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David Malpass, Presidente del Grupo Banco Mundial. Foto: ©
Banco Mundial
Hoy comienza a aplicarse una importante iniciativa de alivio
de la deuda para los países más pobres. Quería poner de relieve ese dato y
ofrecer información actualizada sobre otras actividades recientes.
- Estamos
avanzando a toda velocidad con nuestro apoyo en respuesta a la COVID-19.
Con el enfoque
acelerado que se adoptó en abril, el Banco Mundial está brindando asistencia a
93 países mediante proyectos relacionados con la COVID-19, y se
espera concretar próximamente el apoyo para otros 18 países. Las
amplias iniciativas de ayuda pueden verse en este mapa
interactivo (i) que muestra nuestros proyectos en curso referidos
a la COVID-19.
- Hoy
(1 de mayo) entra en vigencia la suspensión de pagos de la deuda de
los países clientes de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) que
soliciten un período de gracia. En marzo, la directora gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y yo exhortamos a los
acreedores bilaterales oficiales a conceder una suspensión
de los pagos de la deuda a los países que reúnen las condiciones
para recibir financiamiento de la AIF (esto es, los más pobres), con el
fin de brindarles apoyo financiero adicional y ayudarlos a responder ante
la pandemia de COVID-19. Durante las Reuniones de Primavera, los
gobernadores del Banco Mundial y del FMI y los ministros de Finanzas del
Grupo de los Siete (G-7) y del Grupo de los Veinte (G-20) prestaron su
respaldo para que esa suspensión comenzara a regir el 1 de mayo. Los
países del G-20 acordaron aplicar un enfoque coordinado, con un
documento de condiciones comunes en el que se establecen las principales
características de la iniciativa de suspensión del servicio de la deuda.
También se convocó a los acreedores privados a que participaran en esta
iniciativa en condiciones comparables.
- Además
del apoyo financiero, la iniciativa ofrece una valiosa oportunidad para
que los países de la AIF incrementen la transparencia y den a conocer en
su totalidad los compromisos financieros de sus sectores públicos. La transparencia de la deuda y de las inversiones es un
objetivo sumamente prioritario para mejorar la calidad de los compromisos
financieros de un país y atraer más inversiones. El Banco
Mundial y el FMI están trabajando con los países de la AIF para evaluar la
sostenibilidad y la transparencia de su deuda y monitorear el uso que
hacen de los fondos ahorrados en el servicio de la deuda.
- Otro componente importante de nuestra respuesta frente a
la COVID-19 será la ampliación de las operaciones referidas a las
redes de protección social : transferencias de efectivo a través
de bancos, oficinas postales, microempresas y medios digitales, y enfoques
basados en la comunidad, cuando esta opción esté disponible y sea posible
ampliarla. También estamos colaborando activamente con los Gobiernos para
eliminar o reorientar los costosos subsidios a los combustibles fósiles,
que agravan el cambio climático, y reducir las barreras que obstaculizan
el movimiento de alimentos e insumos médicos.
- Seguimos
coordinando nuestras actividades con los bancos regionales de desarrollo.
Ayer tuve una reunión virtual con los directivos de los bancos
multilaterales de desarrollo y con Kristalina para analizar nuestro apoyo
frente a la COVID-19, las iniciativas conjuntas, el cofinanciamiento y
diversas formas de maximizar los flujos netos que reciben los países más pobres.
- La
semana pasada, el Banco Mundial publicó un estudio
actualizado sobre las remesas, según el cual se prevé que
en 2020 estas caigan marcadamente, cerca de un 20 % en todo
el mundo, como consecuencia de la crisis económica inducida por la
pandemia de COVID-19 y el confinamiento. Las remesas son una fuente de ingresos vital para los
países en desarrollo. Ayudan a las familias a costear alimentos, atención
de la salud y otras necesidades básicas. Sin embargo, su costo es
prohibitivo. El promedio mundial del costo de enviar
USD 200 sigue siendo muy elevado: 6,8 % en el primer
trimestre de 2020. África al sur del Sahara continuó registrando el
costo promedio más alto, cercano al 9 %. Estamos trabajando para que
los canales de envío de remesas se mantengan abiertos, puesto que
reconocemos su valor clave, en especial para las comunidades más pobres
del mundo.
Se prevé que en
2020 las remesas caerán cerca de un 20% en todo el mundo, como consecuencia de
la crisis económica inducida por la pandemia de #COVID-19 y el
confinamiento. Los detalles en nuestro último informe:
- Por
último, quiero destacar que el personal del Banco Mundial, sus consultores
y funcionarios jubilados son una constante fuente de inspiración. Donaron
USD 550 000 a iniciativas locales de alivio frente a la
pandemia con el fin de respaldar la labor de las organizaciones no
gubernamentales en numerosas comunidades de todo el mundo.
Las últimas semanas han sido muy productivas, pero el mundo,
en particular los países más pobres, tienen por delante un largo camino hacia
la recuperación.
TOMADO DE ENVIO DE BANCO MUNDIAL
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