Si se piensa en el paisaje cruceño, por la mente de
cualquiera que haya pisado sus calles, aparece el verde frondoso de los
árboles, un cielo rosado sin nubes con el sol resplandeciendo y la sensación
del calor y la humedad. Pero en la tierra oriental también hay grandes silos de
granos, tractores humeando y campos de soya, trigo y caña de azúcar usada para
producir etanol, cuyo fin no alcanza a la vista.
El 2019 inició con la firma de un convenio entre Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y cuatro ingenios sucralcoholeros Unagro, Guabirá,
Aguaí y La Bélgica para la provisión de 150 millones de litros de etanol, el
biocombustible que toma protagonismo en el país, pero que preocupa a los
ambientalistas.
La proyección del Estado es de 250 millones de dólares en la
importación de insumos hasta el 2025, también la ampliación de la frontera
agrícola y el área de moonocultivos de caña.
Ampliación de la
superficie
Las autoridades gubernamentales afirman que los acuerdos con
cañeros permitirán disminuir entre 50 a 60 millones de dólares la subvención
por los combustibles fósiles. Sin embargo representa también duplicar la
superficie cultivada de caña de azúcar.
De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística
(INE) para el año agrícola 2016-2017 se tenía el registro de una superficie
de 151.989 hectáreas cultivadas con
caña. Con la producción de
biocombustible a partir de etanol se pretende alcanzar las 320.000 hectáreas en
un periodo de cinco a siete años.
La ampliación está prevista sobre todo en el departamento de
Santa Cruz en la zona del Norte Integrado.
Aunque la Ley 1098 de Aditivos de Origen Vegetal habla de la
mejora del rendimiento de cultivos y la rehabilitación de suelos degradados, el
director de la fundación Productividad Biósfera Medio Ambiente (Probioma),
Miguel Ángel Crespo asegura que esto solo podrá ocurrir dentro de cinco años
como mínimo.
“Sembrar en nuevas áreas supone un nivel de deforestación
sin precedentes,que se calcula en 200 mil hectáreas adicionales que se van a
deforestar en suelo que no son aptos para la producción de caña”, explica
Crespo quien alertó que la Chiquitanía y la Amazonia están en riesgo con el
plan del etanol.
Ley Etanol
El experto MIguel Ángel Crespo, observa que los efectos de
la producción de agrocomustibles, como cataloga al Super Etanol, son nocivos
para el medio ambiente por el desmonte de nuevas tierras.
Por su parte la directora del Foro Boliviano sobre Medio
Ambiente y Desarrollo (Fobomade), Patricia Molina concuerda y asegura que los
efectos son muy graves y explica que "ampliar la superficie de los
cultivos de caña desde 145.000 hectáreas hasta más de 330.000 hectáreas en diez
años, significa principalmente
deforestación, porque la caña es un cultivo exigente".
Sin embargo, para el gerente del Instituto Boliviano de
Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, los efectos de la producción de etanol
en el medio ambiente son “totalmente favorables" porque "está
estudiado que el impacto sobre el medio ambiente va a ser una reducción del
seis por ciento en cuanto a la emisión de gases
de efecto invernadero".
Deforestación
De acuerdo a los datos de la Autoridad de Fiscalizacion y
Control Social de Bosques y Tierra (ABT) entre 2016-2017 en Santa Cruz se
deforestaron 452.178 hectáreas, lo que representa el 81 por ciento de la
pérdida en el país.
De esta cifra el 43 por ciento son ilegales y 57 por ciento
legales.
El segundo departamento con mayor deforestación es Beni con
el 6 por ciento y el resto se distribuye en los otros siete departamentos del
país.
Dentro de Santa Cruz, los municipios San Ignacio de Velasco,
San José de Chiquitos, Pailon y Charagua son los que registraron mayores
valores de deforestación ilegal.
Según el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Cruz
(Cinacruz), proyecta para el año 2050
una superficie cultivada de 5.488.278 hectáreas en Santa Cruz, la
Chiquitania con el 61 por ciento de superficie potencialmente útil, es la más
importante para la agricultura en Santa Cruz.
Molina detalla que a pesar que en la actualidad la
superficie cultivada de soya es la que predomina y según los empresarios del
agronegocio llega al millón de hectáreas, para el etanol se prevé alcanzar un
tercio de esa superficie "lo cual es altamente representativo", dice.
En suma ambos expertos ambientales ponen en duda el
rendimiento de este tipode cultivo para la extracción de etanol. La caña de
azúcar de Bolivia tiene un rendimiento de 50 toneladas por hectárea - de acuerdo
a los datos de la ABT-, mientras que en Brasil es de 70, Perú 90 y Honduras
129.
Etanol // Alimentación
El experto de Probioma manifiesta que la mayor producción de
etanol irá a repercutir en la producción de alimentos, al ser un país con el 60
por ciento de déficit en el trigo, por ejemplo.
Crespo manifiesta que el 45 por ciento de la producción en
Bolivia es soya y que el argumento no condice con las necesidades del país como
la diversificación de productos. 'Bolivia tiene un área suficiente grande que
actualmente se está utilizando (para producción agrícola) lo que se quiere es
ampliar la frontera agrícola para producir monocultivo y para exportar”.
En tanto, ante el anuncio
de producir otros biocombustibles a partir de sorgo o maíz, Molina dice
que se esperan efectos negativos en la soberanía alimentaria. "Esto
significa destinar cultivos alimenticios para la producción de etanol a ser
mezclado con gasolina para dar un combustible caro, de uso exclusivo. Los
efectos sobre la oferta de maíz serán devastadores".
En contraparte para Rodríguez, el ideal es lograr sustituir
los combustibles fósiles por biocombustibles
y en cinco años la sustitución total de gasolina o diésel.
A pesar de que en abril del 2008, el presidente Evo Morales
criticó en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas la expansión
de los biocombustibles, ahora además del lanzamiento de Super Etanol 92, el
Gobierno también tiene previsto comenzar con la producción de Super Etanol 97,
hasta marzo de este año.
Ante la complejidad de los efectos de la producción de
etanol, los expertos recomiendan concentrarse en promover el uso del gas y de
energías renovables, eólica, termoeléctrica, antes que ampliar la frontera
agrícola de esta oleaginosa.
Redacción e infografías:
Jessica Vargas Quiroga
Fotografías:
Agencias
VER MAS : http://www.lostiempos.com/especial-multimedia/20190121/etanol-impacto-medioambiental-bolivia TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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