Proyecto. Banco Mundial y Marena implementarán programa de
reducción de emisiones de dióxido de carbono a través de la reforestación en el
Caribe.
Humberto Galo Romero El
objetivo es revertir los efectos de la deforestación.
Managua,
Nicaragua El Banco Mundial y el
Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) firmaron una carta de
intención para desarrollar un programa que promoverá el uso sostenible de los
recursos forestales en el Caribe nicaragüense, informó a través de un
comunicado la entidad multilateral. Dicha iniciativa, que funcionará bajo el
esquema de pago por servicios ambientales, hace parte del Programa de Reducción
de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal conocido como REDD+ y
“promoverá el uso sostenible de los recursos forestales y la conservación de la
biodiversidad en beneficio de cerca de un millón de personas en situación
vulnerable de las Regiones Autónomas del Caribe, la Reserva de la Biosfera
Bosawas y la Reserva Biológica Indio Maíz”, se lee en el comunicado del Banco
Mundial. La idea de desarrollar este programa fue presentada por Marena ante el
Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF por sus siglas en
inglés) del Banco Mundial en octubre de 2015. La preparación y negociación de
un eventual Acuerdo de Pagos por Reducción de Emisiones se realizará en el
transcurso de los próximos 24 meses.
Plan ambicioso De
acuerdo con la comunicación oficial, con la implementación de esta iniciativa,
en los próximos dos años, Nicaragua se ha trazado como meta la reducción de
aproximadamente 11 millones de toneladas de emisiones de CO2, según
proyecciones estimadas del Marena, de lograrse el país podría percibir hasta
US$55 millones según el acuerdo suscrito
de parte del FCPF. El FCPF provee incentivos para la reducción a gran
escala de emisiones provenientes de la deforestación y la degradación forestal
en países en desarrollo, proveyendo recursos financieros para el uso
sustentable de los recursos forestales y la conservación de la biodiversidad. Por
otro lado, en la región del Pacífico, el Gobierno pretende sembrar este año
400,000 árboles en los departamentos de Managua, Masaya, Chinandega y León para
que sirvan como cortinas rompevientos para prevenir enfermedades ocasionadas por las ante las tolvaneras que
suelen darse en esas zonas, especialmente en Occidente. La información,
contenida en el documento Plan de Buen Gobierno 2016, establece que Marena e
Inafor también deberán dar mantenimiento a los 382 kilómetros que se sembraron
durante 2015 con ese mismo propósito en dichas zonas del país. 55 millones de
dólares obtendría el país de lograr concretar la captura de CO2.
Iván Ramírez, coordinador de proyectos de la no
gubernamental Amigos de la Tierra, en la siembra de estas cortinas rompevientos
podrían implementarse las llamadas cercas multiestratos, las cuales consisten
en sembrar especies de árboles morfológicamente distintas entre sí, pero con la
capacidad de compartir el mismo espacio. En este sentido, Inafor estará
sembrando 20,000 nuevas hectáreas “y el establecimiento de regeneración natural
en 244,530 manzanas de Reservas Naturales, en
Nueva Segovia, Estelí, Jinotega, Matagalpa, León, Chinandega, Boaco y
Chontales. TOMADO DE NUEVO DIARIO DE NICARAGUA
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