Jóvenes cientifícas desarrollan bacteria que come plástico y
lo convierte en agua
Mientras en la vida de estudiante, la mayoría de nosotros
nos la pasamos trabajando poco y saliendo mucho, Miranda Wang y Jeanny Yao,
invirtieron su precioso tiempo en algo más productivo: desarrollar una bacteria
que pueda comerse nuestros desechos plásticos y convertirlos en agua en tan
solo 24 horas.
cientificas Con tan solo 22 y 21 años, estas dos jóvenes
prodigio de Canadá ya han patentado dos veces la idea, fundaron una compañía y
juntaron alrededor de 400.000 dólares.
Recientemente, recibieron una oleada de premios. Ganaron el
premio Perlman Grand Prize en el Wharton Business plan 2016 que constó en una
suma de dinero de 30 mil dólares. Ademas se llevaron otros 4 premios mas, el
Wharton Social Impact Prize, el Gloeckner Undergraduate Award, el Michelson
People’s Choice Award y el premio Comitte por el “Factor Wow” mas importante
(“Wow Factor”, en inglés). Se trata de las dos primeras estudiantes no
graduadas en ganar el premio Perlman y las primeras estudiantes en ganar todos
los cinco premios, según la Universidad de Pennsylvania.
La razón de toda la conmoción entre la comunidad cientifíca
es obvia: La polución de plástico en los océanos es un problema masivo, y Wang
y Yao tienen los principios de una solución viable de largo plazo en sus manos.
Las científicas tiene un prototipo de bacteria que descompone el polietileno en
CO2 y agua. Visualizan que su tecnología podría ser utilizada de dos maneras:
primero para vertederos y limpiezas de playas y, segundo, para crear un
producto secundario que pueda ser utilizado en la fabricación de textiles.
“Va a ser casi imposible que la gente deje de utilizar
plástico”, expreso Wang. “Por eso, se necesita de la tecnología para romper con
eso. Todo en la naturaleza debería ser biodegradable”.
¿Cómo funciona?
El proceso consiste poner el plástico en un disolvente que
contiene dicha bacteria creada por las científicas. Este proceso“rompe”el
plástico en productos químicos básicos mas manejables. Wang planea enviar
estaciones móviles de limpieza -un camión o un barco flotante- con un
biodigestor de 150.000 litros a bordo. Los trabajadores podrían entonces cargar
los tanques con el plástico y esperar a que los residuos se degraden. El
objetivo es reducir el proceso a tan sólo 24 horas.
La compañía de estas chicas se llama BioCollection. Su
objetivo es comenzar las pruebas de campo este verano, en China, y finalizar un
proceso comercialmente viable dentro de dos años. Wang espera eliminar unos
nueve gramos de plástico por litro de bacterias. Ella estima que cada
contenedor de 150.000 litros de bacterias costará alrededor de $ 20.000. Entre terminar sus estudios en Wharton y
montar la empresa, Wang no duerme mucho. Pero BioCellection parece una buena
causa para estar perdiendo el sueño: Realmente necesitamos más iniciativas para
acabar con todo el plástico que esta contaminando y acabando con el planeta. TOMADO DE JOVENES AMBIENTALISTAS DE BOLIVIA
, LA RED 21
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