En 2020 Año Internacional de la Enfermera y la Partera
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
En este
día se rinde homenaje a las y los integrantes de los equipos de salud que se
desempeñan en funciones de atención, recuperación, rehabilitación, prevención
de enfermedades y promoción de la salud, tanto en servicios asistenciales como
en programas de salud.
El día internacional de la enfermera se conmemora el 12 de mayo,
en recordación del nacimiento de Florence Nightingale, quien fuera fundadora de
las escuelas de enfermería profesionales. Florence Nightingale, considerada la
madre de la Enfermería moderna, orientó los cuidados de Enfermería al control
del ambiente para facilitar la recuperación de los enfermos
En varias ocasiones hemos señalado, que cada año las ONU declara
a un año en particular para destacar una actividad o situación de relevancia
internacional. En este caso resultó premonitorio en vista de la pandemia que
asola al mundo, que la Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en Ginebra el
pasado año, acordadara por unanimidad declarar 2020 como el Año Internacional
de la Enfermera y la Matrona (partera).
“De esta manera, por primera vez en la historia, las naciones
del mundo rendirán justo homenaje a la importantísima aportación a la salud de
las personas que llevan a cabo diariamente enfermeras y matronas a través de su
trabajo en el ámbito asistencial, en la investigación, la educación para la
salud, la docencia y la salud de las personas en general” decía la resolución.
foto Florence Nightingale
El director general de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, defendió personalmente la proclamación de
este año mundial enfermero destacando la labor que hacen estos profesionales:
«La OMS se enorgullece de proponer el año 2020 como el Año de la Enfermera y la
Matrona. Estas dos profesiones de la salud son invaluables para la salud de las
personas en todas partes. Sin enfermeras y matronas, no lograremos los
Objetivos de Desarrollo Sostenible ni la cobertura sanitaria universal,
afirmaba Ghebreyesus.
Se podría decir que los orígenes de la Enfermería quizás fueran
anteriores a la medicina propiamente dicha como la conocemos en la actualidad.
Quizás el primer enfermero fue un cazador prehistórico que lavó las heridas de
un compañero y lo consoló de su desgracia.
Contrariamente a la percepción general, los enfermeros
profesionales fueron un campo exclusivamente dominado por hombres durante gran
parte de la historia de la humanidad. Cuando la primera escuela de enfermería
del mundo fue abierta en India en el 250 a.C., debido a las creencias
religiosas hinduistas, solo los hombres eran considerados lo suficientemente
"puros" para ser enfermeros.
Hubo muchos otros enfermeros durante la Edad Media puesto que la
religión controlaba la sociedad y las mujeres no sólo no podían ejercer
profesiones, sino que además podían ser consideradas como «brujas» si lo
hacían. San Benito incluyó la enfermería entre las labores de la orden
Benedictina. Los hermanos Alexianos, en los años 1300, proporcionaron cuidados
enfermeros a las víctimas de la Peste Negra. Estas dos organizaciones hoy en
día continúan con esta tarea.
La enfermería fue principalmente efectuada por hombres durante
el Imperio Bizantino. Antes, en el Imperio
Romano el término "nosocomial" significaba "hospital en sí"
procedente de nosocomi, denominación que recibía el hombre que proporcionaba
cuidados de enfermería en la antigua Roma.
En la Parábola del Buen Samaritano, Jesús menciona a un hombre
que contrata a un enfermero para
que cuide al hombre herido (Lucas 10:35-36).
Militares, religiosos, y órdenes laicas masculinas continuaron
proporcionando cuidados de enfermería durante toda la Edad Media. Alguno de los
más famosos de estos fueron los Caballeros Hospitalarios, los Caballeros
Teutónicos, los Tercios Españoles, los miembros de la Orden militar y
hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, la Orden del Espíritu Santo, y el
Hospital de los Hermanos de San Antonio.
Por otra parte, “las enfermeras no remuneradas” fueron de manera
encubierta exclusivamente mujeres. Desde "cuidar" a sus bebés, niños,
parientes y amigos, a buscar la manera de mejorar los cuidados a las personas
mayores, y trasmitiendo sus conocimientos en la senectud a las jóvenes, las mujeres
abarcaban el 99 por ciento de la atención de enfermería, mayormente sin ninguna
remuneración.
Una de las primeras organizaciones que permitió el ingreso de
mujeres en la enfermería que surgió recién en el siglo XVII y mantiene su
trabajo hasta el día de hoy, es la Compañía de las Hermanas de la Caridad,
fundada en 1633, en Francia. Esta empresa se creó en un momento en que la
miseria y las enfermedades causadas por las guerras aniquilaban a Francia.
Nos estamos refiriendo a un momento de la historia en que la
Medicina como ciencia era una disciplina incipiente y que la herramienta más
potente que tenía quienes practicaban la enfermería era
la caridad.
El trabajo de la Compañía era alimentar a los pobres, cuidar a
los enfermos en los hospitales, ir a las casas de los necesitados y realizar el
trabajo parroquial. Fue una de las primeras asociaciones en brindar atención de
enfermería en el hogar, abriendo un importante servicio de asistencia social.
Reorganizaron los hospitales, implementando la higiene en el medio
ambiente.
La primera superior fue Luisa de Marillac, quien seleccionaba
entre las jóvenes aldeanas que querían consagrarse a Dios para tratar a los
enfermos, entrenarlos en piedad, enseñarles a sanar las heridas y hacer el
servicio a los pobres.
En el pasado, los hombres se convertían en enfermeros obligados
"para ayudar" en medio de las guerras, en un esfuerzo de salvar a los
pocos soldados que pudiesen permanecer vivos. Este fue el panorama hasta que,
Florence Nightingale pudo acceder a un campo de batalla para curar a los
soldados heridos. En aquellos días, los hospitales estaban a menudo sucios y
oscuros y las enfermeras eran mujeres pobres que a menudo no contaban con una
buena formación, y en precarias condiciones de salud e higiene. En 1854, la prensa
británica comenzó a publicar que los soldados involucrados en la Guerra de
Crimea eran mal atendidos y en pobres condiciones. Nightingale reclutó y equipó
a un grupo 38 de enfermeras y partieron a Turquía a ayudar. Su llegada no fue
bien recibida por los oficiales, quienes recelaban de que las mujeres se
inmiscuyesen.
Florence Nightingale nació en Florencia el 12 de mayo de 1820 y
es considerada una de las pioneras en la práctica de la enfermería y creadora
del primer modelo conceptual de enfermería moderna.
Definía salud diciendo: “que es no solamente estar bien, sino
ser capaz de usar bien toda la energía que poseemos. La enfermería, entonces,
es tanto ayudar al paciente que sufre una enfermedad, como mantener el
organismo del niño y de los adultos sanos, en un estado tal que no padezcan una
enfermedad”.
Su mayor éxito fue su participación en la guerra de Crimea
dirigiendo un grupo de 38 enfermeras que previamente había entrenado. Por las
noches recorría los pabellones a la luz de una lámpara mientras visitaba a los
enfermos lo cual le valió el nombre de “La señora de la lámpara”. La reina
Victoria le otorgó la Cruz Roja Real y, en 1907, fue la primera mujer
condecorada con la Orden al Mérito.
Ella tuvo sólidos conocimientos en estadística y matemáticas, los
cuales les fueron útiles para su labor de enfermera. Un informe suyo acerca de
las condiciones de vida de los soldados heridos tanto en el campo de batalla,
como en los hospitales a los que eran enviados, impulsó grandes cambios en la
salud pública de Europa y del mundo. Ella y sus compañeras reformaron y
limpiaron el hospital de Crimea, e hicieron caer la tasa de mortalidad del 40%
al 2%.
En el Año de la Enfermería, además de festejar el Día
Internacional de la Enfermería, saludamos agradecidos la labor que desarrollan
contribuyendo a la erradicación del COVID-19
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web
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