¿Aniquilará Bolsonaro el Amazonas?
Hay malas noticias en el frente ambientalista: justo cuando
un nuevo estudio afirma que el calentamiento de los océanos es mayor de lo que
se pensaba, hay temores de que el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro,
autorizará una deforestación masiva del Amazonas y empeorará el problema
mundial del cambio climático.
El nombre de Bolsonaro surgió durante una entrevista
con Zeke Hausfather, uno de los principales autores del reciente
artículo de la prestigiosa revista Science, que advierte que los océanos se
están calentando un 40 por ciento más rápido de lo que anticipó el panel de las
Naciones Unidas sobre el cambio climático hace cinco años.
Esto podría causar, entre otras cosas, un mayor deshielo del
Ártico y huracanes más fuertes, según el artículo de Science.
Cuando pregunté a Hausfather por qué los océanos se están
calentando más rápido de lo previsto, mencionó que China ahora está quemando
casi la misma cantidad de carbón que el resto del mundo junto. China y Estados
Unidos son los principales contaminadores del planeta, y China ha tomado la
delantera en los últimos años, dijo.
Pero, mirando hacia adelante, dijo que hay un creciente
temor en la comunidad científica de que Brasil se convierta en un problema
adicional si Bolsonaro sigue adelante con sus planes de explotación comercial
de partes del Amazonas.
Bolsonaro, un excongresista de extrema derecha que asumió el
cargo el 1° de enero y se ufana de ser el Donald Trump de Sudamérica, no ha
disimulado su escepticismo sobre el calentamiento global.
Durante su campaña, se comprometió a permitir que más
empresas agrícolas trabajen en el Amazonas. También criticó a las agencias de
protección ambiental y afirmó que las organizaciones no gubernamentales están
“asfixiando” la economía de Brasil.
Desde que asumió el cargo, Bolsonaro ha cumplido algunas de
sus promesas. Su recién nombrado Ministro de Medio Ambiente, Ricardo
Salles, es el exdirector legal de la Sociedad Rural de Brasil, que agrupa a
empresarios del sector agrícola. En uno de sus primeros decretos ejecutivos,
Bolsonaro transfirió amplios poderes regulatorios sobre la explotación
comercial de la Amazonia al Ministerio de Agricultura, que es más amigable con
el sector privado que las agencias de protección ambiental o de los pueblos
indígenas.
Además, Bolsonaro ha emitido un decreto ordenando la
supervisión de las organizaciones no gubernamentales. Aún no está claro si el
decreto se limita a las ONG con financiación oficial a todas.
Hausfather me dijo que estas y otras acciones podrían tener
un impacto devastador sobre el cambio climático. Según el científico, “si
Brasil realmente decide que no le importa la selva tropical en absoluto, que
solo quiere convertirla en tierras de cultivo, podría ser una catástrofe”.
Hasta ahora, Brasil había sido un país modelo en lo
referente a políticas ambientales. Comenzó hace varias décadas a convertir sus
automóviles para que utilicen el etanol de caña de azúcar como combustible, y
en los últimos años redujo significativamente la tasa de deforestación.
Si Bolsonaro avanza con sus planes de autorizar una mayor
explotación comercial de los bosques amazónicos, estos logros de Brasil serían
rápidamente revertidos, me dijo Hausfather. El Amazonas tiene gran cantidad de
carbono en sus árboles, y la quema de los bosques haría aumentar
sustancialmente la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
“El mundo ciertamente puede presionar a Brasil”, me dijo
Hausfather. “Pero al final del día, esto es algo que Brasil tiene que hacer por
sí mismo, y esperamos que el nuevo gobierno no siga algunos de los caminos que
ha sugerido”.
El problema es que Bolsonaro fue elegido con el respaldo de
poderosos empresarios rurales que quieren explotar comercialmente áreas
protegidas del Amazonas y tienen muchos aliados en el Congreso. Puede que Bolsonaro,
quien no tiene mayoría en el Congreso, busque el apoyo de estos legisladores
para aprobar su programa de gobierno.
Independientemente de lo que ha dicho y hecho hasta ahora,
Bolsonaro debería entender que meterse con el Amazonas significa meterse con el
futuro de Brasil y con el calentamiento global. ¡Ojalá
muestre liderazgo y
proteja a su país y al mundo!.
Tomado de el
colombiano
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