Medidas de Bolsonaro apuntan a tierras indígenas, ONG y LGTB
Mundo
Trayectoria antes de llegar a la presidencia de Brasil. |
LOS TIEMPOS
El Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro resolvió en
su primer día en funciones traspasar al Ministerio de Agricultura la
demarcación de las tierras indígenas, una medida que desató las críticas de
organizaciones indigenistas y de defensa del medio ambiente.
Una ordenanza para definir la estructura y funciones del
Ejecutivo dispuso además que las organizaciones internacionales y las no
gubernamentales (ONG) serán supervisadas por la Secretaría del Gobierno,
dependiente de la Presidencia.
También excluyó a la población LGBT como beneficiaria de las
políticas y destinadas a la promoción de derechos humanos del recién creado
Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos.
“Más del 15 por ciento del territorio nacional es demarcado
como tierra indígena y quilombola (poblados por exesclavos fugitivos). Menos de
un millón de personas viven en esos lugares aislados de Brasil, explotadas y
manipuladas por ONG. Juntos vamos a integrar a esos ciudadanos y a valorar a
todos los brasileños”, tuiteó Bolsonaro reforzando su decisión.
También generaron polémicas otros dos puntos.
Uno de ellos determina que la Secretaría de Gobierno tendrá
entre sus competencias “supervisar, coordinar, vigilar y seguir las actividades
y las acciones de los organismos internacionales y de las organizaciones no
gubernamentales en el territorio nacional”.
José Miguel Vivanco, director de la división para América de
Human Rights Watch (HRW), dijo que preocupa “el uso de los términos
“supervisar” y “monitorizar”, lo que sugiere una falta básica de comprensión
del rol independiente que estas entidades tienen en cualquier sociedad abierta
y democrática”.
En otro punto polémico, la ordenanza excluye a la población
LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) como beneficiaria de
políticas destinadas a la promoción de derechos humanos.
BOLSONARO AFIANZA EL GIRO CONSERVADOR DE BRASIL
Bolsonaro puso ayer manos a la obra para implementar su
programa conservador y de realineamiento con el EEUU de Donald Trump, en una
alianza de dos de los principales exponentes de la ola nacional-populista
mundial.
“Ha habido una larga tradición en Brasil de elegir
presidentes que por alguna razón eran enemigos” de EEUU, dijo Bolsonaro a
periodistas estadounidenses tras reunirse con el secretario de estado Mike
Pompeo.
Previamente, el nuevo canciller, Ernesto Araújo, explicó
tras reunirse con Pompeo, que las dos mayores economías del hemisferio trabajan
“por un orden internacional diferente”.
ANÁLISIS
Alfredo Jiménez Pereyra. Editor Mundo
Los evangélicos ganan terreno con el nuevo Gobierno
La llegada a la presidencia de Jair Bolsonaro ha puesto en
primer plano a los evangélicos, quienes han puesto a los católicos brasileños
en alerta.
Durante la campaña electoral, Bolsonaro firmó con la Iglesia
católica de Río de Janeiro un compromiso de que se opondría con todas sus
fuerzas a la legalización del aborto y las drogas.
Los evangélicos influyeron también en el apoyo total de
Bolsonaro a Israel, que llevará al traslado de la embajada brasileña de Tel
Aviv a Jerusalén. // TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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