Cuninico, otro derrame de petróleo en la selva amazónica
peruana Aguas tras derrame de petróleo. Foto en Flickr del usuario Carlos
Quintana (CC BY-NC-ND 2.0). Dos derrames de petróleo procedentes del
Oleoducto
Norperuano de Petroperú en la zonas de Saramuro y la quebrada de Cuninico, en
el distrito de Urarinas, Loreto, han generado una contaminación de extensión
aún no determinada que se estima en varios kilómetros de largo. También se han
reportado varios casos de niños de las comunidades indígenas aledañas con
enfermedades estomacales.
Se ha informado que los derrames ocurrieron el 26 y el 30 de
junio, pero por lo alejado de las localidades la noticia recién se dio a
conocer en los medios masivos de Lima unos días después. Las medidas tomadas
por Petroperú, la empresa responsable, para mitigar el daño causado, como
entrega de alimentos y agua a las comunidades, han resultado insuficientes pues
miembros de las comunidades nativasreclaman que aún no pueden consumir pescado
ni utilizar sus fuentes de agua:
El asunto tomó un giro diferente cuando se denunció que
Petroperú había contratado menores de la zona para las labores de limpieza del
petróleo derramado. La empresa lo negó, pero luego de que el caso se difundiera
por televisión a nivel nacional, el Ministerio de Energía y Minas decidió
declarar a Petroperú en reorganización y procedió a renovar el directorio.
En su columna en el diario La República, la periodista Rocío
Silva Santisteban escribesobre los kukamas, uno de los pueblos indígenas
afectados, sobre dos sacerdotes de la ciudad de Nauta y el proceder de la
empresa petrolera:
1) se aprovechan de la necesidad de los lugareños, sus
expectativas de ingresos y su ignorancia sobre las consecuencias del contacto
directo de la piel, los ojos, incluso la boca con el hidrocarburo; 2) se
contrata a la misma población para tener una limpieza rápida y a bajo costo; 3)
se actúa con total impunidad, pues se sabe que en esos parajes es muy difícil
que la información circule fuera de los sectores más cercanos. Ah… lo olvidaba:
los sacerdotes (Manolo) Berjón y (Miguel) Cadenas están siendo chuponeados,
reglados y hackeados para evitar más denuncias: ¡y todo en el año de la COP20! En
el blog Toustodo Oscar Muñiz se pregunta por qué siempre se trata de ocultar la
información sobre este tipo de hechos, cuando brindar información debería ser
una obligación del Estado. Un país serio y responsable no deja a la deriva los
informes que seguramente se encuentran encajonados en los escritorios de la
alta burocracia; un país con talante encara con seriedad y responsabilidad los
problemas que se repiten mes a mes, año tras año.
El Licenciado en Ciencias Políticas Juan Pablo Sánchez
Montenegro escribe para Lucidez.pe acerca del Olecoducto Norperuano:
Se trata de que el viejo oleoducto de cuarenta años aún no
ha sido adecuado a las normas jurídicas y técnicas vigentes que prohíben que
exista bajo el agua tuberías destinadas al transporte crudo. La empresa
estatal, a través de su representante Víctor Mena, se ha limitado a culpar a la
geografía de la zona por los desastres ocasionados.
Por otra parte, Miguel Donayre Pinedo reproduce en su blog
una crónica de los ya mencionados sacerdotes Manolo Berjón y Miguel Cadenas en
recorrido por las comunidades afectadas de la cuenca del Marañón en Loreto y
relata:
Un comunero entró en la quebrada y, con ojos espantados, vio
cantidad de peces y boas muertas y manchas de petróleo por todos lados. Se ha
quebrado el oleoducto en la zona que los comuneros denomina Varillal (atención
para los ambientalistas). Asustado regresa a la comunidad y conversan entre
autoridades y comunidad. Comienza el movimiento. Hasta el 2 de julio sólo había
llegado 5 litros de agua por familia y agua del Marañón. De nuevo, las
emergencias no son atendidas, menos si es lejos de la ciudad. Los planes de
emergencia o no existen o no funcionan. Quien sí acude, dicen los pobladores,
es Petroperú llevando personal sanitario, entre ellos un doctor. Échense a
temblar.
Luego hace unos apuntes sobre las posibles consecuencias a
futuro de este derrame:
1. Con la vaciante del río que se produce a fines de junio
2014, como todos los años, comienza a salir el pescado de las cochas y a migrar
río arriba: “mijano”. ¿Surcará este año el mijano? Sospechamos que no. Se
produce una barrera biológica. ¿Cuál será el comportamiento del pescado? [...]
3. El impacto económico en la comunidad de Cuninico será
terrible. ¿De qué van a vivir todos estos pescadores? Cuando una empresa
rescinde el contrato a un trabajador tiene que pagar unos derechos. ¿Quién paga
los trabajos que estos pescadores no van a poder realizar?
Mientras tanto las acciones de investigación prosiguen,
tanto del derrame en sí, como de la contratación de menores. Asimismo se evalúa
sancionar a Petoperú y declarar en emergencia la zona afectada. Tomado en
versión ligeramente diferente de la aparecida originalmente en el blog
Globalizado.
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