían ido más allá del pueblo para sacar majo. Mientras estaban trabajando, un
tigre les brincó y mató al hijo menor, alguien sacó su escopeta, disparó y el
tigre escapó, pero ya era tarde, el papá llevó el cuerpo de su hijo al pueblo.
Luego, se dieron cuenta de que el tigre los persiguió, entonces idearon un
plan. Se reunieron en una casa, ocultaron un muñeco de latas como si fuera una
persona que dormía. El tigre atacó al muñeco y allí aprovecharon para matarlo. Asimismo,
Walberto Araníbar recuerda una historia que le fue contada por los comunarios y
que habla de una guerra entre chimanes y mosetenes. "Los chimanes venían
por el río, observaban a las mujeres que estaban lavando y un día las robaban,
por ese motivo se inició una guerra. Se dice que eran las familias Canaris y
Josesitos que después decidieron vivir en armonía. santa ana celebra 199 años.
Los pobladores de Santa Ana de Mosetenes celebraron este sábado, 26 de julio,
los 199 años de la fundación de su comunidad, que se originó como misión
franciscana en el siglo XVIII, por la cual conserva la fe católica. Concursos
como el palo encebado y tejido tradicional, la muestra de comida tradicional,
música y bailes típicos fueron parte de la conmemoración de esta localidad que
forma parte de la Tierra Comunitaria de Origen Mosetén. Tomado de la prensa de Bolivia
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