lunes, 11 de mayo de 2020

TRATAMIENTO DE FIBROSIS QUISTICA puede tambien para corona virus


Un desarrollo cordobés para tratar la fibrosis quística aparece como posible tratamiento contra el COVID-19
Grasita de iguana macho, Mezcla'ita con yerba buena
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Aplicarse “grasita de iguana macho, Mezcla'ita con yerba buena”,  era la recomendación para curar las penas de Héctor Roberto Chavero, cuando se radico en Cerro Colorado, más conocido como Don Atahualpa Yupanqui. Pero Córdoba ha evolucionado e innovado en materia de farmacopea, hoy están en primera línea y aplicando con resultados alentadores un popular medicamento contra el COVID-19
Científicos cordobeses desarrollaron un tratamiento a base de ibuprofeno que provocó “mejoras significativas” en los cuadros respiratorios de personas con coronavirus. "Los pacientes no solo han mejorado su cuadro clínico sino que algunos lograron una negativización temprana”, aseguró Pablo de Chiara, ministro de Ciencia y Tecnología de Córdoba.
El procedimiento consistió en una serie de nebulizaciones con una solución con alta concentración de sal e ibuprofenato de sodio, (ibuprofeno hecho soluble al agua) que se le aplicó a nueve pacientes cordobeses, cuatro ambulatorios y cinco internados. Se trata de una formulación de ibuprofeno creada por el Ceprocor y por Química Luar como terapia para la fibrosis quística.
Detrás de esta innovación están la motivación personal de un científico y una pyme innovadora, que decidieron en medio de la pandemia más grande que conocieran las dos últimas generaciones, decidieron con base científica, aplicar  una droga conocida desde hace 60 años. Los resultados preliminares son alentadores, cinco pacientes con Covid-19 recuperados. Dante Beltramo es  investigador del Conicet en el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), explica que el ibuprofeno es una vieja droga conocida con efecto bactericida.
El ibuprofeno “Tiene muchas propiedades, pero es insoluble en agua. Nosotros logramos que sea soluble (ibuprofenato de sodio) y creamos una solución hipertónica  para nebulizar a pacientes con fibrosis quística”, explican.
 “Con Roxana Alasino (Conicet y Ceprocor) ya habíamos hecho experimentos en laboratorio para demostrar que también inactiva virus, aunque no los publicamos. Por eso decidimos probarlo contra el Covid-19”, cuenta Beltramo.
El objetivo era que la nebulización redujera la carga viral que tienen los pacientes en las vías aéreas. “El ibuprofeno se intercala en la membrana del virus, lo inactiva y evita que se replique, cuenta el investigador. Para aplicar las nebulizaciones a pacientes infectados, debieron crear un nebulizador especial.
En la bibliografía medica que la droga controlaría los mecanismos de entrada del virus a la célula. “Puntualmente actúa sobre una proteína que les da estructura a las células. Son trabajos de modelización y también experimentos con ibuprofeno para tratar ébola con buenos resultados”, agrega.
El tercer efecto es el más conocido del ibuprofeno: su poder antiinflamatorio, que está potenciado por ingresar al pulmón en presencia de una alta concentración de sal. “El Sars Cov-2 produce una inflación en pulmones. A veces se transforma en una hiperinflación, que es la que produce los casos más graves”, afirma Beltramo.
La nebulización la pensaron para aflojar la mucosidad presente en los pacientes con fibrosis quística, un efecto también deseado en casos con Covid-19. “La acumulación de mucosidad y células muertas del sistema inmunitario es la que obstruye los pulmones y provoca dificultades para respirar”, explica.
Hasta ahora lo probaron en cinco pacientes con Covid-19 a través de un “protocolo de uso compasivo”. Primero fueron tres personas jóvenes con síntomas leves o asintomáticos.
Un protocolo de uso compasivo consiste en la aplicación de un medicamento, es principalmente un tratamiento. No es un experimento, no es un ensayo clínico; se prescribe con la intención de tratar a la persona que necesita una nueva opción terapéutica para controlar mejor su enfermedad.
La gestión de un Programa de Uso Compasivo (PUC) consiste en hacer disponible un medicamento por motivos compasivos a un grupo de pacientes con una enfermedad crónica o que conlleva una incapacidad grave o cuya enfermedad pone en peligro la vida, y no puede ser tratado satisfactoriamente con un medicamento previamente autorizado con esos fines.
El médico hace la petición a la compañía farmacéutica que está desarrollando el producto, y a las autoridades nacionales que tienen que autorizar el uso compasivo del medicamento.
La mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea  tienen un régimen especial, para dispensar un medicamento de uso compasivo. Otros países europeos tienen procesos similares. Estos procesos son más o menos complejos y llevan mucho tiempo.
En vista de este resultado la provincia mediterránea autorizó el tratamiento en los pacientes con Covid-19 que se internen en el hospital San Roque, una institución señera de la provincia desde el  20 de octubre de 1800, cuando fue fundado por Fray José de la Asunción como parte de la Iglesia San Roque. Su larga tradición en cardiología tiene su mayor hito en el año 1968, cuando conto con la primera Unidad Coronaria de Córdoba. En 1995 el hospital se traslada al edificio del Hospital Ferroviario cuando los ferrocarriles quedaron en su mínima expresión.
“El Ministerio de Salud de Córdoba entendió que el tratamiento tiene posibilidades y aprobó un mecanismo de aplicación compasivo ampliado que es evaluado por un comité externo. Se encarga de analizar la eficacia y la seguridad del tratamiento. Recomendó el ministerio que se realizara una prueba piloto de 40 pacientes. “Covid-19 no tiene tratamiento específico, entonces surge la necesidad de recomendar medicamentos que no están aprobados”, indicaron voceros del Ministerio
En algunos pocos países se aplica la teoría del “inmunización  en manada”. Consiste en tomar escasísimas precauciones y dejar que la población contraiga una determinada enfermedad. Los más vulnerables morirán y los restantes quedaran inmunizados y crearan una barrera futura a la enfermedad. La idea de fomentar el contagio para generar inmunidad, apoyada por algunos por líderes
políticos, es muy peligrosa. Por ejemplo Suecia lo aplicó y en un determinado periodo de tiempo tenía 2000 infectados, mientras tanto Argentina solo 100 casos.
Las autoridades suecas se han limitado  a aconsejar a los ciudadanos que practiquen el distanciamiento social y trabajen desde sus casas, si es posible, y exhortaron a las personas mayores de 70 años a aislarse por precaución. Suecia, una nación de 10 millones, tenía un total de 3.447 casos confirmados y 105 muertes, en el momento que las infecciones en todo el mundo superaban las 680.000 personas, con más de 31.000 muertes. El 6 de mayo el medio es.europews titulaba, “El modelo sueco frente al coronavirus empieza a hacer aguas ante el aumento de fallecidos”
El Covid-19 no es una gripe. Incluso muchos médicos entienden que tampoco es “sólo” una enfermedad respiratoria, porque también produce fallas a niveles neurológico, renal y circulatorio. Y si bien las enfermedades preexistentes, como la diabetes, y la edad avanzada son factores de riesgo, los jóvenes no se salvan de enfrentar cuadros severos.
Por Osvaldo Nicolás Pimpignano
Periodista de Investigación – FLACSO
Para: ASOCIACION ECOLOGISTA RIO MOCORETA
Las imágenes fueron tomadas de la Web

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