Alternativas Por su parte, el productor
ganadero Federico Tablada señaló que él no posee propiedades en la zona
montañosa, por lo tanto, trasladar el ganado hacia las regiones húmedas
significa tener que alquilar tierras y otros gastos. En vista de eso, dijo, le
ha tocado enfrentarse a la sequía por segundo año consecutivo. “Yo llevo dando
de comer a mis vacas 22 meses, desde diciembre de 2013. Otros se llevan el
ganado a las montañas, pero yo no hago eso porque implica un desgaste mayor
para el animal, el costo de alquiler de tierras y los riesgos que conlleva como
que te lo roben o se muera por otras causas”, indicó Tablada. En sustitución
del pasto, los ganaderos le dan de comer a su ganado suplementos de los
derivados de la industria agrícola (cascarilla de maní y melaza), concentrados,
urea con agua, maíz, entre otros. Según Tablada, los ganaderos están ante lo
que denominan un “invierno cosechero”, es decir, que solo llueve lo suficiente
para que retoñe el pasto.
Productores
resguardan el ganado en la montaña Precavidos. A diferencia del año pasado,
cuando la sequía los agarró desprevenidos, esta vez los productores toman
algunas medidas paliativas Benjamín
Blanco Productores chontaleños tradicionalmente bajan de la montaña sus hatos
en la época invernal. Juigalpa,
Chontales La mayoría de los ganaderos
del corredor seco del departamento de Chontales está mejor preparado para
enfrentar la actual sequía, que por segundo año consecutivo se manifiesta con
una escasez de lluvia que mantiene secos los riachuelos en esas zonas. “Si nos
vamos a El Coral, La Libertad, Santo Domingo y San Pedro de Lóvago, ahí más
bien tienen mucha lluvia, pero en Comalapa, Juigalpa, Acoyapa y parte de Cuapa
tenemos otro año que las quebradas están secas y los pastos no han crecido lo
suficiente”, expresó Wilmer Fernández, presidente de la cooperativa Mayales, de
servicios agropecuarios de Juigalpa, Chontales. Sin embargo, a diferencia del
año pasado que la sequía los agarró desprevenidos, esta vez los productores
ganaderos del corredor seco toman algunas medidas paliativas, que a largo plazo
podrían crearles otros problemas. Según Fernández, un 50% de los productores
del departamento posee fincas tanto en zonas secas como en zonas húmedas y
antes de este fenómeno El Niño --que se expresa en forma de severas sequías--,
en condiciones de inviernos normales los productores mantenían al ganado en las
zonas secas y en verano lo trasladaban a las zonas húmedas montañosas. El
problema es que ahora los productores se han visto obligados a mantener a sus
animales en la montaña, porque en el corredor seco el invierno ha sido casi
nulo y el pasto apenas ha crecido. “Y por esa falta de agua se está
sobreexplotando el pasto en la montaña y se lo están acabando, que en teoría
debería servir de alimento para el verano que inicia en diciembre. Ese pasto de
las montañas se debió dejar descansar en esta época del año, pero no ha sido
así”, explicó Fernández, quien también es presidente de la Cámara Nicaragüense
del Sector Lácteo (Canislac).
Normalmente el pasto tiene un ciclo de 35 días de descanso,
de los cuales en la mitad de ese período se supone que tiene que llover para
que crezca, pero debido a que no ha habido una frecuencia de lluvias regular,
el pasto no se ha desarrollado adecuadamente. “Las quebradas no han agarrado
agua. En Juigalpa, eso significa que no habrá agua en el verano, que comienza
en diciembre, pues ya después de octubre aquí ya no llueve. No sabemos si esta
sequía será tan dramática como la del año pasado o es que quizás no la estamos
sintiendo porque estamos mejor preparados para enfrentarla”, manifestó Tablada.
Descartan vacas flacas y racionan comida
Acciones • Entre las medidas que se vieron obligados a tomar este año los
ganaderos de la zona seca de Chontales está el descarte de vacas, o sea, las
que estaban flacas fueron vendidas porque no iban a soportar una nueva sequía. El
productor ganadero de Juigalpa Federico Tablada considera que varios
productores del corredor seco se han visto obligados a racionar el pasto y los
suplementos que dan a su ganado, y algunos aprovechan para cortar el poco pasto
que ha crecido con el propósito de almacenarlo en silos y utilizarlo en el
próximo verano. “Ahorita voy a empezar a guardar el pasto en silos para el
próximo año, para complementar la comida, pues este invierno parece que será
seco. Solo un 20% de los productores estamos en capacidad de almacenar comida,
pero el resto está a la mano de Dios. Yo me preparo, pero he tenido que hacer
inversiones grandísimas”, destacó Tablada.
No obstante, señaló que algunos
productores pequeños están bien preparados porque tienen pocos animales y están
bien tecnificados. Tomado de nuevo diario de Nicaragua
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