Misicuni encara última fase y pide más fondos Por Katiuska
Vásquez -
Las observaciones técnicas rondan a represa Misicuni Han
pasado más de 70 años desde que Cochabamba comenzó a delinear los rasgos del
Proyecto Múltiple Misicuni como una solución perfecta a la falta de agua de la
ciudad y las poblaciones vecinas, según el panel organizado por el Centro de
Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la UMSS: “Misicuni, las preguntas
que quedan por responder”, realizado en el Colegio de Arquitectos. Sin embargo, los barrios más alejados de la
ciudad aún sufren la escasez de este líquido y los ejecutores del megaproyecto
reformulan nuevamente el cronograma de entrega de la represa que permitirá
dotar de 3.100 litros segundo de agua a la población y posteriormente de
6.100. Si bien, el proyecto como tal
comenzó a ejecutarse en 1998 con la perforación del primer túnel de trasvase
para captar el agua del río Misicuni, su construcción ha estado marcada por
demoras y últimamente conflictos con el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni que
se adjudicó la construcción de la represa de 120 metros de alto en 2009 por 79
millones de dólares. El presidente de la Empresa Misicuni, Jorge Alvarado,
ratificó que el daño económico ocasionado por el consorcio es de 23 millones de
dólares: 13 por el incremento que sufrió la obra por la resolución del contrato
y el resto por el uso del anticipo. Añadió que el representante del consorcio,
Martín Rovira y otros, están imputados por incumplimiento de contrato,
conformación de sociedades ficticias y falsedad ideológica. El 15 de junio de
2015, el Ministerio Público emitió la imputación por el caso FIS-CBBA-1405753.
El exasambleísta, Henry Paredes, lamentó que el caso pueda quedar en la
impunidad, porque la imputación se realizó muy tarde y es probable que los
acusados ya no estén en el país. Anunció que próximamente presentará su libro:
“El misterioso señor Rovira”. Expresó sus sospechas de protección hacia los
imputados, debido a que funcionarios de la Empresa Misicuni alertaron en 2011
sobre los problemas del consorcio al presidente y directorio, pero, se decidió
mantener a las empresas a pesar de sus deficiencias, incluso, para presentar
sus planillas mensuales. Dijo que cuando las deficiencias afloraron aún
más el vicepresidente, Álvaro García Linera, visitó la obra y garantizó su
culminación. Pero, en 2013 se revolvió el contrato y descubrió el engaño al
megaproyecto. MÁS RECURSOS El plan para
traer agua de Misicuni a los municipios de Sipe Sipe, Vinto, Quillacollo y
Colcapirhua, Tiquipaya, Cercado y Sacaba, requiere de una inversión de al menos
80 millones de dólares, al margen de los 130 que ya se invierten en la
construcción de la represa de 120 metros de alto. Adicionalmente, se requerirán
al menos 140 millones de dólares para la construcción de un segundo túnel para
captar las aguas de los ríos Putucuni y Vizcachas. Los recursos se gestionan a
través de la Brigada Parlamentaria y la Asamblea Departamental. Ampliarán proceso contra empresas en
Colombia El exasambleísta
departamental, Henry Paredes, quien investiga las irregularidades del
megaproyecto desde hace cinco años informó que impulsará un proceso contra el
representante de las empresas colombianas: Chamge Consulting Group y Gerencia
de Contratos y Concesiones, que formaron parte del engaño al Proyecto Múltiple
Misicuni, junto con la italiana Grandi Lavori Fincosit y las venezolanas Vialpa
y Obresca. Además, de la boliviana CCI Construcciones Comercio e Industria. Paredes dijo que verificó que las dos empresas
colombianas consignaron una misma dirección en Colombia. Pero, constató que en
la mencionada dirección nunca funcionó una oficina de las empresas, sino una
casa familiar. Cuestionó que el equipo al consorcio no haya contrastado la
información sobre un proyecto millonario y de vital importancia para la región
metropolitana. Volvió a reiterar su pedido de que la Contraloría General del Estado
realice dos auditorías más: a la Empresa Misicuni en la presidencia de Ramiro
Saniz y a la supervisora Engevix Caem. Dijo que existe abundante documentación
que demuestra que el consorcio hizo un mal uso de los recursos, pues existen
facturas por la compra de cerveza de hasta 5.000 bolivianos, pagos a
restaurantes lujosos y el alquiler de vuelos privados. Lamentó que la empresa
no se percatara a tiempo de estas anomalías.
PRINCIPALES HITOS DEL MEGAPROYECTO
Un proyecto de siete décadas Han
pasado más de siete décadas desde que se planteó la realización del proyecto
Misicuni. La investigadora del CESU, Sara Hines, expresó que el primero en
plantear la ambiciosa obra fue el ingeniero Luis Calvo Soux en 1944. Entre 1960
y 1990, se impulsaron varios estudios que incluso descartaron la ejecución del
megaproyecto por su gran costo. En su lugar se ejecutó la represa de Corani.
Sin embargo, ésta no resolvió la problemática del agua en la región
metropolitana, que abarca desde Sacaba hasta Sipe Sipe, donde se concentra al
menos el 70 por ciento de la población urbana. En 1998, se comenzó a construir
el primer túnel de trasvase y concluyó en 2005.
El engaño del consorcio En
2009, se dio inicio a la segunda etapa del Proyecto Múltiple Misicuni con la
construcción de la represa de 120 metros de alto. El plan contemplaba culminar
la obra en 2012 y comenzar a dotar a la población de 3.100 litros segundo de
agua: 2.000 para consumo y 1.100 para riego. Además, se preveía ejecutar obras
complementarias como la planta hidroeléctrica, la planta de tratamiento de El
Paso y los ductos para trasladar el agua desde las alturas de Misicuni hasta
los siete municipios de la región metropolitana. Sin embargo, la construcción
se vio perjudicada por el engaño del Consorcio Hidroeléctrico Misicuni, que
presuntamente conformó una sociedad ficticia y provocó un daño económico de 23
millones de dólares. Retomaron
las obras Las obras de la represa de Misicuni se reiniciaron en 2014
después de 10 meses de paralización con la empresa china Camce. El cronograma
inicial contemplaba concluir la obra en enero de 2016 y comenzar el embalse de
las primeras aguas en diciembre de 2015. Sin embargo, ahora se reformula el
cronograma y se plantea impulsar las obras complementarias como la construcción
de tres ductos para traer el agua hasta la región. Así como, la construcción
del segundo túnel. Las obras demandarán un presupuesto de por lo menos 220
millones de dólares. Actualmente, se gestiona el financiamiento. Los recursos
se sumarán al costo de la represa que bordea los 130 millones de dólares, que
incluye el pago a la supervisión Engevix Caem.
TOMADO DE LOS TIEMPOS DE BOLIVIA
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