Ni laboratorio ni sopa de murciélagos, entonces... ¿cómo se
originó el coronavirus?
Martín De Ambrosio
A veces las historias de la ciencia se dejan contar como si
fueran un relato policial o una trama de enredos. El origen del séptimo
coronavirus que afecta a los seres humanos -y cuyas consecuencias recién se
transitan- tiene varios ingredientes así: un misterio, un villano, teorías
falsas, falsos culpables, evidencias, personajes célebres que se equivocan y un
resultado final muy probable.
Primera conclusión
rápida: seguro que no fue por una sopa.
El inicio del inicio
Hacia fines del año pasado se detectaron neumonías atípicas
en personas que frecuentaban el mercado de animales vivos de Wuhan, en China.
Por la experiencia de otras enfermedades similares, sobre todo el primer SARS
de 2003, el sistema de salud asiático estaba en alerta y con relativa rapidez
pudo advertir que se trataba de otro virus, primero llamado 2019 nCoV y
finalmente bautizado SARS-CoV2 cuando se lo pudo emparentar con los previos.
Ahí se encendieron todas las alarmas y, a medida que iba generando cada vez más
infecciones en el mundo, puso virtualmente a todos los científicos de áreas
pertinentes a trabajar en este coronavirus que sucedió al SARS y al MERS.
La venta de murciélagos quedó en la mira desde el inicio del
broteLa venta de murciélagos quedó en la mira desde el inicio del brote Fuente:
AFP - Crédito: Ronny Adolof Buol
El 7 de enero se lo identificó y el 10 enero se secuenció su
genoma completo. Sin embargo, es probable que el primer caso en humanos no haya
sido en ese mercado. "El más antiguo confirmado es del 1 de diciembre y no
tiene nexo con el mercado, no había estado ahí", explicó Carolina Torres,
investigadora del Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología
Molecular de la Facultad de Farmacia y Bioquímica-UBA - Conicet. "Sí es
seguro que el mercado fue una fuente de diseminación muy grande, pero pudo no
haber ocurrido allí, son hipótesis que aún se investigan en
China",
agregó. Es más, según Torres, ese salto podría haberse dado tan temprano como
octubre o noviembre en personas con pocos o ningún síntoma. ¿Eso indica que el
salto inter-especies pudo no haberse dado en China, dada la evidencia de
algunos casos tempranos en Estados Unidos y Europa? "Es muy difícil de
responder, pero por los genomas que hay en las bases de datos, todos los
números los tiene China", sostuvo Torres en diálogo con LA NACION.
El más antiguo confirmado es del 1 de diciembre y no tiene
nexo con el mercado.
El 13 de enero se produjo el primer caso en una persona
fuera del territorio chino, en Tailandia. Ahí comenzaría el reguero.
Pangolín o no pangolín
Segunda conclusión:
El SARS-CoV2 pasó del murciélago al ser humano, con o sin paso intermedio en
otro mamífero.
Los coronavirus anteriores habían pasado desde los
murciélagos por un huésped intermedio, como civetas o dromedarios, antes de
pegar en la humanidad.
Daniel Pérez, investigador argentino de la Universidad de
Georgia de Estados Unidos, indicó: "Quizás el origen del virus no lo
sepamos con exactitud, pero podemos descartar totalmente al pangolín como
huésped intermediario". Y agregó: "El salto pudo haber sido
directamente de un murciélago a humanos, es decir, el ser humano como su propio
huésped intermediario. Sin embargo, no podemos descartar completamente un
huésped intermedio que no hemos podido identificar todavía".
Lo cierto es que aún no se ha dado con un coronavirus en
animales que sea suficientemente similar genéticamente como para considerarlo
un ancestro directo del SARS-CoV2. "El más cercano tiene 96,1% de
identidad", precisó Torres, lo que demuestra que hay pasos intermedios que
faltan conocer.
No fue en
laboratorio, pero pudo haber sido
Tercera conclusión: Que sea un virus "natural"
genera inquietud por la incertidumbre que la naturaleza todavía le depara al
ser humano.
El 17 de marzo se publicó un trabajo en la revista Nature
Medicine en el que se analizaba si podía tratarse de un virus de laboratorio.
La conclusión de Kristian Andersen, biólogo computacional del Instituto de
Investigaciones Scripps, y sus colegas -tras un análisis detallado y técnico-
decía que "hay evidencia fuerte de que el SARS-CoV2 no es producto de una
manipulación" y que "es improbable" que se haya originado en un
laboratorio. Desde entonces, es el trabajo que más se cita y que fue
corroborado por otros virólogos y biólogos moleculares alrededor del mundo.
"En el genoma no hay ninguna huella de que haya pasado por laboratorio.
Cuando un virus crece en laboratorio, hay marcadores que se pueden
ubicar", explicó Torres.
Cuando un virus crece en laboratorio, hay marcadores que se
pueden ubicar.
Santiago Werbajh es investigador del Instituto
Milstein-Fundación Pablo Cassará y miembro del equipo que creó el NeoKit
Covid-19. Para generar el test tuvo que analizar con detenimiento el
coronavirus y no encontró nada que le hiciera sospechar de un artificio:
"Es la naturaleza propia de los virus, cambian todo el tiempo y se adaptan
a nuevas células", señaló
El debate, no obstante, con innegables componentes
geopolíticos, se hizo complejo y se instaló más en el territorio de la disputa
mediática que en los laboratorios.
Los científicos coinciden en señalar que es infundada la
teoría de un virus manipuladoLos científicos coinciden en señalar que es
infundada la teoría de un virus manipulado Crédito: Xinhua/Zhang Yuwei
Para colmo, uno de los descubridores del VIH-sida, el
francés Luc Montagnier, mencionó en una entrevista televisiva que el virus se
escapó de un laboratorio de China en el proceso de preparación de una vacuna
contra el propio sida y que por eso contiene genes del VIH. Pero la comunidad
científica no encontró evidencias de que lo dicho fuera correcto. Alberto
Kornblihtt -director del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y
Neurociencias (Ifibyne, Conicet, UBA)- también revisó la estructura del
SARS-CoV-2 y no detectó ningún fragmento proveniente del VIH. "A nivel de
secuencia de aminoácidos codificada por ciertos trechos cortos de secuencia de
bases hay algunas seguidillas de aminoácidos presentes en proteínas de VIH como
así también en otros virus con envoltura. Son secuencias comunes a muchos de
estos virus. Este análisis lo hicieron varios grupos y llegaron a la misma
conclusión: Montagnier genera un temor infundado", dijo Kornblihtt, para
quien este es un buen ejemplo de cómo en ciencia no se sigue el principio de
autoridad y las afirmaciones no dependen de quién las haga, por más que sea
Premio Nobel, como en este caso.
Entiendo los temores a la posibilidad de conspiraciones
biológicas porque la humanidad se maneja de modo detestable.
También para José Antonio López, investigador de la
Universidad Autónoma de Madrid y autor de Virus. Ni vivos ni muertos, está
claro que el SARS-CoV-2 saltó desde animales a humanos. "Concretamente
desde un murciélago -seguramente el virus se llamaba RaTG13- hasta otro
mamífero X, a día de hoy desconocido. Desde ahí, al humano. Está ya demostrado.
Hay varios artículos que así lo explican: el virus no fue ni creado ni es un
escape de ningún laboratorio", afirmó. ¿Por qué, entonces, las dudas?
Según López, la respuesta radica en la "ignorancia". "Siempre
funcionan el morbo, las intrigas...y lo negativo se hace siempre más viral que
lo natural, que lo ortodoxo. Somos una especie donde cada individuo es un
conspiranoico en potencia", opinó. Carolina Carrillo, también
investigadora del Conicet y desarrolladora del Neokit Covid-19, coincidió:
"Entiendo los temores a la posibilidad de conspiraciones biológicas porque
la humanidad se maneja de modo detestable y la ética humana es flaca. Entiendo
que podría pasar, pero no parece que sea el caso".
Esta historia de la ciencia seguirá escribiéndose, queda
mucho aún por descubrir...
Por: Martín De Ambrosio
// TOMADO DE LA NACION DE AR
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