A quebradas de
Medellín solo les llueve basura
Además de disminución de caudales por El Niño, las quebradas
del Aburrá están afectadas por residuos sólidos y extracción de material de
playa, entre otros problemas. FOTOS JULIO C. HERRERA
1940 fue el año en el que se cubrió la quebrada Santa Elena a
su paso por el centro de Medellín. 8,85 es el índice de calidad del
agua que registra esta quebrada, lo que indica un estado regular: Área
Metropolitana.
Queda muy poco de lo que fueron en otro tiempo las quebradas
que todavía corren por el Valle de Aburrá. Corren apenas, en estos días de
tiempo seco, cuando la disminución del caudal en algunas de ellas ha derivado
en cortes del servicio de acueducto en sectores como el corregimiento San
Cristóbal y barrios del Oriente de Medellín.
Recorrer los lechos, casi secos, es encontrarse con las
muestras del deterioro evidente por deforestación en la parte alta de las
cuencas y la contaminación por vertimientos, agravada por el asentamiento de
comunidades en las riberas. Pero también es encontrar la preocupación entre
quienes de distintas maneras llevan una vida ligada a las quebradas.
“Ahora tenemos el problema del desabastecimiento, pero
cuando ya se presenten las épocas de invierno, será todo lo contrario: vendrá
el riesgo para las personas que están alrededor”, advierte el secretario de
Medio Ambiente de Medellín, Óscar Hoyos Giraldo.
Para precisar el grado de deterioro y hacer un balance de
contaminación de las quebradas y los factores que las afectan, el Área
Metropolitana del Valle de Aburrá y la Universidad de Antioquia, monitorearon
20 de las principales quebradas que desembocan en el río Medellín.
Los estudios detectaron problemas como contaminación por
residuos sólidos ordinarios, peligrosos y especiales —principalmente
escombros—, extracción de material de playa, vertimientos de sustancias
prohibidas, descargas sin el debido permiso de la autoridad ambiental.
También se advierte el arrastre de sedimentos por la
inadecuada explotación en canteras (específicamente las ubicadas en la comuna
13 de Medellín y en el municipio de Bello), deforestación creciente en las
cabeceras de las quebradas y en algunos, una demanda por el agua que ya supera
los volúmenes que corren.
INTERRUPCIONES DEL SUMINISTRO DE AGUA
A medida que se prolonga la temporada seca, EPM ha recurrido
a un esquema de interrupciones programadas del servicio de acueducto en
sectores del corregimiento San Cristóbal y barrios del oriente de Medellín,
donde los acueductos dependen de las quebradas La Iguaná y Santa Elena. La
empresa envía carrotanques a los sectores afectados para mitigar la falta del
suministro.
Ayer se repitieron los cortes de agua en San Cristóbal,
entre las dos de la tarde, previstos hasta las cuatro de la madrugada de hoy.
Cuatro carrotanques se programaron para surtir de agua a la comunidad en las
instituciones educativas Lucitania, Nuevo Occidente y Pedregal Bajo. Además en
la cancha múltiple Radio Todelar y el Centro de Atención al Joven de la calle
65C con la carrera 94C.
Desde el viernes se reiniciaron las interrupciones para
4.307 clientes de EPM en los barrios San Antonio, Villa Turbay, Villatina,
Barrios de Jesús, Las Estancias, La Sierra, Juan Pablo II y Villa Lilliam, cada
día entre la media noche y las cuatro de la madrugada. Este esquema se
mantendrá por una semana, aunque EPM irá evaluando, de acuerdo con las lluvias
en el sector de la quebrada Santa Elena.
JOSÉ FERNANDO LOAIZA BRAN Contador de historias refugiado en el
periodismo. Familiar, ávido de explicaciones y apasionado por la vida, porque
no se pierda toda en lo accesorio. Redactor Área Metro. TOMADO DE EL COLOMBIANO
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