Cárceles de Brasil: El coronavirus se dispara y agrava la
situación
Hasta la semana pasada se contaban 755 contagios y 29
víctimas fatales en las prisiones de todo el país. Pero sólo en el Complejo
Penitenciario de Papuda, en Brasilia, ya hay 671 casos confirmados entre los
detenidos.
Internos del complejo penitnciario de Papuda, en
Brasilia, se quejan por las condiciones de
salubridad.
Imagen: EFE
Las cárceles de Brasil, que desde hace décadas arrastran
graves condiciones de hacinamiento, encienden las alarmas debido al rápido
avance intramuros de la covid-19. El Departamento Penitenciario
Nacional, organismo estatal responsable de una población carcelaria de 758.676
detenidos, contabilizaba hasta la semana pasada 755 contagios y 29 víctimas
fatales en las prisiones de todo el país. Sin embargo, el número puede
dar un salto exponencial en el próximo recuento nacional, ya que hasta el lunes
sólo el Complejo Penitenciario de Papuda, situado en el Distrito Federal de
Brasilia, registraba 893 casos confirmados entre detenidos y personal
penitenciario. En tanto, en los últimos dos meses las muertes en las
cárceles de Río de Janeiro aumentaron 33 por ciento en comparación al año
pasado.
Luego de la aplicación de 4 mil testeos para detectar la
presencia de la covid-19 en el Complejo Penitenciario de Papuda en Brasilia, se
registraron 671 casos confirmados entre los detenidos. La Secretaría
de Salud del Distrito Federal reportó una muerte dentro del complejo, mientras
que la Subsecretaría del Sistema Penitenciario indicó que hasta la fecha 222
agentes se contagiaron y uno falleció en la capital brasileña. De esta
forma, el número de detenidos y guardias infectados en el penal de Papuda
asciende a 893, con dos fallecidos.
Para contener el avance del nuevo virus, las autoridades de
Brasilia extendieron hasta el próximo viernes, cuando se vuelva a
evaluar la medida, la suspensión de visitas a los presos, que rige desde
el 12 de marzo. A su vez, avanzan las obras en el hospital de campaña
que está siendo construido en un espacio de mil metros cuadrados dentro del
complejo y que después de la pandemia continuará funcionando.
Uno de los detenidos del régimen semiabierto del complejo
carcelario de Papuda, que estuvo infectado y pidió no ser identificado, afirmó
a la agencia Efe que el coronavirus entró al presidio a través de los guardias
penitenciarios, y que el número oficial divulgado puede ser mayor porque no se
hicieron los suficientes exámenes.
"Es un número absurdo, pero puedo decir que todos
allí contrajimos el virus, porque muchos ni se manifestaron por miedo a ser
aislados, porque no se tienen colchones ni el debido amparo con la atención
médica", comentó el detenido, quien aseguró que cuando alguien
pide socorro en la madrugada es tratado con "fuerza bruta".
"Somos tratados peor que animales", aseguró el
reo, para quien "el índice de personas que van a morir en Papuda es
cada vez mayor" y, por eso, pidió en nombre de los otros detenidos
"un acompañamiento psicológico", porque la presión lleva a que se
planeen algunas "tentativas de fuga". La falta de productos de
higiene y desinfección de las celdas y, particularmente, las
aglomeraciones cuando se toma sol en el patio, son igualmente denunciadas por
los presidiarios de este penal de Brasilia.
Otro detenido, que también pidió mantener el anonimato,
exigió mejores condiciones de vida en los penales y denunció la ocultación de
muertes por causa del coronavirus. "Supimos que unos cinco o seis
presos que murieron a causa del coronavirus fueron reportados como
fallecimientos por otro tipo de cosas,como "insuficiencia
respiratoria", puntualizó el detenido.
La situación dista de ser diferente en otras partes del
país. Por ejemplo, en los últimos días se supo que las muertes en las cárceles
de Río de Janeiro aumentaron un 33 por ciento en los dos últimos meses,
en relación con el año pasado, donde al menos medio centenar de reos murieron
en plena crisis de la pandemia. Según informó la Defensoría Pública
regional, entre el 11 de marzo y el 15 de mayo, durante la cuarentena decretada
en los penales del país debido a la pandemia, murieron 48 presos, el
mayor número de víctimas registradas en las cárceles fluminenses en los últimos
seis años.
"En situaciones normales, ya tenemos una alta tasa de
muertes en el sistema penitenciario de Río de Janeiro como resultado del
problema de salud que atañe a casi todas las unidades penitenciarias",
aseguró Emanuel Queiroz, coordinador de Defensa Criminal de la
Defensoría Pública del tercer estado más poblado del país. "La situación
que ya era grave en tiempos normales, empeoró en tiempos extraordinarios como
el que se vive hoy", agregó Queiroz a través de un comunicado.
El sistema penitenciario brasileño, considerado uno de los
peores del mundo, tiene un déficit cercano a las 350 mil plazas.
Pese a algunas tibias acciones para contener el avance del coronavirus en las
cárceles del país, Human Rights Watch advirtió que solo un 0,4
por ciento de la población penitenciaria en Brasil pasó por pruebas para
determinar la presencia de la covid-19, por lo que los casos podrían ser muchos
más de los citados oficialmente.
El escenario se agrava al considerar que la
determinación de la Justicia de pasar al régimen semiabierto a unos 30 mil
detenidos por formar parte de los grupos de mayor riesgo fue desestimada por el
gobierno del presidente Jair Bolsonaro. En cambio, Bolsonaro propuso
que los presos contagiados sean aislados en "contenedores"
adaptados. // tomado de pagina 12 de ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario